Rencor

El nombramiento de Jos¨¦ Luis Dicenta como embajador de Espa?a en M¨¦xico ha suscitado una reacci¨®n de Javier Rup¨¦rez, portavoz del PP para asuntos exteriores, que se me antoja francamente preocupante si es anticipo de las actitudes poselectorales del partido en el que milita. Pero tambi¨¦n es asombrosa por el rencor que demuestra.Rup¨¦rez dice de Dicenta que es mal servidor p¨²blico, sectario y, adem¨¢s, desconocedor de las cosas de Latinoam¨¦rica. Por ello, promete destituirle en el momento en que el PP llegue al poder, presumiblemente en marzo. Las dos primeras opiniones son personales, pero la tercera es una tonter¨ªa. Dicenta empez¨® su carrera en la Rep¨²blica Dominicana. Fue alguno! anos m¨¢s tarde c¨®nsul en Buenos Aires, en donde es p¨²blico y notorio que se jug¨® la vida localizando y protegiendo a desaparecidos de la dictadura militar argentina. M¨¢s adelante fue embajador de Espa?a en Per¨² y luego embajador en Colombia, para finalmente ocupar la Secretar¨ªa de Estado de Cooperaci¨®n (uno de los m¨¢s altos cargos del Ministerio de Asuntos Exteriores), cuyas actividades est¨¢n ¨ªntimamente ligadas a Latinoam¨¦rica. Me sorprende que un funcionario as¨ª pueda ser descrito como lego en materia americana.

No me sorprende, en cambio, porque no es la primera vez que exagera su rencor, pero s¨ª me sonroja que un funcionario -Rup¨¦rez- lleve su inquina personal hacia otro -Dicenta- hasta el punto de recomendar p¨²blicamente al Gobierno mexicano que le niegue el pl¨¢cet. No est¨¢ mal.-