Un futuro asociado
Los autores sostienen que las conclusiones de la Conferencia Euromediterr¨¢nea influir¨¢n en el acercamiento entre la UE y los socios mediterr¨¢neos
La renovaci¨®n del acuerdo entre la Uni¨®n Europea y el Reino de Marruecos permite plantear la posibilidad de iniciar una relaci¨®n basada en la asociaci¨®n. Este acuerdo dar¨¢ paso a un nuevo periodo, en el que el modelo de relaciones pol¨ªticas, econ¨®micas y comerci¨¢les en todos aquellos asuntos de inter¨¦s com¨²n se establecer¨¢ de conformidad con los principios de reciprocidad y de asociaci¨®n.Al considerar el balance de las relaciones establecidas por Marruecos y la UE desde los a?os sesenta, los marroqu¨ªes destacan la ambig¨¹edad de sus efectos sobre el desarrollo de su econom¨ªa. Un desfase ha opuesto siempre el discurso euf¨®rico que acompa?a la institucionalizaci¨®n de dichas relaciones y las realizaciones, que siempre han estado por debajo de las promesas. Ahora hay que hacer hincapi¨¦ para que el nuevo acuerdo, as¨ª como los trabajos de la Conferencia de Barcelona, se traduzcan en una renovaci¨®n cualitativa de las relaciones entre ambas partes.
La nueva pol¨ªtica no puede quedarse restringida a una cooperaci¨®n entre gobiernos y administraciones, sino que debe de vincularse tambi¨¦n estrechamente a los parlamentos y representantes del pueblo y al conjunto de la sociedad civil en un amplio- movimiento asociativo. Para que dicha asociaci¨®n arraigue realmente y no se quede en el plano te¨®rico, mercantil o meramente superestructural, ser¨¢ preciso que los dos socios, el europeo y el marroqu¨ª, se impliquen mutuamente apoyando y respaldando este nuevo proyecto de progreso econ¨®mico, social y democr¨¢tico.
El apoyo financiero con que despega este proyecto asociativo es prometedor. En la cumbre de Cannes, el presidente en ejercicio del Consejo, Felipe Gonz¨¢lez, seguro del apoyo total de sus nuevos representantes, ha sabido defender estos intereses con la misma firmeza que utiliz¨® en otras ocasiones para defender los intereses de su propio pa¨ªs.
La renovaci¨®n de las relaciones euromediterr¨¢neas implica la superaci¨®n de las limitaciones tradicionales que han acarreado una evoluci¨®n progresiva de dichas relaciones: sobre todo la limitaci¨®n comercial. Se otorgar¨¢ un inter¨¦s particular al tema de la deuda exterior, que tiene que ser tratada de manera audaz con el fin de superar uno de los mayores obst¨¢culos del desarrollo.
El auge de los riesgos de inestabilidad en la regi¨®n sur mediterr¨¢nea debido a la emergencia de fen¨®menos de violencia, a la presi¨®n migratoria y al comercio de la droga, no deber¨¢ tratarse de manera aislada en el tema de las relaciones entre ambas orillas del Mediterr¨¢neo. La necesaria mutaci¨®n de dichas relaciones al servicio de un codesarrollo mantenido y sostenido es lo ¨²nico que podr¨¢, per se, contrarrestar todas las manifestaciones de inestabilidad en la regi¨®n.
Las conclusiones de la ConfereAcia Euromediterr¨¢nea auguran progresos en el proceso de acercamiento rec¨ªproco entre la UE y los socios mediterr¨¢neos.
El papel preferencial que Marruecos puede desempe?ar en esta nueva pol¨ªtica mediterr¨¢nea es evidente. Las nuevas relaciones de asociaci¨®n superan con creces cualquier etapa anterior y abren la dimensi¨®n del di¨¢logo pol¨ªtico y del libre intercambio de bienes, servicios y capitales. El proyecto de Acuerdo de Asociaci¨®n resulta ser una s¨®lida base de cooperaci¨®n a largo plazo instaurando una concertaci¨®n regular sobre cuestiones internacionales de inter¨¦s mutuo y permitiendo a las partes implicadas tener en cuenta y en consideraci¨®n los intereses de la otra parte. Pero junto a este di¨¢logo pol¨ªtico, una de las novedades m¨¢s destacables que la nueva asociaci¨®n ofrece es el establecimiento de una zona de libre cambio que entrar¨¢ en vigor seg¨²n el calendario mutuamente acordado.
Dentro de estas relaciones generales tiene un lugar prioritario el nuevo acuerdo de pesca. Un acuerdo que debe conjugar, compatibil¨ªzar y potenciar los intereses de las dos partes asociadas, sirviendo de uni¨®n por encima de dificultades y beneficiando a los trabajadores del sector.
La tensi¨®n vivida a lo largo de todo el proceso de negociaciones sobre la pesca tendr¨ªa que hacer reflexionar a ambas partes sobre la necesidad de proteger los recursos de la regi¨®n y de suscitar nuevos arbitrajes entre los sistemas productivos de ambas orillas del Mediterr¨¢neo por mediaci¨®n de una dinam¨ªzaci¨®n progresiva y saludable para todos.
Tambi¨¦n las primeras experiencias de esta nueva interrelaci¨®n asociativa en el campo empresarial dejan entrever un futuro con grandes posibilidades. El programa comunitario Med partenariado Marruecos, por ejemplo, en los encuentros del pasado mes de mayo en Marraquech consigui¨® que 252 empresas marroqu¨ªes contactaran directamente con 780 directivos de empresas procedentes de la Uni¨®n Europea (663 peque?as y medianas empresas), de los pa¨ªses del Este y de la regi¨®n mediterr¨¢nea (117 peque?as y medianas), organiz¨¢ndose en total m¨¢s de 4.000 encuentros con responsables de empresas marroqu¨ªes y empresas visitantes: una muestra m¨¢s de la gran aceptaci¨®n y el empuje con el que arranca esta nueva colaboraci¨®n.
Se abre, en definitiva, una nueva etapa en las relaciones entre el Reino de Marruecos y la Uni¨®n Europea que puede superar en mucho el pasado.
Un cambio que debe de ir acompa?ado de una nueva mentalidad, de una nueva forma de trato y de interrelaci¨®n institucional y personal, basada en la consideraci¨®n rec¨ªproca de ser socios y pa¨ªses asociados, cuyos intereses y tareas en com¨²n apenas si deben de dejar lugar para alimentar tensiones y conflictos.
La conclusi¨®n de los nuevos acuerdos entre Europa y los pa¨ªses del Magreb ser¨¢, por consiguiente, utilizada por todas las partes interesadas para favorecer el resurg¨ªmiento de la Uni¨®n del Magreb Arabe (UMA). Esto permitir¨¢ a los pa¨ªses del Magreb adaptarse a las implicaciones de la liberalizaci¨®n comercial y de gestionar de manera solidaria y eficaz los programas de cooperaci¨®n con Europa sobre temas de orden pol¨ªtico y cultural, as¨ª como en los sectores de la energ¨ªa, de las infraestructuras en el dom¨ªnio de las aguas y de la protecci¨®n del medio ambiente.
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