La enfermedad del rey Fahd causa inquietud en las monarqu¨ªas del Golfo

La ausencia, del rey Fahd de Arabia Saud¨ª, de 73 a?os, en la cumbre anual del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (CCG), que se inaugur¨® ayer, bajo m¨²ltiples signos de incertidumbre, en Muscat, la capital de Om¨¢n, se brindaba anoche a las interpretaciones m¨¢s diversas. La salud del monarca de uno de los pa¨ªses m¨¢s ricos, del mundo, con estrechos v¨ªnculos con Estados Unidos eclips¨® la agenda del c¨®nclave y manten¨ªa en ascuas al mercado internacional del petr¨®leo.

Sir Fahd est¨¢ , como dicen algunos, con un pie en la tumba, las pr¨®ximas horas se encargar¨¢n de movilizar a las riquezas mundiales y los estrategas del nuevo orden internacional a revisar apresuradamente sus pol¨ªticas con ¨¢nimo de evitar que la desaparici¨®n del hombre que controla con poder absoluto la enigm¨¢tica Arabia Saud¨ª suponga un te rremoto.Fahd continuaba anoche internado en un hospital saud¨ª al que acudieron los m¨¢s caros y h¨¢biles especialistas norteamericanos con la diligencia caracter¨ªstica de los equipos de socorro en casos de cat¨¢strofe. En el herm¨¦tico mundo de la sociedad, saud¨ª, por supuesto, era imposible obtener un diagn¨®stico m¨¢s o menos fidedigno de la situaci¨®n del enfermo monarca, que el jueves fue internado para lo que los medios oficiales saud¨ªes describieron sucintamente como un "examen de rutina". Los mismos canales del gobierno tuvieron que justificar m¨¢s tarde su hospitalizaci¨®n como una medida de precauci¨®n ante el estado de "aguda fatiga" que acosa al rey desde la noche del jueves.

"No hay duda de que la situaci¨®n es seria. Todo parece indicar que Fahd padece un co¨¢gulo cerebral. Esto se suma las dolencias que el monarca, ha venido soportando en los ¨²ltimos a?os: Obesidad, diabetes y una aver¨ªa en una rodilla que pr¨¢cticamente lo ha confinado a una silla de ruedas", dijo EL PA?S. una fuente muy bien informada de lo que ocurre, dentro de los c¨ªrculos de la Casa de Saud. "De lo que estamos hablando es de un rey cansado y que se nos muere", precis¨®.

Sucesor

?sa era precisamente la impresi¨®n que Arabia Saud¨ª trataba ayer de diluir, pero el intento resultaba bastante ambicioso. Por un lado, el Gobierno emiti¨® una nota en la que se afirma que los resultados de los an¨¢lisis a los que se ha sometido al rey eran buenos y que ¨¦ste pod¨ªa continuar. gobernando el reino. Por otro, el tambi¨¦n septuagenario pr¨ªncipe Abdula, hermanastro de Fahd y heredero oficial de la corona, lleg¨® a Muscat con un mensaje que ignor¨® completamente la situaci¨®n de incertidumbre causada por la hospitalilzaci¨®n del monarca.

Abdula se empe?o m¨¢s bien en plantear la necesidad de crear un mecanismo com¨²n contra "los enemigos que tienen la mira puesta en la pen¨ªnsula ar¨¢biga", un viejo eufemismo que suelen utilizar los miembros del CCG (Arabia Saud¨ª, Kuwait, Bahrain, Emiratos ?rabes Unidos, Qatar y Om¨¢n) para referirse a Irak o Ir¨¢n. "Estos enemigos est¨¢n al acecho" dijo Abdula, que, en su calidad de jefe de la poderosa Guardia Nacional Saud¨ª, sinti¨® vulnerabilidad de los aparatos de seguridad del rein¨® cuando dos explosiones devastaron la sede de sus asesores norteamericanos el pasado 13 de noviembre. Cinco norteamericanos murieron en ese atentado, cuyos autores no han sido capturados.

La principal v¨ªctima de la ausencia del rey Fahd en la reuni¨®n del CCG era anoche la elaborada estrategia dise?ada para transformar la cumbre en el escenario de la reconciliaci¨®n de los emires del Golfo con Jordania tras la guerra con Irak. El rey Hussein anunci¨® que postergaba sus planes hasta que la salud del rey Fahd mejorara.