El uso del preservativo

Me gustar¨ªa saber por qu¨¦ la Iglesia, en sus recientes declaraciones sobre el tema del uso del preservativo, sigue siendo, en pleno final del siglo XX, tan reacia a que los cat¨®licos lo utilicen en el seno del matrimonio y, sin embargo, ve bien que lo usen los por ella llamados promiscuos no cat¨®licos. Le dir¨ªa, con todos mis respetos, que el imperativo moral cat¨®lico no preserva de nada y que, por ejemplo, el sida puede afectar tanto a cat¨®licos como a no cat¨®licos.Por otra parte, deber¨ªa ser m¨¢s respetuosa con los que no son de su credo; no todas las personas no cat¨®licas o no casadas tienen que ser calificadas de promiscuas; no seamos puritanos, ya que la Iglesia, desde la mism¨ªsima ¨¦poca de los Borgia, ha sido humana, demasiado humana, y

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porque lo es, tendr¨ªa que ser m¨¢s tolerante y evitar hacer juicios de valor que impliquen a todos los seres humanos.

Si el Vaticano da consejos a los cat¨®licos en materia sexual, ello es de respetar; pero que deje de utilizar un tema como el del preservativo para hacer demagogia y seguir discriminando diferentes pautas de conducta sexual no sujetas al imperativo moral cat¨®lico. Desde que el mundo es mundo, el ser humano ha hecho uso del sexo no s¨®lo con el ¨²nico fin de procrear, y eso no tiene nada que ver con la religi¨®n, el sida, la promiscuidad o las naranjas de la China.-