El Sevilla paga su conformismo
Bolo hizo el gol de los bilba¨ªnos en un despiste de la zaga andaluza
El Sevilla se dej¨® escapar ayer la que pod¨ªa haber sido su tercera victoria consecutiva. El equipo sevillista fue v¨ªctima de las ganas de amarrar el exiguo resultado logrado al borde del descanso, y acab¨® pagando su conformismo. Un estrepitoso fallo a quince minutos del final sentenci¨® un empate que hizo justicia al mal partido desarrollado por ambos conjuntos. Y es que Sevilla y Athletic transitan por caminos parecidos. Con su grandes figuras -Suker y Guerrero- en la enfermer¨ªa y acuciados por la mala clasificaci¨®n, el ¨²nico objetivo futbol¨ªstico que manejan es el de sumar a costa de lo que sea. Claro que dentro de, ese lo que sea no se encuentra ning¨²n cat¨¢logo de combinaciones, desmarques, paredes o remates a gol. Los de Stepanovic jugaron de salida la baza de su hombre m¨¢s en forma, Bolo, para silenciar y meter miedo a su rival. Y lo consiguieron. El disparo cruzado del j¨®ven cachorro de San Mam¨¦s (M. 2) se perdi¨® por la l¨ªnea de fondo ante la at¨®nita mirada de p¨²blico y espectadores. El resultado de la acci¨®n: 15 minutos iniciales de dominio vasco sobre el c¨¦sped del S¨¢nchez Pizju¨¢n. Dominio que no ocasiones, salvo la comentada. El Sevilla tard¨® en encontrar la forma de llegar hasta Aizkorreta. Fueron dos saques de esquina consecutivos los que animaron al equipo de Esp¨¢rrago a jugar como los c¨¢nones mandan que debe hacerlo el equipo titular del terreno: es decir, con m¨¢s hombres en campo del rival y con la iniciativa del juego. Hasta entonces las l¨ªneas sevillistas se formaban tras el circulo central con el ¨²nico objetivo de que la meta de Monchi quedara a cero.El partido transcurri¨® tosco y g¨¦lido a lo que contribuy¨® Mar¨ªn L¨®pez. El veterano colegiado no castig¨® un m¨¢s qu¨¦ posible penalti de Karanka a Moya, quiz¨¢ porque el sevillista se hab¨ªa encarado con ¨¦l dos minutos antes. Despu¨¦s, ley de la compensaci¨®n. Con el tiempo cumplido, el Sevilla alcanz¨® su objetivo inicial. Petkovic se estren¨® con un gol que atesor¨® t¨¦cnica y remate, ante una pasiva defensa bilba¨ªna. El serbio hizo su mejor partido desde que lleg¨® al Sevilla, pero le falta al menos un requisito esencial: forma f¨ªsica para acabar los 90 minutos.
La segunda parte no cambi¨® el espect¨¢culo. Fue m¨¢s de lo mismo. El Sevilla se atrincher¨® atr¨¢s buscando que su rival liberara espacios. Y ni el Bilbao se decid¨ªa a salir de su parcela ni el Sevilla era capaz de conectar con Moya, para amarrar el triunfo. Con el partido amorcillado, en zona de nadie, patadones a¨¦reos y juego m¨¢s que interrumpido, el Athletic se encontr¨® un regalo que aliviar¨¢ la semana de su controvertido t¨¦cnico. Urrutia abri¨® un boquete en la zaga sevillista y Bolo se col¨® por ¨¦l ante una defensa est¨¢tica que reclamaba una posici¨®n ilegal inexistente. El canterano aguant¨® la salida de Monchi y le bati¨® con serenidad.
El 1-1 hizo enmudecer a los aficionados, que ya ni siquiera protestan a su equipo. En los 15 minutos que restaban s¨®lo Moya pudo desnivelar el marcador. Tras una jugada de Paz, la chilena de Moya fue a las muy mansa a las manos de Aizkorreta, que tuvo en un rechace de su propia, defensa, la gran intervenci¨®n de la tarde sobre el pitido final.
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