Rehenes en Sarajevo
SI LA fuerza multinacional (Ifor) que se despliega en Bosnia bajo el liderazgo de la OTAN quiere ser m¨¢s eficaz que los cascos azules de Unprofor, debe obviar querellas bizantinas sobre su mandato y resolver caso por caso en funci¨®n de su gravedad inmediata y de su incidencia sobre el futuro de la paz. El caso de los 16 civiles bosnios secuestrados en Sarajevo por las fuerzas serbias ha sido la primera piedra de toque. La libera ci¨®n incondicional de todos ellos despu¨¦s de un tenso regateo p¨²blico demuestra que se ha actuado con eficacia, pero el espect¨¢culo de controversias entre responsa bles pol¨ªticos de las fuerzas aliadas ha sido poco edificante a la hora de ganarse el respeto de los firmantes del acuerdo de Dayton. El secuestro de 16 musulmanes que hab¨ªan osado penetrar en el barrio serbio de Ilidza constituye un desaf¨ªo al acuerdo de paz, que establece la libertad de movimientos de los civiles en toda Bosnia y, en primer lugar, en su capital. Especialistas en pulsos a la comunidad internacional, los serbios quieren probar la rapidez y determinaci¨®n de la OTAN. Igual que en el pasado, cuando ten¨ªan que v¨¦rselas con la ONU, se han encontrado como primera respuesta con una lamentable algarab¨ªa de declaraciones contradictorias.
La presencia de los soldados de la OTAN hizo creer a los habitantes del Sarajevo multi¨¦tnico asediado por los serbios que pod¨ªan moverse libremente por toda su ciudad, incluidos los barrios controlados por las milicias de Karadzic y Mladic. Cuando el Gobierno bosnio puso el grito en el cielo por este secuestro colectivo, la primera reacci¨®n de algunos responsables civiles y militares de la OTAN fue declarar que sus soldados tienen como misi¨®n. mantener separadas a las facciones y no actuar como una fuerza de polic¨ªa. Por suerte, Estados Unidos Corrigi¨® el error al precio de desautorizar a William Perry, su secretario de Defensa. "No hay elemento del acuerdo de paz mas importante para los civiles de Bosnia que su libertad de movimientos", declar¨® el portavoz del Departamento de Estado. El mismo d¨ªa, el n¨²mero dos de Ifor acert¨® al afirmar que el secuestro de los musulmanes "choca con el acuerdo de paz".
La fuerza de la OTAN est¨¢ en Bosnia para imponer la paz firmada por los presidentes de Croacia, Serbia y Bosnia. Esa es su gran diferencia con Unprofor. Para ello, sus soldados, a diferencia de los cascos azules, cuentan con armas y apoyo log¨ªstico, suficientes para imponerse a cualquier facci¨®n. Su primera tarea pr¨¢ctica, aquella que determinar¨¢ el ¨¦xito o el fracaso de su misi¨®n, es restablecer la unidad de Sarajevo y asegurar la libre Circulaci¨®n de sus habitantes. Si sus soldados terminan convertidos en testigos mudos de las tropel¨ªas cometidas contra los civiles, s¨®lo habr¨¢ variado el color de las boinas y los veh¨ªculos.
La experiencia ha demostrado que los serbios entienden muy bien el lenguaje de la fuerza. Aceptaron sentarse a negociar s¨®lo despu¨¦s de que las fuerzas a¨¦reas de la OTAN respondieran a la' ¨²ltima matanza en el mercado de Sarajevo y las tropas croatas y bosnias hubieran destruido el mito de, su invencibilidad. Nueva prueba (le este principio fue la liberaci¨®n, ayer, de los secuestrados una vez que Washington alz¨® la voz.
Nadie dijo que esta misi¨®n fuera a ser un desfile militar bajo una lluvia de flores. Como dijo ayer Javier Solana, secretario general de la OTAN, llevar¨¢ mucho tiempo" convertir en convivencia. pac¨ªfica el odio existente entre las distintas comunidades. Pero el problema planteado por la toma de rehenes no tiene esa dimensi¨®n, sino una mucho m¨¢s concreta: la facci¨®n serbia, la que desencaden¨® el conflicto y protagoniz¨® la gran mayor¨ªa de sus atrocidades, quiere conocer si los boinas verdes y sus jefes est¨¢n dispuestos a consentir o no sus desaf¨ªos. Cualquier vacilaci¨®n puede ser interpretada como una luz verde para nuevos abusos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Regularizaci¨®n inmigrantes
- Acuerdos Dayton
- Opini¨®n
- Diplomacia
- SFOR
- IFOR
- Fuerzas internacionales
- Pol¨ªtica exterior
- OTAN
- Misiones internacionales
- Guerra Bosnia
- Bosnia Herzegovina
- Guerra
- Acuerdos paz
- Pol¨ªtica migratoria
- Relaciones internacionales
- Organizaciones internacionales
- Proceso paz
- Migraci¨®n
- Relaciones exteriores
- Conflictos
- Demograf¨ªa
- Pol¨ªtica
- Defensa
- Sociedad