> LA BUENA VIDA DE FRAY CONSTANTINO
Costante Drago es un reincidente estafador, tiene 34 a?os y m¨¢s cara que espalda. Desde el pasado junio viv¨ªa entre los hermanos teatinos de la bas¨ªlica napolitana de San Pablo el Mayor vestido de fraile y hasta sorprendiendo a sus compa?eros por su buena disposici¨®n y encendida piedad. Cuando el pasado mes de septiembre el presidente de la Rep¨²blica, Oscar Luigi Scalfaro, visit¨® la bas¨ªlica, fue ¨¦l el elegido para explicarle las maravillas pict¨®ricas y ense?arle los frescos de Solimene que adornan la sacrist¨ªa. Costante -nombre que le viene al pelo- proven¨ªa -con cartas de recomendaci¨®n escritas por ¨¦l mismo en papel robado- de la abad¨ªa de Montecasino, donde hab¨ªa pasado 10 meses trabaj¨¢ndose al dedillo la regla benedictina del hora et labora. En N¨¢poles, donde le llamaban fray Constantino, se present¨® como postulante, pero por espabilado y listo para los recados alcanz¨® pronto el grado de novicio. Le perdieron dos minucias: su libre interpretaci¨®n del voto de pobreza, instal¨¢ndose en la celda un equipo de alta fidelidad y un televisor en color, adem¨¢s de una caja fuerte en la que ten¨ªa relojes de marca, cadenas de oro, tarjetas de cr¨¦dito y certificados de dep¨®sito; y sus escapadas del convento vistiendo trajes firmados y conduciendo un Croma. Los carabineros le han hecho pagar ahora sus errores de lego.- Roma
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