Estrella en blanco y negro
Los pocos actores espa?oles vivos de los inicios del s¨¦ptimo viven tan olvidados como sus filmes
Los inicios del cine espa?ol son, en gran medida, una inc¨®gnita pese los esfuerzos de las filmotecas por recuperar el pasado. El primer tomo catalogado por los historiadores corresponde a los a?os veinte. Pel¨ªculas M¨ªticas realizadas entonces, como La verbena de la Paloma, Doloretes, Rosario la cortijera o La reina mora, se han perdido. De entonces se, conservan algunos cl¨¢sicos, como La casa de la Troya y Carceleras.Todo el cine que se hizo anteriormente est¨¢ sin investigar. En la actualidad se trabaja en las pel¨ªculas que se hicieron en los a?os cuarenta, cincuenta y sesenta. Los datos de la Filmoteca Espa?ola son demoledores. "La mayor parte del cine mudo se perdi¨® por la desidia de los productores", asegur¨® uno de los emplea dos al referirse a las dos grandes oleadas de destrucci¨®n del cine espa?ol. Entre los a?os 1806 y", 1918 se realizaron 650 t¨ªtulos en tre cortos y largometrajes de ficci¨®n. Del trabajo realizado en esos 22 a?os se conservan 48 t¨ªtulos completos y 34 fragmentados. Los datos de los a?os posteriores no son m¨¢s halag¨¹e?os. Entre 1919 y 1928 se rodaron 315 t¨ªtulos, de los que se consevan 54 completos y 34 fragmentados. 'El olvido de sus pel¨ªculas es el mismo en el que han ca¨ªdo sus protagonistas. En su barrio muy pocos saben qui¨¦nes son. S¨®lo los porteros de las fincas donde viven, alg¨²n cin¨¦filo empedernido y los empleados de las filinotecas los recuerdan. El caso de Conchita Montenegro (San Sebasti¨¢n, 1911) es una excepci¨®n. Su anonimato es voluntario. La actriz, que comparti¨® car telera con Buster Keaton, vive en Madrid desde que se qued¨® viuda, hace 23 a?os. Nunca ha querido reapareren p¨²blico o conceder entrevistas. "Hace muchos a?os que dej¨¦ atr¨¢s mi pasado", repite incansable. Apenas sale a la calle si no es para pasear o para encargar fruta en un comer cio pr¨®ximo a su., vivienda. No ha tenido hijos y sus familiares m¨¢s pr¨®ximos son su hermana y unos sobrinos.
No quiere acordarse de cuando rod¨® en Francia, all¨¢ por 1928, La mujer y el pelele, de Jacques de` Baroncelli. Aquella interpretaci¨®n le vali¨® un contrato de la Metro-Goldwyn-Mayer para ir a Hollywwod y protagonizar versiones habladas en castellano de pel¨ªculas norteamericanas. Fue una de las pocas actrices que intervino tambi¨¦n en versiones originales. Su deb¨² en los estudios de la Metro no pudo ser m¨¢s glorioso. Gan¨® sin dificultad el papel para Nunca las almas gemelas se encuentran. Con ella se present¨®, pero sin fortuna, un joven actor del que todos dijeron que ten¨ªa las orejas demasiado salientes: Clark Gable.
"Cuando llegu¨¦ a Hollywood es como si acabara de salir del' cascar¨®n. Todo me parec¨ªa nov¨ªsimo. Recuerdo que una noche llamaron al timbre de mi apartamento y all¨ª estaba Charles Chaplin, que ven¨ªa con Edgard Neville para invitarme a cenar". Fue una etapa plagada de glamour, de sesiones fotogr¨¢ficas, de clases diarias de ingl¨¦s y de mucha nataci¨®n. "Los de la Metro le guiaban a uno la vida.", asegura Montenegro. De aquella ¨¦poca recuerda especialmente cuando conoci¨® a Greta Garbo. "Era una mujer sencill¨ªsima y muy naturall".
En los a?os treinta volvi¨® a Francia y luego a Italia para rodar nuevas pel¨ªculas, pero el d¨ªa que conocio a su marido, un diplom¨¢tico espa?ol, decidi¨® dejarlo todo. "A ¨¦l no le apetec¨ªa que siguiera en el cine", dice. "Yo dude entre el s¨ª y el no, pero nunca me he arrepentido de aquella decisi¨®n". Montenegro no entiende muy bien a los compa?eros que todav¨ªa siguen en la brecha. "Es triste verlos envejecer y engordar. Supongo que muchos lo hacen por no olvidar la etapa en la que fueron mimados por el p¨²blico".
Las grandes perdedoras de los a?os veinte son La Romerito (Elisa Ruiz Romero), con m¨¢s de treinta pel¨ªculas en su haber, y Carmen Viance. Fueron las m¨¢s famosas de la ¨¦poca, pero ¨¢lgunas enciclopedias del cine ni las citan. En esa ¨¦poca, los, actores cobraban muy poco. Carmen Viance compatibilizaba su empleo en las Cortes como taqu¨ªgrafa (sac¨® la plaza por oposici¨®n) con su trabajo en el cine. Nunca dej¨® su empleo de taqu¨ªgrafa. No es el caso de La Romerito, quien viv¨ªa de su pensi¨®n en un piso pr¨®ximo a la calle del Almirante de Madrid. Compart¨ªa la. vivienda con su hermana menor, Aurora, tambi¨¦n, actriz. En los ¨²ltimos a?os, La Romerito apenas salia. El director de fotograf¨ªa Jos¨¦ F. Aguayo, que la conoci¨® tras la guerra civil durante el roda e de Morena Clara, de Flori¨¢n Rey, asegura que "a las mujeres cuando se hacen mayores no les gustan que las retraten y yo lo entiendo".
Tampoco ha existido para algunas de las enciclopedias del cine Jos¨¦ Crespo, otro de los cerca de. cien actores espa?oles que fueron fichados por la Metro Goldwyn-Mayer para, realizar las dobles versiones de las pel¨ªculas. El actor, que ha cumplido los 94 a?os, vive solo en Murcia. La persona que le cuida asegur¨® telef¨®nicamente que "ve poco, oye mal y hace Una vida totalmente sedentaria". Su casa est¨¢ decorada con fotos de la mejor ¨¦poca de su vida. El gal¨¢n luce ahora gafas gruesas y un sonotone. A veces, cuando su cuidadora le tiene que. ayudar a moverse para dar un paseo, se le escucha decir con tristeza: "Con lo que yo he sido".
Imperio Argentina y Concha Piquer saltaron a la fama al final de la d¨¦cada de los veinte. Imperio empez¨® en el mudo, pero la mayor parte de su carrera la desarroll¨® en el sonoro. Vive en Benalm¨¢dena y sigue trabajando. Es el mismo caso de Aurora Redondo. La actriz, de 96 a?os, empez¨® su carrera con Mancha que limpia, rodada en 1924, y todav¨ªa sigue en activo, Por primera vez en mucho tiempo, el inici¨® del a?o no la ha pillado, como a ella le gusta, subida a un escenario. Un fuerte catarro tuvo la culpa.
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