Jupp¨¦ propone reducir la jornada laboral para paliar la crisis social y econ¨®mica en Francia

La cumbre social francesa se convirti¨® ayer, una vez reunida, en una cumbre para el empleo. Alain Jupp¨¦ pidi¨® a sus interlocutores, sindicatos y empresarios, que fueran conscientes de la gravedad de la situaci¨®n y se comprometieran a alcanzar acuerdos sobre la reducci¨®n de la jornada laboral y el empleo de los j¨®venes, en un momento en que la econom¨ªa da muestras de asfixia y el paro sube de nuevo. El primer ministro se neg¨® a congelar los impuestos creados en los ¨²ltimos meses, como le ped¨ªan algunos miembros de su propio Gobierno, pero dio su palabra, de que ya no habr¨ªa m¨¢s incrementos de la presi¨®n fiscal. Jupp¨¦ parec¨ªa acorralado por el r¨¢pido empeoramiento de la coyuntura econ¨®mica.
La reuni¨®n concluy¨® en la madrugada tras diez horas de discusi¨®n con dificultades para acordar un comunicado conjunto. Un portavoz sindical se?al¨® que se hab¨ªa alcanzado un cierto consenso sobre medidas destinadas a fomentar el consumo, entre ellas, la ampliaci¨®n de los pr¨¦stamos sin inter¨¦s para la compra de viviendas protegidas, pero costaba acercar posiciones en tomo a la reducci¨®n de la jornada laboral y la creaci¨®n de empleo.Al abrir la cumbre, Jupp¨¦ record¨® que Francia viv¨ªa "un periodo de grandes dificultades" y que "una inquietud profunda hab¨ªa empujado incluso a quienes segu¨ªan trabajando a mostrar comprensi¨®n hacia huelguistas y manifestantes". Insisti¨® en que el origen de todos los problemas estaba en el paro y que ¨¦ste, ya muy alto (casi tres millones de personas en busca de empleo, otros dos millones definitivamente fuera del circuito laboral, unos 300.000 mendigos, uno de cada cuatro j¨®venes sin trabajo), pod¨ªa crecer en los pr¨®ximos meses porque el crecimiento econ¨®mico estaba "debilit¨¢ndose".
Jupp¨¦ reiter¨® que los ejes de la negociaci¨®n abierta ayer deb¨ªan ser tres: crecimiento econ¨®mico empleo juvenil y reducci¨®n de la jornada laboral. Para paliar el paro de los j¨®venes, pidi¨® a los empresarios que se comprometieran a contratar 250.000 menores de 25 a?os en los pr¨®ximos doce meses.
Los primeros intercambios reflejaron las enormes diferencias entre los interlocutores. Louis Viannet, el secretario general de la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT, procomunista) pidi¨® que, para empezar, se retirara el plan de reforma de la Seguridad Social y que se negociara un incremento de los salarios, dos asuntos sobre los que Jupp¨¦ no estaba dispuesto a hablar. Mientras tanto, decenas de miles de personas se manifestaban en apoyo de los sindicatos.La cumbre de Matignon reuni¨® al jefe del Gobierno y 11 de sus ministros con delegaciones de los sindicatos reivinditativos Confederaci¨®n General del Trabajo y Fuerza Obrera; de los sindicatos reformistas Confederaci¨®n Francesa Democr¨¢tica del Trabajo, Confederaci¨®n General de Cuadros y Confederaci¨®n Francesa de Trabajadores Cristianos; y de las organizaciones empresariales Confederaci¨®n de Peque?as y Medianas Empresas y Confederaci¨®n Nacional de Patronos Franceses.La cumbre naci¨® bajo la amenaza de que una inminente crisis econ¨®mica se sumara a la crisis social, y por la sensaci¨®n generalizada de que Jupp¨¦ perd¨ªa el control de la situaci¨®n. El primer ministro accedi¨® al cargo con el empleo como prioridad, seis meses m¨¢s tarde cambi¨® esa prioridad por la de reducir los d¨¦ficits, y un mes despu¨¦s afirmaba que lo primero era relanzar la econom¨ªa. Demasiadas prioridades para un solo hombre.Los indicadores se?alan con insistencia que la actividad econ¨®mica est¨¢ perdiendo impulso y que en 1996 volver¨¢ acrecer el desempleo en Francia. Se trata de una situaci¨®n muy preocupante para Jacques Chirac, el gran ausente de la crisis, quien gan¨® la presidencia con la promesa de crear empleos. Los barones y diputados de la derecha, que en 1998 arriesgar¨¢n sus cargos y esca?os en las urnas, muestran por su parte una creciente inquietud, y se prodigan las propuestas para relanzar la econom¨ªa, contradictorias a veces con las del primer ministro.
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