Londres vive en alerta permanente tras la vuelta del IRA a los atentados
Londres vive en estado de emergencia policial y tras el Gobierno prepara nuevos contactos con ciudadana. Las tres bombas que el IRA (Ej¨¦rcito republicano irland¨¦s) ha hecho explotar en la ciudad y el temor al regreso a los viejos tiempos de violencia que han marcado los ¨²ltimos 25 a?os de historia del Ulster, han convertido a cada ciudadano en disciplinado vigilante. Mientras el gobierno prepara nuevos contactos con Dubl¨ªn para buscar soluci¨®n a la crisis, los londinenses sufren con paciencia la letan¨ªa diaria de desalojo de estaciones de metro, de tiendas e incluso de tramos enteros de calles que son cortados al tr¨¢fico al primer s¨ªntoma de alarma.
La tensi¨®n ciudadana no ha llegado a transmitirse, por lo que parece, al Escuadr¨®n Real de Protecci¨®n del castillo de Windsor, uno de cuyos guardias denunci¨® el jueves el robo de su coche, en el que hab¨ªa dejado parte de su equipo. El agente ha confesado que en el veh¨ªculo, aparcado a la puerta de su casa, hab¨ªa tres llaves que cierran las verjas de entrada al parque del castillo, documentaci¨®n sobre los actos abiertos al p¨²blico en Windsor, varios pases de acceso al denominado parque dom¨¦stico y su propio uniforme. Scotland Yard ha reclamado ayuda ciudadana para averiguar el paradero del coche, robado probablemente por un vulgar caco.Lo que en otras circunstancias habr¨ªa sido un mero contratiempo despierta ahora la inquietud de la polic¨ªa, que se enfrenta a una nueva ola de violencia del IRA en el Reino Unido.
El estado de permanente alerta policial ha empezado a fundirse mientras tanto con los h¨¢bitos cotidianos de los ciudadanos de la capital brit¨¢nica. Desde que el IRA anunci¨® el fin de la tregua, Londres ha recuperado los h¨¢bitos de emergencia en el mejor esp¨ªritu de resistentes de la II Guerra Mundial. Los altavoces del metro piden continuamente a los pasajeros que se hagan cargo de sus pertenencias y que denuncien cualquier objeto sin due?o a los encargados de seguridad.
'Peinado' constante
El centro de Londres, donde el pasado domingo explot¨® una bomba en un autob¨²s urbano que atravesaba Wellington Street, muy cerca del edificio de la Audiencia Nacional, es objeto de un peinado constante por Scotland Yard.Las propias tareas de investigaci¨®n policial han mantenido cerrado al tr¨¢fico el tramo afectado por la explosi¨®n durante m¨¢s de dos d¨ªas. Tambi¨¦n permanece incomunicada por el ferrocarril ligero de los Docklands la zona de South Quay destrozada por la primera bomba del IRA, el pasado 9 de febrero.
En cuanto a las alertas, son pr¨¢cticamente constantes. El lunes pasado, una alarma no confirmada decidi¨® a la polic¨ªa a acordonar las principales arterias del barrio de Knigthbridge.
Las esperanzas de revivir el proceso de paz del Ulster, enterrado bajo los cascotes de la bomba que estall¨® en las proximidades de Canary Wharf, se mantienen pese a todo. Funcionarios brit¨¢nicos e irlandeses trabajan intensamente para hacer posible la celebraci¨®n, a ser posible la semana pr¨®xima, de una nueva cumbre anglo-irlandesa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.