El rey Fahd de Arabia Saud¨ª cede temporalmente el control del Estado a su hermanastro Abdula
El "examen de rutina" que llev¨® al rey Fahd de Arabia Saud¨ª a un hospital de Riad a comienzos de diciembre ha tenido resultados m¨¢s graves de lo previsto. En un gesto que ha despertado la inquietud en Occidente, Fahd, de 73 a?os, cedi¨® ayer el control del Estado a su hermanastro y pr¨ªncipe heredero Abdula, de 71, para poder reponerse de lo que al parecer fue una embolia cerebral. Diplom¨¢ticos acreditados en la capital saud¨ª ya advirtieron en diciembre que la enfermedad de Fahd parec¨ªa m¨¢s grave de lo que el herm¨¦tico r¨¦gimen saud¨ª pretend¨ªa. Abdula es jefe de la Guardia Nacional, con 57.000 miembros.
El anuncio del traspaso temporal de poderes en el mayor exportador mundial de petr¨®leo fue hecho mediante un decreto real. El rey Fahd, que pudo ser visto por sus s¨²bditos ayer en la televisi¨®n nacional en un acto protocolario en el que apareci¨® junto al pr¨ªncipe heredero, no ha abdicado, aunque el gesto de ceder el gobierno de los asuntos de Estado y el cargo de primer ministro, que habitualmente desempe?a, resulta ins¨®lito en una monarqu¨ªa absolutista y especialmente celosa de sus tradiciones.Abdula Ben Abdel Aziz, que es tan s¨®lo dos a?os m¨¢s joven que Fahd, acept¨® la encomienda real y asegur¨® su disposici¨®n a consultar a su hermanastro cuando las tareas de gobierno as¨ª lo requieran. "Acudir¨¦ a ti cada vez que necesite ser guiado por tus consejos", proclam¨® Abdula en su calculado mensaje de aceptaci¨®n.
El rey Fahd aprovech¨® la ma?ana de ayer para recibir al pr¨ªncipe Abdula y a su tambi¨¦n hermanastro y principal rival para asumir la herencia de Fahd, el ministro de Defensa, el pr¨ªncipe Sult¨¢n, de 68 a?os, Sult¨¢n ha fracasado hasta el momento en sus pretensiones de integrar a los 57.000 bien armados miembros de la Guardia Nacional en el Ej¨¦rcito saud¨ª, formado por 100.000 hombres. Durante la ceremonia, retransmitida por televisi¨®n, pudo verse a Fahd ayud¨¢ndose de un bast¨®n, cumplimentando a sus invitados.
Perfil de regente
Sin embargo, como indic¨® ayer un diplom¨¢tico occidental en Riad, "el rey Fahd est¨¢ todav¨ªa recuper¨¢ndose de su ataque... y le costar¨¢ alg¨²n tiempo volver a recuperar su ritmo de vida". Para este diplom¨¢tico, que prefiri¨® ocultarse tras el velo de la discreci¨®n, "el rey Fahd mantiene el control. El pr¨ªncipe heredero est¨¢ asumiendo m¨¢s poder en forma de una regencia". Desde la hospitalizaci¨®n de Fahd, el pasado 30 de noviembre, el perfil pol¨ªtico del pr¨ªncipe heredero se ha hecho m¨¢s vivo. Abdula presidi¨® a comienzos de diciembre la reuni¨®n del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (formado por Arabla Saud¨ª, Kuwait, Bahrein, Emiratos ?rabes Unidos, Qatar y Om¨¢n).La prooccidental Arabia Saud¨ª, la principal potencia ¨¢rabe de la regi¨®n, tanto en lo militar como en lo econ¨®mico, ocupa. el 80% de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga. Riad sigue siendo el principal exportador mundial de petr¨®leo, con siete millones de barriles diarios, aunque su econom¨ªa padece todav¨ªa los efectos de la ca¨ªda del precio del crudo y la costosa factura de la guerra del Golfo contra Irak. De ah¨ª que el presupuesto de este a?o tendr¨¢ un car¨¢cter restrictivo.
La condici¨®n de aliado favorito de Occidente ha hecho que la aversi¨®n del r¨¦gimen saud¨ª a los m¨¦todos democr¨¢ticos y sus reiteradas violaciones de los derechos humanos, sobre todo en la aplicaci¨®n de decapitaciones y ejecuciones inscritas en la sharia (ley isl¨¢mica), no hayan encontrado severas condenas en los Gobiernos amigos.
A la inquietud despertada por la precaria salud de Fahd hay que a?adir el atentado del pasado 13 de noviembre en Riad contra un edificio de la Guardia Nacional cedido al Pent¨¢gono estadounidense, en el que murieron cinco norteamericanos. El pr¨ªncipe Abdula advirti¨® entonces que "los enemigos est¨¢n al acecho", sin a?adir m¨¢s datos sobre esos emboscados enemigos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.