Una retrospectiva de Robert Frank desnuda rincones del alma de Am¨¦rica
El Whitney Museum muestra 159 obras del fot¨®grafo de los 'beats'
En 1955, el fot¨®grafo suizo Robert Frank emprendi¨® un largo viaje a Estados Unidos. Le gui¨® la "pura intuici¨®n y seguir fotografiando, seguir mirando", dijo. A¨²n no era amigo de Allen Ginsbeyg ni de Jack Kerouac, pero sus im¨¢genes de la serie Los americanos siguen la ruta libre que gui¨® al Kerouac de El camino. Junto a la exposici¨®n de la beat generation, el Vhitney Museum de Nueva York ha abierto una retrospectiva dedicada a la obra total de Robert Frank, el europeo que mejor retrat¨® a los americanos.
Las 159 obras, fechadas entre 1944 y 1994, podr¨¢n contemplarse hasta el 11 de febrero. Y por encima de ellas surge el lema favorito de Robert Frank: "S¨®lo con el coraz¨®n puede uno mirar correctamente. Lo esencial es invisible al ojo". Las frases son de El principito, de Antoine de Saint-Exup¨¦ry, y Frank parece haberlas tenido muy en cuenta, dada la extraordinaria calidad de Sus im¨¢genes: borrosos mineros galeses con la cara ennegrecida, un ni?o en una playa de Valencia subido a un caballo de madera; un Londres plagado de geometr¨ªas; rostros de Venecia, paisajes de Per¨²... Hasta llegar a la serie Los am¨¦ricanos, sobre las que dice Sarah Greenough: "Su estilo era tan libre, suelto e innovador como los brillantes saltos ling¨¹¨ªsticos de Kerouac, y tan directo, espont¨¢neo e intenso como los gritos apasionados de Ginsberg".Allen Ginsberg ha dicho, que Frank invent¨® "una nueva manera de solitaria mirada consciente al azar en el peque?o formato de la Leica. Mirada espont¨¢nea, verdad por accidente". Frank, en los 687 rollos de pel¨ªcula que dispar¨® entre. abril de, 1955 y junio de 1956, en breves viajes por el continente que es Estados Unidos, fue fiel al dicho de Ginsberg: "El primer pensamiento, el mejor pensamiento". En medio del optimismo de la posguerra, esas im¨¢genes espont¨¢neas capturaron la marginalidad de Am¨¦rica; la tristeza de los grandes espacios y los peque?os poblados, anuncios luminosos y gente apagada; la odiosa segregaci¨®n racial; la voracidad de los pol¨ªticos; la pobreza.
La imagen de Am¨¦rica de Frank fue pol¨¦mica, y considerada como antiamericana por los m¨¢s conservadores, pero los cr¨ªticos se apresuraron a conectarlo con Walt Whitman y con los beats en su intent¨® de crear una oda expresando sus reacciones ante aquel vasto pa¨ªs. Pintores, cineastas, escritores, fot¨®grafos, vieron en esa serie un desaf¨ªo libre contra la seguridad de los valores establecidos.
Adem¨¢s de Estados Unidos, Frank ha viajado por Latinoam¨¦rica o L¨ªbano, ha recorrido Canad¨¢ y Europa. Nunca le gust¨® sentirse seguro en los sitios adonde iba. "Para eso me hubiera quedado en Suiza", dijo. Nacido el 9 de noviembre de 1924 en Z¨²rich, en una familia jud¨ªa, en 1947 lleg¨® a Nueva York, y su primera intenci¨®n no fue la de quedarse, pero consigui¨® trabajo en Harper's Bazaar y empez¨® as¨ª una carrera que luego se extender¨ªa al cine. Entremedias aparece, su permanente intento. de fusi¨®n entre, fotograf¨ªa y arte, con experimentos sobre im¨¢genes, m¨²ltiples y objetos y procedimientos que usan la superficie fotogr¨¢fica como una paleta. El dolor de las desgracias familiares (una hija muerta en accidente a¨¦reo en 1974 y un hijo enfermo mental) dan a su obra ¨²ltima un giro autobiogr¨¢fico de un aliento desgarrado y conmovedor.
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