Se publica el diario secreto del pol¨ªtico Getulio Vargas

Getullo Vargas, el pol¨ªtico mas importante del siglo XX. en Brasil, jefe revolucionario, presidente y dictador, escribi¨® a l¨¢piz un diario secreto donde se extasi¨® con la evocaci¨®n de una amante que le romp¨ªa el alma, anot¨® conspiraciones y remembranzas y comenta las vicisitudes nacionales y conspiraciones palaciegas do su pa¨ªs. Vargas, quien en los manuscritos considera la muerte como una salida honrosa del fracaso, se suicid¨® en 1954 de un tiro en el pecho.

La existencia de este excepcional documento, guardado por uno de sus hombres de m¨¢xima confianza, y a la venta desde hace unas semanas en dos tomos de 600 p¨¢ginas cada uno, era sospechada por otro de los ¨ªntimos del hombre que encabez¨® una revoluci¨®n en 1930, particip¨® en la guerra civil y sofoc¨® con la ayuda del servicio secreto ingl¨¦s una rebeli¨®n comunista y otras sublevaciones contrarias."Cu¨¢ntas veces dese¨¦ la muerte como soluci¨®n, en vida. Despu¨¦s de humillarme, sintiendo que todo era in¨²til, me decid¨ª por la revoluci¨®n. Y yo, el m¨¢s pac¨ªfico de los hombres, me decid¨ª por la muerte. Pero venc¨ª, vencimos todos", escribi¨® en el diario. Para Paulo Moreira, de la revista Veja, publicaci¨®n que revel¨® la existencia del diario, Vargas dej¨® mas que una herencia: dej¨® una era, la era Vargas". "Lleg¨® en tren a R¨ªo de Janeiro para acabar con los fraudes electorales pero all¨ª se instal¨® durante 15 a?os e hizo mucho m¨¢s, incluso cancel¨® elecciones, censur¨® la prensa y se gan¨® una cadena de enemigos (...), pero dej¨® una idea de naci¨®n soberana".

Getulio Vargas, ya gobernante, almacen¨® en el diario todas sus instrucciones favorables a la violaci¨®n de la correspondencia y el espionaje telef¨®nico de dos adversarios pol¨ªticos; recela tambi¨¦n de las reuniones de gentes pr¨®ximas a su Administraci¨®n y se enfada mucho con las cr¨ªticas period¨ªsticas. Su peripecia es la de Brasil en aquella ¨¦poca. El singular pol¨ªtico, aficionado al cine y al teatro, y para quien la dictadura era una forma de gobierno tan v¨¢lida como cualquier otra.

Sus anotaciones sobre pol¨ªtica internacional son esclarecedoras: "Recib¨ª hoy por la tarde al. se?or John Simon, ministro de Inglaterra. C¨®mo defienden esos hombres los intereses materiales de sus pa¨ªses, aun a costa de explotarnos". Vargas, casado y con cinco hijos, cita por su nombre a m¨¢s de 1.300 personas y alude a sus frecuentes aventuras extramatrimoniales, alguna "mercenaria", pero distingue, sin nombrarla, a su hermosa amante de 14 a?os, mujer por la que sinti¨® una atracci¨®n irresistible.