Hallado en Par¨ªs el gui¨®n de una pel¨ªcula de Salvador Dal¨ª con los hermanos Marx
El documento ser¨¢ presentado al VI Congreso de Historiadores del Cine
Bu?uel, Hitchcock, Alejandro Perla... A la n¨®mina de importantes cineastas con los que colabor¨® el pintor Salvador Dal¨ª hay que a?adir ahora a los hermanos Marx. El gui¨®n de una pel¨ªcula que Dal¨ª ten¨ªa previsto realizar con los c¨®micos norteamericanos en 1937 ha sido hallado ahora en Par¨ªs por F¨¦lix Fa n¨¦s, director del Instituto de Estudios Dalinianos. El documento ser¨¢ presentado la semana pr¨®xima en el VI Congreso de la Asociaci¨®n Espa?ola de Historiadores de Cine
"Siempre se hab¨ªa dicho que Dal¨ª escribi¨® un gui¨®n para los hermanos Marx, pero no exist¨ªa ning¨²n dato al respecto", explic¨® Fan¨¦s. El proyecto del que el experto en la obra de Dal¨ª ha tenido noticia ahora arranca de finales de 1936. Durante uno de sus viajes a Estados Unidos, Dal¨ª entr¨® en contacto con Grouxo y Harpo Marx para escribir el gui¨®n. El trabajo estaba en paradero desconocido para los estudiosos de Dal¨ª hasta que Fan¨¦s lo descubri¨® en un archivo privado de Par¨ªs.Fan¨¦s se neg¨® a facilitar cualquier dato sobre el gui¨®n, que deb¨ªa haberse rodado en 1937 en Hollywood. El director del lnstituto de Estudios Dalinianos dijo que presentar¨¢ el gui¨®n a los congresistas, ante los que analizar¨¢ las circunstancias hist¨®ricas en que se desarroll¨® el proyecto, la conexi¨®n del gui¨®n con el mundo cinematogr¨¢fico daliniano y las im¨¢genes que gener¨®, a pesar de que nunca lleg¨® a convertirse en una pel¨ªcula.Salvador Dal¨ª colabor¨® en numerosos proyectos cinematogr¨¢ficos, pese a considerar el cine un arte inferior: "Contrariamente a la opini¨®n com¨²n, el cine es infinitamente m¨¢s pobre y m¨¢s limitado, para la expresi¨®n del funcionamiento real del pensamiento, que la escritura, la pintura, la escultura y la arquitectura. Apenas hay un arte inferior a ¨¦l excepto la m¨²sica, cuyo valor espiritual, como todos sabemos, es casi nulo". As¨ª comenzaba el pintor su Compendio de una historia cr¨ªtica del cine, provocador cat¨¢logo de gustos y fobias que acompa?¨® la publicaci¨®n, en 1932, del gui¨®n de Babaouo.
El de Dal¨ª fue uno m¨¢s de los muchos proyectos surrealistas que jam¨¢s desembocaron en un filme pero que, como algunos textos de Philippe Soupault, Robert Desnos o Andr¨¦ Breton, arrojan luz sobre las problem¨¢ticas relaciones entre el cine y el m¨¢s rupturista de los movimientos de la vanguardia hist¨®rica.
La relaci¨®n de Dal¨ª con el s¨¦ptimo arte se inicia con su magistral colaboraci¨®n con Luis Bu?uel para la realizaci¨®n de Un perro andaluz. La conmoci¨®n que caus¨® el filme en los c¨ªrculos parisienses fue notable, y no es de extra?ar que desde esa fecha Dal¨ª flirtease constantemente con la pantalla. Y fue en Estados Unidos, por encargo de un Alfred Hitchcock dispuesto a explotar la moda del psicoan¨¢lisis que invadi¨® Hollywood a comienzos de los cuarenta, cuando Dal¨ª realiz¨® su segunda aportaci¨®n, el audaz dise?o de la secuencia on¨ªrica del atormentado Gregory Peck en Recuerda, genial irreverencia hitchockiana de la ortodoxia de Freud. El siguiente paso lo dar¨ªa Dal¨ª en el cine espa?ol, con la versi¨®n de Don Juan Tenorio, filme at¨ªpico que el olvidado Alejandro Perla realiz¨® en 1951aprovechando los decorados teatrales que Dal¨ª hab¨ªa creado para un c¨¦lebre montaje teatral dirigido por Luis Escobar.Desde entonces las relaciones entre el pintor y el cine fueron tan constantes como frustradas. Su genio incontrolable resultaba excesivo para un arte orientado hacia la comercialidad. Sus proyectos se cuentan por fracasos: en 1952 se frustr¨® el rodaje de La carretilla de carne, que el mecenas Alberto Puig Palau hab¨ªa de financiar, con Anna Magnani como principal int¨¦rprete. Tambi¨¦n se frustr¨® Lam, un filme que deb¨ªa protagonizar uno de sus modelos habituales, y a comienzos de los sesenta tampoco vio la luz L'aventure prodigieuse de la dentelli¨¨re et du rhinoc¨¦ros. Hubo que esperar hasta 1975 para que un videoartista espa?ol, Antonio Montes Baquer, realizase con el pintor Impresiones de la alta Mongolia, fascinante ejercicio formal que el malogrado Jos¨¦ Luis Guarner program¨® en su ejemplar Semana de Cine de Barcelona hace mucho, mucho tiempo.
Babelia
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