HERED? LA SILICONA

Turild Hambalko, una mujer noruega de 54 a?os, de la ciudad de Drammen, unos 100 kil¨®metros al sur de Oslo, sufri¨® hace un a?o la p¨¦rdida de su marido. No recuperada a¨²n de su duelo ha recibido un nuevo golpe: una intimaci¨®n de pago de 57.000 coronas por concepto de un pr¨¦stamo de la anterior mujer de su fallecido marido. El pr¨¦stamo, que fue tramitado hace unos diez a?os y que por consecuencia ha acumulado cuantiosos intereses, hab¨ªa sido destinado a pagar los honorarios del m¨¦dico que le implant¨® una silicona en los senos. Turild considera que es injusto que ella tenga que pagar lo que la otra mujer disfrut¨®, pero jur¨ªdicamente el asunto est¨¢ claro, ya que exist¨ªa un convenio escrito entre el fallecido y su primera mujer por el cual el hombre se responsabilizaba del pago mensual de 425 coronas para pagar la deuda. Vistas las circunstancas del caso, los acreedores han mostrado cierta comprensi¨®n y prometieron reconsiderar el pago de la deuda.-