Un divorcio entre caballos

Tras una decena de pel¨ªculas para cine y televisi¨®n rodadas en su Suecia natal por Lasse Hallstrom, obtiene un gran ¨¦xito internacional como Mi vida como un perro (1985). Principalmente interesado por los problemas infantiles, en esta ocasi¨®n consigue una especial repercusi¨®n al narrar la triste vida de un ni?o de 12 a?os. Hallstrom sabe aprovechar la oportunidad, y con la d¨¦cada de los noventa emprende una nueva carrera como director en Estados Unidos. Cambia por completo de tem¨¢tica y se dedica a analizar aspectos marginales de la sociedad norteamericana en la irregular Querido intruso (1990), la conseguida ?A qui¨¦n ama Gilbert Grape? (1992) y la discutible Algo de qu¨¦ hablar (1995).Realizada con gran habilidad por el sueco Lasse Hallstrom y con excelente fotograf¨ªa de su compatriota Sven Nykvist, lo m¨¢s curioso de esta pel¨ªcula es que pertenece a ese g¨¦nero de producciones norteamericanas cuyo m¨¢ximo defecto es que son tan localistas que parece mentira que puedan distribuirse en el resto del mundo.

Ambientada en la ciudad de Savannah y sus alrededores, en el Estado de Georgia, narra c¨®mo una joven de la alta burgues¨ªa sure?a lleva una vida pr¨¢cticamente perfecta. Todo le sonr¨ªe, rodeada de su marido y su hija, mientras trabaja en el productivo negocio de cr¨ªa de caballos montado por su padre. Hasta que un d¨ªa descubre por casualidad que su marido tiene una aventura con otra mujer, su mundo se hunde y trata de sobrevivir a la cat¨¢strofe.

A partir de este momento se desarrolla la m¨ªnima historia de Algo de qu¨¦ hablar, una sucesi¨®n de peque?os incidentes que tratan de reflejar el car¨¢cter matriarcal de una sociedad, c¨®mo la protagonista se apoya en su madre y su hermana para soportar la situaci¨®n y ¨¦stas reaccionan de manera agresiva contra los hombres, la primera respecto a su marido y la segunda frente a la especie en general.

Muy bien rodada por Lasse Hallstrom y con interpretaci¨®n excelente del tr¨ªo femenino compuesto por Julia Roberts, en el papel de la protagonista; Gena Rowlands, en el de su madre, y Kyra Sedgwick, en el de su hermana; frente a los mucho menos lucidos papeles de Robert Duvall, como el padre, y Dennis Quaid, como el marido; Algo de qu¨¦ hablar tiene el defecto de narrar una historia demasiado inconsistente dentro de unas coordenadas en exceso localistas.