Forofos en pijama
Futbolistas del Madrid visitan a los ni?os enfermos en el Gregorio Mara?¨®n
Rub¨¦n, de 14 a?os, acaba de ingresar en la unidad de vigilancia intensiva (UVI) del hospital infantil Gregorio Mara?¨®n. Est¨¢ hecho un flan" pero no por miedo a las agujas. Sus h¨¦roes, cinco futbolistas del Real Madrid, iban a verles, a ¨¦l y a los dem¨¢s ni?os ingresados, por ser v¨ªspera del. d¨ªa de Reyes. Iv¨¢n Zamorano y Emilio Amavisca entran en la UVI y Rub¨¦n exclama:-?El mejor regalo de Reyes: ingresar en la UVI para que vinierais a visitarme!
La madre explica el arrebato del chico: "Es que Rub¨¦n y sus hermanos son unos forofos, y hoy no le ha importado venir al hospital porque le han dicho que ven¨ªan los del Madrid a verle". Rub¨¦n, en pijama y acostado, est¨¢ ausente de todo lo que no sea Zamorano. "Se hizo muy bien el otro d¨ªa, ?eh?", le dice bajito al futbolista, en referencia al partido del pasado domingo frente al Valladolid. Zamorano le pregunta:
"?Viste los goles?". "Claro", musita el chaval . "Eres el mejor".Los ni?os demostraron ayer que no entienden de malas temporadas. Y si les ponen a Zamorano delante, a¨²n menos. Mikel Lasa, Manuel Sanch¨ªs, Miquel Soler y Emilio Amavisca tambi¨¦n acudieron al hospital para firmar aut¨®grafos y repartir ilusi¨®n en forma de banderines, llaveros y camisetas de su equipo.
- Mira, ha venido a verte el novio de Pocahontas -les dec¨ªa Amavisca a algunos de los ni?os, refiri¨¦ndose a Zamorano.
Y el chileno, muy cari?oso con todos, se dirige a un ni?o de cuatro a?os que, al verse entre tanta gente, empieza a hacer pucheros.
-?And¨¢!, si lloras igual que Amavisca en el campo -se r¨ªe Zamorano.
El ni?o coge el chiste y los lagrimones se convierten en risas.
-Se ha re¨ªdo, se ha re¨ªdo -se entusiasma el futbolista.Manuel, de nueve a?os, que hab¨ªa pedido a los cinco futbolistas que le firmaran una camiseta, agarra a Zamorano y le dice: T¨² me firmas dos veces, porque eres el mejor.Cuando el futbolista se agacha, el ni?o, le comenta en plan experto.
-Contra el M¨¦rida lo tenemos chupao, ?verdad, Iv¨¢n?
-Hombre, los partidos hay que jugarlos -contesta el jugador.
-Ay, lo que nos hac¨¦is sufrir todos los domingos -dice una enfermera entrada en a?os.
-Bueno, que hemos ganado el ¨²ltimo partido -la consuela Amavisca.
Los futbolistas se abr¨ªan: paso entre las hermanas adolescentes de los ni?os, entre enfermeras que aseguraban tener hijos socios del Real Madrid "de toda la vida"... Una mujer, entre empujones, logra llegar hasta Amavisca. Le recoge un aut¨®grafo: "Gracias, campe¨®n, mi hijo de tres a?os te quiere un pu?ao".
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