Frente solidario

Fue un aut¨¦ntico desembarco de flamencos andaluces. Un frente de m¨¢s de 20 artistas, gitanos en su mayor¨ªa, llegados a la llamada de Tierra de Hombres, una ONG que lucha por ayudar a la infancia desvalida del mundo. Un gigantesco recital de m¨¢s de cuatro horas de, duraci¨®n con nombres importantes de todas las facetas del flamenco, y que pese a haber sido patrocinado por organismos relevantes como TVE-2, AVE, Canal Sur y diversas firmas comerciales de peso, careci¨® de la adecuada difusi¨®n que hubiera propiciado una mayor afluencia de p¨²blico y, por consiguiente, una mejor taquilla para sus fines ben¨¦ficos.La respuesta de la sala, sin embargo, con dos tercios de su capacidad, fue calurosa e incluso entusiasta con los ben¨¦volos participantes, procedentes en gran parte de la Andaluc¨ªa la Baja, a excepci¨®n de Tatiana Garrido y su grupo, que llegaron de Granada, con la bailaora Mariquilla a la cabeza, quien en ¨¦sta ocasi¨®n se limit¨® a oficiar de presentadora. Le toc¨® encender el fuego de la ilusi¨®n al veterano. Pedro Bac¨¢n, reci¨¦n llegado de Par¨ªs, con un toque en concierto por grana¨ªnas sui generis, o lo que es lo mismo, de un corte realmente abstracto y estilizado. Despu¨¦s acompa?¨® por soleares en una l¨ªnea m¨¢s convencional al joven cantaor Joselito de Lebrija, y a los dos s¨¦ les uni¨® la magn¨ªfica Carmen Ledesma.

A partir de ese momento la atm¨®sfera se calent¨® con la sin par disc¨ªpula de Enrique el Cojo. La bailaora sevillana hizo una breve aunque intensa exhibici¨®n de la esencia del baile por sole¨¢. La r¨¦plica de id¨¦ntico nivel pero esta vez en el cante la proporcion¨® Tomasa Guerrero la Macanita; la joven jerezana nos brind¨® uno de los ratos m¨¢s dulces cantando por sole¨¢ y buler¨ªas. Tambi¨¦n el Ni?o de Pura se hall¨® en la misma tesitura que la anterior, pero no en su cometido habitual de guitarrista en concierto, sino acompa?ando con el toque al baile de su hermano Jos¨¦ Joaqu¨ªn y al cantaor Pansequito.

Este ¨²ltimo, Manuel Mairena, con la guitarra de Enrique de Melchor y Aurora Vargas pusieron la nota de la madurez de oficio y el contrapunto a un cartel lleno de juventud con ganas de comerse Madrid, como la jovenc¨ªsima Tatiana, que tuvo ocasi¨®n de demostrar el talento heredado, arropada por un cuidado cuadro granadino. El festival concluy¨® con una multitudinaria y alegre fiesta de la buler¨ªa.