El Instituto Europeo de Dise?o de Madrid pasa el 'ecuador'
30? aniversario de un modelo experimental creado en Mil¨¢n
Como una pincelada modernista a la que se le han a?adido toques de la m¨¢s rompedora actualidad urbana, las aulas del Instituto Europeo de Dise?o (IED) se levantan en pleno coraz¨®n de Madrid desde 1994 y en la sede del que fuera edificio de redacci¨®n y talleres del semanario Nuevo Mundo y los diarios El Sol, Marca, Arriba y Madrid. Una fachada hist¨®rica, de 1908, que combina el estilo de edificio industrial con el se?orial.
Filial del Istituto Europeo di Design de Mil¨¢n que cumple este a?o su 300 aniversario y compa?ero de otros tres centros en Roma, Tur¨ªn y Cagliari, el instituto abierto en Madrid es un centro de investigaci¨®n basado en el modelo de escuela experimental que pretende unir humanismo y creatividad. "Para nosotros, creatividad no es algo reservado a los artistas, o a los que se piensa andan por las nubes, sino saber solucionar problemas de manera nueva e inteligente", explica Carmelo di Bartolo, director de la sede de Madrid, una rama del cerebro que se encuentra en Mil¨¢n donde un laboratorio experimental estudia la adecuaci¨®n a las nuevas tecnolog¨ªas.
Herramientas mentales
Son cuatro las diplomaturas (de tres a?os) que se pueden cursar en este instituto: dise?o gr¨¢fico, dise?o de moda, dise?o de interiores y dise?o industrial. La clave docente apunta hacia dar al alumno herramientas mentales y operativas que, unidas, permitan captar el mundo en el que vivimos. "Ense?amos a inventar el propio trabajo. El instituto no puede saber qu¨¦- va a pasar en cinco a?os, nadie lo sabe, lo importante es ense?ar a la gente a pensar en el contexto en el que se encuentra y eso es lo que forma para el futuro".Los primeros diplomados por la escuela de Madrid saldr¨¢n a la calle el pr¨®ximo a?o, despu¨¦s de haber elaborado un proyecto de fin de carrera en colaboraci¨®n con la industria. A juzgar por los resultados que se dan en las escuelas italianas (el 93% de los egresados encuentra trabajo), las expectativas de trabajo son buenas. El diploma todav¨ªa no tiene un valor oficial en Espa?a. Aunque la LOGSE contempla el reconocimiento de centros superiores de dise?o, el Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia todav¨ªa no ha promulgado el decreto que los ¨ªnstitucionalice.
La selecci¨®n para ingresar en el IED es rigurosa y restrictiva, no m¨¢s de 25 alumnos por cada una de las cuatro diplomaturas. Se exige el bachillerato y el COU, conocimientos de la lengua italiana y pasar por un test que es, al final, el que decide. Abstenerse los depresivos que no son capaces de detectar las estrellas que brillan hacia el futuro. El precio de matr¨ªcula y curso es de 580.000 pesetas y todav¨ªa no se ha establecido un sistema de becas.
El IED mantiene relaciones de intercambio con 40 universidades en todo el mundo. La docencia est¨¢ ejercida por profesionales que acuden un m¨¢ximo de seis horas a la semana. "No queremos profesores funcionarios", recuerda Carmelo di Bartolo. "El profesor simula realidades y el estudiante simu1,a sobre esas simulaciones, cuando lo importante es tener a expertos que conozcan la realidad pr¨¢ctica a trav¨¦s de su contacto con la industria y su actualizaci¨®n permanente".
Proliferan las optativas
Las cuatro escuelas del IED cuentan con un total de 2.800 alumnos, 700 formadores y relaciones con 75 empresas para la elaboraci¨®n de los proyectos del alumnado. En el centro madrile?o, cuyo comit¨¦ cient¨ªfico est¨¢ presidido por Alberto Coraz¨®n, estudian 100 alumnos, adem¨¢s de otros cien que acuden a conferencias y cursos nocturnos de postgrado.Se da la circunstancia de que las asignaturas optativas tienen una importancia relevante de tal manera que no es dif¨ªcil encontrar un alumno de la diplomatura de dise?o industrial que elija una optativa de dise?o de moda. "Es un crecimiento, horizontal donde se crean actividades para fomentar cultura de empresa a los dise?adores y cultura de dise?o dentro de la tendencia empresarial",, explica Carmelo di Bartolo.
Nada de Universidad
Madrid Antonio Julve, de 23 a?os -"Hoy es mi cumple", dice con una sonrisa de oreja a oreja por ser entrevistado ese d¨ªa-, ha elegido dise?o gr¨¢fico -lo que mejor se me da y lo que m¨¢s me gusta", vuelve a sonreir- piensa en montar su propia empresa. En comparaci¨®n con su paso por el instituto de bachillerato, valora del IED sobre todo "la diferencia que hay a la hora de tener que ver un objeto como un todo y, sin embargo, simplificarlo al m¨¢ximo". Adem¨¢s, resalta el contacto permanente con los profesores. En el taller de dise?o industrial Ana Fern¨¢ndez, Magali de Pedraza y Jorge Chaparro pintan y repintan una ristra de senos femeninos que acabar¨¢n sirviendo de caja ilustrada de su contenido: unos wonderbra. "Se supone que tiene que ver lo de dentro con lo de fuero, explica Jorge que, junto con sus compa?eras, afirma: "No echamos de menos la Universidad para nada".
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