11 de las 12 empresas de la Agencia Industrial sumaron perdidas de 310.000 millones en 1995
Once de las 12 empresas que agrupa la Agencia Industrial del Estado (AIE) sumaron el pasado a?o p¨¦rdidas de alrededor de 310.000 millones de pesetas. S¨®lo una de ellas, la Corporaci¨®n Sider¨²rgica Integral (CSI), nacida de la reconversi¨®n del sector, obtuvo un resultado positivo de 33.500 millones de pesetas. Las empresas de la Agencia recibir¨¢n este a?o de los Presupuestos Generales del Estado 390.000 millones de pesetas y el objetivo es conseguir que en 1999 sean s¨®lo 180.000 millones. Seg¨²n ha manifestado el presidente de la AIE, Antonio Fern¨¢ndea-Segura, en todas ellas se empezar¨¢ a negociar este a?o un contrato-programa con el Estado que clarifique las relaciones y aportaciones financieras.
La Agencia Industrial del Estado, creada a partir de la disoluci¨®n del INI, agrupa a sectores e industrias de abultad¨ªsimos n¨²meros rojos, y, al tiempo, masivos en mano de obra -tienen 44.495 trabajadores- y de fuerte incidencia territorial.La mayor¨ªa de sus empresas (11) sumaron en 1995 unas p¨¦rdidas totales de unos 310.000 millones de pesetas, incluyendo en ellos los fondos que recibir¨¢n Altos Hornos de Vizcaya (AHV) y Ensidesa para el saneamiento financiero. Si se excluyen, las p¨¦rdidas alcanzan los 170.800 millones de pesetas, seg¨²n los resultados provisionales dados a conocer por la propia Agencia. AHV y Ensidesa, son los restos de la reconversi¨®n sider¨²rgica y est¨¢n destinadas a desaparecer. No tienen actividad productora y en realidad lo que asumieron fue el pasivo del grupo. Sus activos est¨¢n ahora en CSI.
De entre las empresas que ten¨ªa el antiguo INI, las de f¨²turo m¨¢s dudoso, las de viabilidad m¨¢s dif¨ªcil, est¨¢n desde el pasado mes de julio bajo la vigilancia de la AlE, cuya funci¨®n principal es conseguir que las empresas adscritas sean m¨¢s rentables con los fondos establecidos -sin desviaciones- y requieran, a la larga, menos ayudas p¨²blicas. La Agencia, seg¨²n afirma su presidente, Antonio Fern¨¢ndez-Segura, ser¨¢ el medio para garantizar una mayor transparencia en la relaci¨®n financiera entre el Estado y esas empresas, acostumbradas a requerir en muchas ocasiones financiaci¨®n adicional a lo inicialmente previsto.
Pese al enorme caudal de n¨²meros rojos que estas empresas arrastran, Fern¨¢ndez-Segura cree que tienen v¨ªas de futuro. "Todas las empresas de la Agencia, menos la Corporaci¨®n de la Siderurgia Integral (CSI), tienen p¨¦rdidas y las seguir¨¢n teniendo, pero tienen tambi¨¦n unas capacidades tecnol¨®gicas y de producci¨®n que pueden ser viables", dice. No piensa que sea el cierre el destino de estas empresas, sino ir al equilibrio patrimonial a partir de planes estrat¨¦gicos que se ir¨¢n reconvirtiendo en contratos-programa con el Estado.
Contratos-programa
Seg¨²n afirma Fern¨¢ndez-Segura, este a?o deben negociarse todos esos contratos-programa, pese a que s¨®lo est¨¢ en marcha el de Hunosa, aunque no se haya firmado oficialmente. A?ade que no cree que el proceso electoral paralice la negociaci¨®n y puesta en marcha de los dem¨¢s. De momento, lo que hay en cada empresa es un plan de viabilidad a medio plazo.En virtud de ellos, 2.921 trabajadores estuvieron el a?o pasado en regulaci¨®n de empleo, y en virtud de ellos, tambi¨¦n, las empresas obtienen las ayudas financieras del Estado y, en ocasiones, de la Uni¨®n Europea. Pero, ?qu¨¦ supone para estas empresas y para el grupo p¨²blico en general la creaci¨®n de la Agencia?
Seg¨²n Fern¨¢ndez-Segura, fundamentalmente mayor control y transparencia en cuanto a la aportaci¨®n de fondos p¨²blicos, y un refuerzo en la gesti¨®n, ya que se establece una especie de sistema de codecisi¨®n en las empresas entre sus gestores propios, y los de la Agencia. A diferencia del antiguo INI, la AlE no tiene capacidad de endeudamiento por lo que no puede facilitar ayuda econ¨®mica a aquellas empresas que se hayan desviado de sus objetivos econ¨®micos o financieros. "As¨ª", dice el presidente de la Agencia, Ias empresas ya saben con lo que cuentan -los fondos que se fijen en los Presupuestos- y las relaciones financieras con el Estado son m¨¢s transparentes".
Excepci¨®n hecha de la siderurgia integral, que el a?o pasado present¨® beneficios, las empresas de la Agencia no tienen un futuro brillante a corto plazo. Pero no por ello Fern¨¢ndez Segura renuncia a proyectos como la privatizaci¨®n, al menos de parte de las compa?¨ªas. Podr¨ªa ser el caso de la divisi¨®n de productos largos de la CSI, por la que ya se han interesado varios inversores, o de algunos astilleros, una vez cumplido el plan de reestructuraci¨®n de la construcci¨®n naval.
Otra empresa de la Agencia, Productos Tubulares, que fabrica tubos sin soldadura, se privatizar¨¢ al formar parte de una concentraci¨®n sectorial con las otras dos compa?¨ªas del sector, Tubos Reunidos y Tubacex. Ser¨¢ la v¨ªa ejercida en esa ocasi¨®n para que el Estado pierda la mayor¨ªa. Pero, m¨¢s all¨¢ de ello, ser¨¢ dif¨ªcil que haya otras operaciones de cierto calado. Y la familia no perder¨¢ muchos de sus miembros.
Condiciones de abandono
La Agencia no puede recibir m¨¢s empresas, y las que forman parte de ella tienen que cumplir dos requisitos para abandonarla: registrar durante tres a?os resultados positivos, y que sus fondos propios sean superiores al capital. Ahora, ninguna los cumple y la primera en hacerlo, probablemente, sea la Corporaci¨®n Sider¨²rgica.Hasta el a?o 1999 las dem¨¢s empresas seguir¨¢n en la AlE, con excepciones. Presur, por ejemplo, que explota una mina de mineral de hierro al norte de Huelva, cerrar¨¢ porque el yacimiento est¨¢ agotado. Se ha descubierto la posibilidad de establecer una explotaci¨®n de n¨ªquel y se empezar¨¢ a buscar un socio y a hacer un proyecto industrial en el que puede haber participaci¨®n p¨²blica. Pero, en cualquier caso, si surgiera una empresa nueva ya quedar¨ªa fuera de la Agencia.
Tambi¨¦n por agotamiento del yacimiento cerrar¨¢ y quedar¨¢ fuera de la Agencia Potasas Suizas (Posusa), sociedad en la que participa el Gobierno navarro al 50%. En cuanto a Santa B¨¢rbara y Baz¨¢n, su futuro va ligado inevitablemente a la decisi¨®n que tome el Gobierno sobre las necesidades de fabricaci¨®n para satisfacer las necesidades del Ej¨¦rcito espa?ol.
Si se pregunta a Fern¨¢ndez-Segura el porqu¨¦ de tanta ineficacia en estas empresas, no duda en afirmar que la reconversi¨®n industrial en Espa?a se hizo "tarde y mal", y a?ade que la empresa p¨²blica, adem¨¢s, ha cubierto papeles ajenos a la mera rentabilidad econ¨®mica.
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