Los europeos mas antiguos eran can¨ªbales
Todo indica que los hombres que merodeaban por Burgos hace unos 800.000 a?os descarnaban a sus cong¨¦neres, devoraban los tejidos y tiraban los huesos con otros restos de comida, como b¨®vidos o c¨¦rvidos. La incisiones inconfundibles que dejaron los instrumentos de piedra en los f¨®siles de unos hom¨ªnidos del yacimiento de Atapuerca son testimonio de canibalismo. Testimonio de los europeos m¨¢s antiguos descubiertos hasta la fecha."Ya durante la campa?a del verano de 1994, en la excavaci¨®n de Gran Dolina, nos dimos cuenta de que los huesos ten¨ªan unas marcas que parec¨ªan indicar que hab¨ªan sido descarnados, los an¨¢lisis posteriores con microscopio electr¨®nico lo han confirmado", explica Juan Luis Arsuaga, codirector del yacimiento de Atapuerca. Ahora, bajo el t¨ªtulo Evidencia de canibalismo primitivo, cinco investigadores espa?oles han informado al respecto en la revista Science (19 de enero).
A la hora de aprovechar las prote¨ªnas de los cong¨¦neres, los hom¨ªnidos de Gran Dolina, de especie a¨²n por determinar, probablemente desmembraban la cabeza, como indican una docena de estr¨ªas paralelas apreciables en un fragmento de cr¨¢neo, all¨ª d¨®nde se sujetan los m¨²sculos que suben de la espalda. No despreciaban ni los huesecillos de los pies, y las falanges tienen las marcas que deja una piedra afilada. El centenar de instrumentos l¨ªticos revueltos con los huesos refuerzan la hip¨®tesis de que all¨ª mismo fueron troceados los cad¨¢veres.
Descarnamiento s¨ª, pero de ah¨ª al consumo de los tejidos... "Podr¨ªa ser un comportamiento ritual, pelar los huesos antes de proceder a su enterramiento, pero tal ritualizaci¨®n hace m¨¢s de 780.000 a?os choca un poco", comenta Arsuaga, porque los indicios de la pr¨¢ctica de ritos, funerarios por ejemplo, no aparecen hasta poblaciones humanas mucho m¨¢s pr¨®ximas a nosotros en el tiempo. "Adem¨¢s", contin¨²a, "el comportamiento ritual no concuerda con el hecho de que los restos aparezcan mezcla(los y troceados con las mismas pautas que otros restos de animales presumiblemente consumidos".
Pr¨¢ctica extensa
Jos¨¦ Mar¨ªa Berm¨²dez de Castro comenta: "El canibalismo ha sido una pr¨¢ctica extensa en la evoluci¨®n humana, pero los f¨®siles de Gran Dolina son la evidencia m¨¢s antigua de antropofagia". ?l dirige la excavaci¨®n de Atapuerca junto con Arsuaga y Eudald Carbonell, y los tres han realizado este estudio con Yolanda Fern¨¢ndez-Jalvo y J. Carlos Diez, del Museo Nacional de Ciencias Naturales.A un individuo de unos catorce a?os, un ni?o de tres o cuatro y a dos adultos pertenecen los 40 f¨®siles de hom¨ªnidos hallados en Gran Dolina en 1994. Otras 60 piezas, a¨²n por analizar aparecieron en el verano de 1995 en el mismo nivel de la excavaci¨®n, denominado TD-6. "Estas ¨²ltimas confirman totalmente las conclusiones que sacamos a partir de restos del a?o anterior", anuncia Berm¨²dez de Castro.
"Hemos estudiado las alteraciones en la superficie de los huesos, tanto de hom¨ªnidos como de herb¨ªvoros", explica Fern¨¢ndez-Jalvo. "Son marcas de corte producidas con el filo de piezas de industria l¨ªtica en zonas de ligamentos y m¨²sculos. La marca del filo es muy fuerte, inconfundible, no son estr¨ªas aisladas". Las marcas se han verificado con el microscopio electr¨®nico, pero son perfectamente visibles con una lupa. "Tienen forma de V y aparecen en los huesos largos o en la base del cr¨¢neo", afirma esta experta.
Carnicer¨ªa
La conclusi¨®n de los investigadores espa?oles en Science es rotunda: "El conjunto de huesos de TD-6 es consistente con un proceso de carnicer¨ªa, y la presencia all¨ª de restos humanos indica consumo de tejidos humanos".Sin embargo, muy diferente es el panorama en el yacimiento de Atapuerca m¨¢s rico en restos de hom¨ªnidos, la Sima de los Huesos, donde se han rescatado hasta ahora f¨®siles de unos 30 individuos, de ambos sexos y diferentes edades. Son de hace unos 300.000 a?os (mucho m¨¢s recientes que los de Gran Dolina) y constituyen el registro m¨¢s importante del mundo correspondiente al Pleistoceno Medio. En la Sima todo indica que los cad¨¢veres fueron acumulados all¨ª, pero no consumidos: no hay piezas de industria l¨ªtica mezcladas ni huesos de herb¨ªvoros; adem¨¢s, los f¨®siles no tienen marcas de corte.
Arsuaga explica que seguramente los europeos m¨¢s antiguos que se conocen, los de TD-6, realizaban en el lugar actividades como cortar animales y consumirlos, mientras que en la Sima de los Huesos nada indica que los hom¨ªnidos ocupasen, aunque fuera espor¨¢dicamente, la cueva.
Por si fuera poco, para completar la importancia de Atapuerca en el estudio de la evoluci¨®n humana, se encontr¨® en la ¨²ltima campa?a de campo un fragmeto de parietal -a¨²n por limpiar y estudiar a fondo- en el tercer yacimiento explotado, denominado Galer¨ªa y muy pr¨®ximo a Gran Dolina. En principio, esta pieza craneal es contempor¨¢nea de los f¨®siles de la Sima pero aparece en un contexto arqueol¨®gico, mezclada con piezas de industria. "As¨ª que tenemos hom¨ªnidos en los tres yacimientos de diferentes ¨¦pocas y en diferentes contextos", concluye Arsuaga.
Cuando hay hambre
?Matar para comer o comer a los cong¨¦neres muertos? Los expertos explican que es tremendamente dif¨ªcil discernir este punto a partir de los datos del registro f¨®sil, aunque consideran que en cualquier caso los hombres de Atapuerca practicar¨ªan el canibalismo por hambre.La dieta de estos hom¨ªnidos era mixta, pero predominantemente vegetal, explica Jos¨¦ Mar¨ªa Berm¨²dez de Castro, un experto en dentici¨®n. "En los dientes de los hom¨ªnidos se aprecian estr¨ªas y desgaste con pautas muy claras que indican el consumo abundante de vegetales; adem¨¢s, las gruesas paredes de los huesos muestran fuerte calcificaci¨®n, de origen vegetal; ahora, cuando pudieran comer carne, pues la comer¨ªan". De la misma opini¨®n es Yolanda Fern¨¢ndez-Jalvo: "Da la impresi¨®n de que hab¨ªa hambre. Aprovechaban todo". Entre los restos analizados por estos expertos hay incluso falanges rotas de b¨®vido, que normalmente no se abren, como si explotaran a fondo cualquier fest¨ªn de prote¨ªna animal que tuvieran a su alcance.
En los hom¨ªnidos de Krapina, en Croacia, hay indicios de antropofagia; y son neandertales de hace unos 100.000 a?os. Tambi¨¦n en el cr¨¢neo de Bodo, de Etiop¨ªa, hay incisiones y cortes de descamaci¨®n.
Uno de los alimentos m¨¢s preciados del animal es el t¨²etano, la m¨¦dula rica en grasas, y se conocen numerosas muestras de f¨®siles fracturados para acceder a esta fuente de calor¨ªas que s¨®lo explotan los hom¨ªnidos, las hienas y los quebrantahuesos. Tambi¨¦n entre las piezas de Gran Dolina se aprecia la huella de esta pr¨¢ctica. "Hemos visto huesos largos tronchados, incluso v¨¦rtebras, para acceder a la m¨¦dula", comenta Fern¨¢ndez-Jalvo.
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