Una vasta biograf¨ªa de Tennessee Williams detalla la ruina vital que hizo brillar su obra
Se publica la m¨¢s completa investigaci¨®n sobre el dramaturgo norteamericano
"Rose. Su cabeza cortada abierta. Una navaja punzando en su cerebro. Yo. Aqu¨ª. Fumando". El poema de Tennessee Williams sobre la lobotom¨ªa que en 1943 le fue practicada, sin ¨¦l saberlo, a Rose Williams, su hermana e inspiradora del inolvidable personaje de la adolescente en El zoo de cristal, supone uno de los m¨¢ximos fracasos en la vida del dramaturgo. Su carrera nunca se libr¨® del lastre de su torturada primera juventud, como muestra el libro reci¨¦n publicado en Estados Unidos, Tom, el desconocido Tennessee Williams (Crown Publishers), de Lyle Leverich.
Hasta el gran triunfo que supuso El zoo de cristal, estrenada en 1944 y para muchos su obra maestra, la vida de Tom Williams, luego conocido como Tennessee Williams, fue una sucesi¨®n de frustraciones, a las que se a?ad¨ªa lo que ¨¦l llamaba blue devils, o demonios azules o tristes, una referencia a la depresi¨®n. Pero no era ese mal lo que Williams m¨¢s tem¨ªa, sino la locura que llev¨® al psiqui¨¢trico a su hermana Rose. ?sta, a la que se sent¨ªa muy unido, fue desliz¨¢ndose en un proceso de locura que pulveriz¨® la ya desastrosa convivencia familiar.Una amiga de Rose la recuerda como una joven enfermizamente sensible, "tan t¨ªmida con los chicos que no sab¨ªa comportarse en su compa?¨ªa". Primero fueron los dolores de est¨®mago, a los que siguieron las fantas¨ªas de que alguien quer¨ªa envenenarla. Su hermano Tom la cuidaba, la llevaba al cine. S¨®lo con ¨¦l se sent¨ªa relajada".
Una lobotom¨ªa
En 1943, seis a?os despu¨¦s de lo que Tennessee Williams y sus otros bi¨®grafos hab¨ªan dicho anteriormente, Rose, ya internada desde hac¨ªa tiempo, fue v¨ªctima de una lobotom¨ªa bilateral prefrontal a manos del m¨¦dico Paul Schrader, uno de los defensores en aquella ¨¦poca de la pavorosa extirpaci¨®n inventada por el portugu¨¦s Egas Moniz,(Joseph Kennedy, padre del futuro presidente, tambi¨¦n dej¨® que una hija suya fuera lobotomizada). La madre de Rose Williams, Edwina Dakin, dio el consentimiento. De sus otros dos hijos, Dakin estaba en la milicia y a Tom no consigui¨® localizarlo. Edwina Dakin siempre pens¨® que su hijo Tom no le perdon¨® nunca aquella acci¨®n.
Ambos, Rose y Tom, fueron v¨ªctimas de los fantasmas y la imposible convivencia entre sus padres. El cr¨ªtico de The Independent William Scammell opina que el hombre del padre, Cornelius Coffin (ata¨²d) Williams, era la clase de chiste freudiano que ning¨²n escritor hubiera osado inventar". Cornelius, alcoh¨®lico y violento, humillaba a su hijo Tom Ilam¨¢ndole Miss Nancy, y a su hija le dijo una vez que bailaba "como una vaca mugiente". Uno de los temas m¨¢s delicados del libro es si en la destrucci¨®n de Rose pudo haber influido el abuso sexual de su padre. Pero el autor es prudente y explica que cuando ella acus¨® a su padre, refiri¨¦ndose a un incidente aislado, ya era presa de extra?as fantas¨ªas paranoides.
Aterrados por Cornelius Coffin, el refugio en una madre dominante fue la inevitable tabla de salvaci¨®n para los hermanos. Cuando asisti¨® a la representaci¨®n de El zoo de cristal y se vio reflejada en ese personaje manipulador y dominante, pero siempre activado por el deseo visceral de sacar adelante a sus hijos, Tennessee Williams dijo que su madre "saltaba como un caballo comiendo zarzas". Aunque fue ella quien, cuando ¨¦l ten¨ªa 12 a?os,Ie regal¨® la m¨¢quina de escribir en la que Williams canaliz¨® sus miedos.
En el aspecto negativo, su estricto puritanismo en materia sexual marc¨® a Tom y Rose: en ¨¦l, los a?os de confusi¨®n y el tard¨ªo descubrimiento de su homosexualidad, a lo que sigui¨® una promiscuidad con episcopalianos ataques de culpa posteriores; en ella, el hecho de que en sus ataques de locura utilizase un lenguaje obsceno ("horrible, horrible", dijo ¨¦l tras visitarla en 1939).
Benedict Nightingale escribe en The New York Times que la obra de Lyle Leverich, que fue amigo de Tennessee Williams y a quien el propio autor seleccion¨® como bi¨®grafo antes de morir en 1983, a los 71 a?os (Rose Williams vive todav¨ªa), merece gratitud al tratarse del retrato m¨¢s completo y m¨¢s profundamente amplio en las fuentes nunca publicado sobre el dramaturgo, aunque el cr¨ªtico echa de menos en el texto m¨¢s vigor literario.
El libro, de 644 p¨¢ginas, se detiene en 1945, y Leverich ha tenido acceso a cartas, diarios, manuscritos in¨¦ditos y una amplia documentaci¨®n familiar. Cubre s¨®lo los primeros 34 a?os de la vida del dramaturgo, en los que pueden rastrearse a Blanche Du Bois, Alexandra del Lago y otros personajes que han convertido a Williams en uno de los grandes nombres del teatro del siglo XX. Leverich, hombre de teatro, se encuentra trabajando ya en el segundo volumen de la que se considera la m¨¢s completa y profunda investigaci¨®n sobre el dramaturgo norteamericano.
Cambio de nombre
El cambio de nombre del autor de Un tranv¨ªa llamado deseo y La gata sobre el tejado de zinc caliente tiene motivaciones muy poco rom¨¢nticas, seg¨²n la detallada biograf¨ªa de Leverich, que explica que Tentressee fue la falsificaci¨®n que Tom Williams adopt¨® para presentarse a un concurso para menores de 25 a?os. ?l ten¨ªa 28, y cuando fue premiado con 100 escasos d¨®lares se llev¨® el dinero, pero tambi¨¦n el nuevo nombre. La tesis de este primer volumen es que pocas veces una obra literaria ha corrido tan paralela a la biograf¨ªa como en el caso de Tennessee Williams, y queda planteada la pregunta de si un escritor con un pasado menos doloroso hubiese podido crear una obra literaria de una intensidad tan desoladora.
"Mi gran aflicci¨®n... es tal vez el mayor tema de mis escritos, la aflicci¨®n de la soledad que me sigue como una sombra, una onerosa sombra demasiado pesada para transportarla a lo largo de todos mis d¨ªas y todas mis noches", confes¨® el autor a su bi¨®grafo en 1979. En El zoo de cristal, el personaje masculino queda atrapado, en su huida, por los fantasmas que deja atr¨¢s. El ¨¦xito no abandon¨® a Tennessee Williams, a partir del estreno de esa obra, pero sus cambios de humor, sus transiciones de la timidez a la agresividad, de la lucidez a la man¨ªa, de la amabilidad a la crueldad, o las fuertes medicaciones tranquilizadoras, le acompa?aron siempre.
La figura de Tennessee Williams ser¨¢ objeto de unas jornadas acad¨¦micas de teatro, coordinadas por Ana Ant¨®n y Antonio Tordera, en la Universidad de Valencia. Del 12 al 14 de diciembre especialistas espa?oles y extranjeros debatir¨¢n sobre la figura y la obra del dramaturgo, desarrollando temas como La mujer en Williams (C¨¢ndido P¨¦rez G¨¢llego), Tennessee desde el escenario (Rafael Calatayud) y El mundo dram¨¢tico de Tennessee, (Gilbert Debusserch), o la comparaci¨®n con otros importantes dramaturgos anglosajones como Arthur Miller (a cargo C. W. E. Bisgby) o Eugene O'Neill (Ana Ant¨®n).
Tambi¨¦n est¨¢ previsto el estreno en Valencia para el 22 de diciembre de La gata sobre el tejado de zinc caliente, dirigida por Mario Gas y con las actuaciones de Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n y Carmelo G¨®mez.
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