Samba para Jobim
Al a?o de su muerte, conciertos, discos y libros recuerdan al compositor brasile?o
Esta nochevieja, en la playa de Copacabana, Chico Buarque, Caetano Veloso, Milton Nascimento, Gilberto Gil, Gal Costa y Paulinho da Viola interpretar¨¢n canciones de Antonio Carlos Jobim acompa?ados por una orquesta de 44 m¨²sicos y los tambores de la Escuela de Samba de Mangueira. No es el ¨²nico homenaje. Al a?o de su muerte en Nueva York, conciertos, discos y libros recuerdan al compositor brasile?o.
"Longa ¨¦ a arte, t?o breve a vida" cantaba, Antonio Carlos Jobim en Querida, tema principal de una telenovela brasile?a. Fue el ¨²nico que logr¨® que Francis Albert Sinatra firmase con su nombre completo en un disco que ambos grabaron en 1967 y hubiera estado entre los invitados a su fiesta de cumplea?os de no haber muerto en un hospital de Nueva York el 8 de diciembre de 1994. Ese mismo d¨ªa de 1980, muy cerca de all¨ª, un desequilibrado pon¨ªa fin a la vida de John Lennon. Las primeras flores que llegaron al centro m¨¦dico Monte Sina¨ª las mand¨® su amigo Sinatra. Y la Casa Blanca hizo p¨²blica una nota en la que el presidente Clinton expresaba su tristeza por la p¨¦rdida de Mr. Jobim.Quiz¨¢ sea posible encontrar a alguien que no haya o¨ªdo hablar de Antonio Carlos Jobim; lo que parece poco probable es dar con alguna persona que no conozca Desafinado, Wave, Samba de uma nota s¨®, Insensatez, Medita?ao o Aguas de mar?o. Las han grabado desde Nat King Cole, Ella Fitzgerald, Quincy Jones, Miles Davis y Tony Bennett hasta Pat Metheny, Sting o Sin¨¦ad O'Connor. No hay sala de aeropuerto, consulta m¨¦dica o ascensor de hotel donde no acabe por sonar una de esas "cancioncillas",como ¨¦l las denominaba, que le permit¨ªan pagar el alquiler a fin de mes y que hacen de Jobim uno de los grandes compositores de este siglo.
Para pasar a la historia bastar¨ªa con La chica de Ipanema, entre las 10 canciones m¨¢s grabadas de todos los tiempos. En Estados Unidos, Jobim es el compositor for¨¢neo m¨¢s interpretado tras Lennon y McCartney. Y el que fue productor de los Beatles, George Martin, a¨²n recuerda la impresi¨®n que le caus¨® su banda sonora para Orfeo negro, en 1959: "Era un soplo de aire fresco, entrando en un viejo cuarto polvoriento". Hay que imaginar el impacto de aquel 78 rpm de 1958 con Chega de saudade o el disco Getz / Gilberto, del que se vendieron un mill¨®n de ejemplares en 1964.
Los homenajes a Tom Jobim se han ido sucediendo. El m¨¢s concurrido, en el Lincoln Center de Nueva York, el pasado mes de abril. Esta nochevieja, en la playa de Copacabana, frente al hotel Palace, y antes del tradicional castillo de fuegos artificiales, Chico Buarque, Caetano Veloso, Milton Nascimento , Gilbert¨® Gil, Gal Costa y Paulinho da Viola interpretar¨¢n canciones de Jobim acompa?ados por una orquesta de 44 m¨²sicos y los tambores de la Escuela de Samba de Mangueira.
Cuatro biograf¨ªas
Hace unos meses que lleg¨® a las librer¨ªas brasile?as Visdo do Paraiso-A Mata Atl¨¢ntica, con textos de Tom Jobim sobre la fauna y flora en lo que queda de bosque litoral en Brasil. Tambi¨¦n Tons sobre Tom, curioso acercamiento a partir de conversaciones con amigos, familiares y colaboradores. Pero la pol¨¦mica ha estallado con la traducci¨®n al portugu¨¦s del trabajo de un espa?ol, que se anuncia al p¨²blico como biograf¨ªa de Jobim. "Puede llamarlo como quiera", ha dicho la viuda del compositor, la fot¨®grafa Ana Lontra Jobim, "pero para m¨ª eso no es una biografia. Estuy¨® con Tom un par de veces como mucho". Lo considera oportunista y lamenta que se haya adelantado a la biograf¨ªa que ha estado escribiendo una de las personas que mejor conoci¨® a Antonio Carlos Brasileiro de Almeida Jobim: su hermana Helena, a la que le deb¨ªa lo de Tom porque de peque?a le llamaba tom tom. Al menos otras dos biograf¨ªas suntuosas ver¨¢n la luz a lo largo de 1996.Por estas fechas se est¨¢n publicando discos con m¨²sica de Jobim. En Estados Unidos, tras la edici¨®n de The Antonio Carlos Jobim Songbook (Verve / Polygram), con antiguas grabaciones de artistas de jazz, la misma compa?¨ªa presenta dentro de un original cuaderno de anillas tres compactos bajo el t¨ªtulo de The man from Ipanema y Warner promete otra caja con cinco de sus ¨¢lbumes. En el mercado brasile?o se han puesto a la venta un estuche recopilatorio de cuatro discos (Polygram) y el doble Antonio Carlos Jobim instrumental (Lumiar), que contiene piezas grabadas en estos meses por Hermeto Pascoal, Wagner Tiso o Egberto Gismonti. Y, por fin al alcance de todos, In¨¦dito (BMG Adola), maravillosa grabaci¨®n efectuada por Jobim en 1987 en su propia casa, y que s¨®lo ten¨ªan los privilegiados clientes de una constructora que financi¨® aquel regalo navide?o.
Paulo Jobim, el hijo mayor, quiere terminar durante el pr¨®ximo a?o los tres vol¨²menes para piano con la obra del maestro. Un sue?o de su padre: partituras sin errores en armon¨ªas o melod¨ªas. Varias editoras se han quedado con la mejor parte de los derechos de autor. A Jobim le dieron las migajas de la fortuna ya que, de joven hab¨ªa firmado contratos disparatados. Lleg¨® a decir que, caso de disponer de 10 millones de d¨®lares, intentar¨ªa comprar sus m¨²sicas. Y a?ad¨ªa con una sonrisa: "Seguro que no me las querr¨ªan vender".
El pr¨®ximo 25 de enero hubiera cumplido 69 a?os. Para Caetano Veloso, la bossa nova que influenci¨® al mundo y revolucion¨® a Brasil nada hubiera sido sin la luz de Antonio Carlos Jobim. En la canci¨®n Paratodos, Chico Buarque proclama que su maestro, soberano fue Antonio Brasileiro. Y Jorge Amado escribi¨®: "Vivir¨¢ para siempre en las canciones que nos dej¨®".
Cambio de placas
A los dos d¨ªas de su entierro en la sepultura n¨²mero 5.525 del cementerio de San Juan Bautista, la alcald¨ªa de R¨ªo de Janeiro decidi¨® rebautizar la avenida Vieira Souto, que recorre la playa de Ipanema, con el nombre de Antonio Carlos Jobim. La idea parec¨ªa buena. Al fin y al cabo, nadie contribuy¨® m¨¢s a la fama del barrio. Se a?ad¨ªa un detalle entra?able: la avenida hace esquina con la antigua calle Montenegro, hoy Vinicius de Mor¨¢es. Pero los descendientes de Vieira no estaban dispuestos a que su ancestro se quedara compuesto y sin calle. Llevaron el caso a la justicia y otro tanto hicieron m¨¢s tarde los siguientes agraviados en el callejero carioca, herederos del vizconde de Piraj¨¢.Ser¨¢ el nuevo parque alrededor de la laguna Rodrigo de Freitas el que lleve finalmente su nombre. Y donde se cruza con la Viniclus de Mor¨¢es habr¨¢ plaga alusiva a los autores de La chica de Ipanema. En enero se va a inaugurar una escultura de Jobim en uno de sus lugares favoritos: el Jard¨ªn Bot¨¢nico. Muchos, entre ellos la familia, contin¨²an apostando por otra opci¨®n. Si se salen con la suya, alg¨²n d¨ªa se aterrizar¨¢ en el aeropuerto internacional Antonio Carlos Jobim. Mientras, por megafon¨ªa sonar¨¢n los acordes de su Samba do A vido,"Mi alma canta./ Veo R¨ªo de Janeiro./ Estoy muriendo de nostalgia./ R¨ªo, su mar, playas sin fin.../ Dentro de un minuto estaremos ah¨ª./ Cristo Redentor. / Brazos abiertos sobre la bah¨ªa de Guanabara... / Abr¨®chense el cintur¨®n,/ estamos llegando".
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