La huelga general contra el "impuesto de la solidaridad forzosa" paraliza Argelia

Argelia qued¨® ayer pr¨¢cticamente paralizada por la huelga general decretada por los trabajadores de las empresas p¨²blicas contra el "impuesto de la solidaridad forzosa" decretado por el Gobierno para financiar los sueldos atrasados de 200.000 funcionarios. ?sta es la protesta social m¨¢s importante con la que se enfrenta el Gobierno argelino, tras la huelga general revolucionaria desencadenada en junio de 1991 por el Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS) para protestar por las leyes electorales.La protesta, que acabar¨¢ hoy, ha paralizado aviones, ferrocarriles, escuelas y universidades, gran parte de la Administraci¨®n, incluida la banca y correos, y multitud (le factor¨ªas estatales, entre las que destacan las sider¨²rgicas y las relacionadas con el sector energ¨¦tico, organizadas en torno a la todopoderosa Sonatrach, el monopolio para la extracci¨®n y comercializaci¨®n de gas y petr¨®leo.

La huelga no afect¨® a las empresas privadas ni a los peque?os comercios, que permanecieron abiertos atendiendo una oleada de clientes que acudieron desde primera hora de la ma?ana dispuestos a acaparar todo tipo de productos de primera necesidad con vistas a este fin de semana (jueves y viernes en los pa¨ªses de cultura isl¨¢mica) y con los que celebrar la fiesta de El Ait, prevista para el lunes o el martes pr¨®ximo y con la que se pone fin al mes sagrado del Ramad¨¢n.

Los dos d¨ªas de huelga fueron convocados para protestar contra la circular del presidente del Gobierno, Ahmed Uyahia, que establece un impuesto, llamado "impuesto de la solidaridad forzosa", aplicable a los salarios de los empleados p¨²blicos, con el que Gobierno trata de obtener los recursos necesarios para saldar una deuda que afecta a 200.000 funcionarios, a quienes se deben hasta 21 meses.Compromiso incumplidoEste problema qued¨® te¨®ricamente solucionado sobre el papel en 1995, gracias a unas negociaciones entre el anterior primer ministro, Mokdad Sifi, y el patr¨®n de la Uni¨®n General de Trabajadores Argelinos (UGTA), Abdelhak Benhamuda. Pero los acuerdos no fueron respetados y los empleados p¨²blicos de la construcci¨®n, los m¨¢s afectados, se echaron a la calle en enero para reclamar sus salarios, por lo que el Gobierno trat¨® de tranquilizarles creando este nuevo y conflictivo impuesto.

La convocatoria formal de la huelga ha sido realizada por la UGTA, la central sindical m¨¢s poderosa del pa¨ªs, un vestigio del antiguo r¨¦gimen, que creci¨® en la d¨¦cada de los a?os setenta al amparo del partido ¨²nico Frente de Liberaci¨®n Nacional, y que con el paso del tiempo se ha convertido en una de las plataformas de poder m¨¢s influyentes de ArgeIia. Pero la huelga est¨¢ apoyada tambi¨¦n por otras organizaciones obreras y profesionales aut¨®nomas e independientes que lo califican de "ilegal, injusto, demag¨®gico y arbitrario". El ¨¦xito de la huelga general ha sorprendido a los propios convocantes, que hab¨ªan llamado a la movilizaci¨®n de una manera discreta para utilizarla como una amenaza y una arma de presi¨®n en las negociaciones que hab¨ªan establecido con el Gobierno de Ahmed Uyahia.