F¨¦lix Romeo mezcla en una novela la Espa?a ca?¨ª con los dibujos animados

Parece salido de El nombre de la rosa pero, en realidad, de donde sale F¨¦lix Romeo cada ma?ana es de la c¨¢rcel de Zaragoza. Al escritor, de 27 a?os, le quedan 90 d¨ªas para cumplir la condena de 26 meses que le cay¨® por insumiso. Esta semana disfruta de un permiso y ha aprovechado para presentar en Madrid su novela Dibujos animados (Plaza&Jan¨¦s), escrita en 175 vi?etas, por la que desfila, con po¨¦tica autenticidad, la Espa?a de los cuadros de ciervos en las salas de estar, los dobles de John Travolta, los phoskitos y tigretones, Platanito, Patty Bravo, Uri Geller o Sergio y Est¨ªbaliz. "Es una novela espa?ola, con todo lo que tiene de cutrer¨ªo, de kitch, de drama", dice F¨¦lix Romeo desde la altura de su relajante y espl¨¦ndida humanidad -dedica los libros firmando "el gordo Romeo"-La periodista Concha Garc¨ªa Campoy y el escritor Javier Tomeo presentaron el libro. La primera le llam¨® insurrecto y el segundo goyesco. Garc¨ªa Campoy considera que F¨¦lix Romeo "sabe mezclar lo m¨¢s elevado con lo m¨¢s hortera, no tiene ning¨²n tipo de prejuicio y mira con ojos muy curiosos lo que pasa a su alrededor". Tomeo le dio unos buenos consejos, le dijo que no renunciara nunca a la sinceridad y la sencillez escribiendo, "y a algo que no debes perder nunca: la modestia".

Javier Tomeo atribuy¨® al joven autor un "aragonesismo de buena ley", y dijo que Romeo mira con la mirada aragonesa de Goya, "que trataba con una crueldad tremenda a quienes ten¨ªa que tratar pero era delicado y et¨¦reo con quien ten¨ªa que serlo".Pan 'bimbo'

Para ejemplificar lo anterior, Tomeo ley¨® en voz alta una vi?eta de Dibujos animados. "En casa de la coja hab¨ªa pan bimbo. En casa de la coja hab¨ªa de todo. Hasta un cine Ex¨ªn con pel¨ªculas de Donald y de cine mudo. En casa de la coja hab¨ªa un pupitre y una pizarra. Y todas las nancys y todos los pepones y cientos de mu?ecas. Y un cuarto s¨®lo para el cine Ex¨ªn. Ella estaba sentada en el pupitre de juguete y yo llegaba reci¨¦n peinado y a ella se le pon¨ªan los ojos blancos como un v¨¢ter".

Tomeo se sorpende por la rudeza con la que el autor trata a la coja, pero admira c¨®mo finalmente la entroniza, la eleva y la redime de su minusval¨ªa f¨ªsica a trav¨¦s del amor.

F¨¦lix Romeo habla en su libro de gente que no tiene identidad, de los "emigrantes desclasados" de su barrio de Zaragoza que llegaron del campo y se encontraron perdidos, "andando por los aires sin ni siquiera darse cuenta". Por eso en Dibuios animados aparecen los dobles, "personajes cuyo mayor logro es parecerse a alguien". "Es la cultura de la desidentidad", a?ade Romeo, "de personajes que esnifan cola y pegamento, de grandes ¨ªdolos populares como Perico Fern¨¢nd¨¦z, que cruzaba Zaragoza con su gran coche rojo impresionante a 200 por hora".

Uno de los motivos de la novela son las historietas de Correcaminos y del Coyote. Y el autor se compadece del pobre Coyote, mientras que "nunca supimos muy bien qu¨¦ era Correcaminos, si un pavo muy veloz, una gallina gigante o un ave que nunca volaba". Tambi¨¦n aparece en el libro otro personaje cl¨¢sico de los dibujos animados: "Se com¨ªa las migas y las cortezas de pan que hab¨ªan quedado en la mesa, eso hac¨ªa mi madre. Lo hac¨ªa como Piol¨ªn. Cuando ya hab¨ªamos terminado de comer".