Casta, bravura y nobleza

Marca / Bustamante, Soler, Calvo

Novillos de Jos¨¦ Luis Marca, bien presentados, encastados.

Ram¨®n Bustamante: bajonazo perpendicular descarado, cuatro descabellos -aviso- y dos descabellos (silencio); dos pinchazos y cuatro descabellos (silencio). Soler L¨¢zaro: dos pinchazos -aviso-. y estocada ca¨ªda (vuelta); pinchazo y estocada saliendo trompicado (oreja). Jos¨¦ Calvo: estocada corta y rueda de peones (aplausos y saludos); pinchazo, estocada -aviso- y dobla el novillo (palmas).

Plaza de Valencia, 8 de marzo.

1? corrida de feria. Media entrada.

Los novillos de Jos¨¦ Luis Marca lidiados en el festejo inaugural de la feria fallera, con trap¨ªo y fuertecitos, encastados, varios bravos, nobles todos, eran de los que sue?an los toreros, gustan a los aficionados, ofrecen en bandeja el triunfo y dan espect¨¢culo. Y, sin embargo, no hubo espect¨¢culo, ni triunfo, ni les sacaron partido los novilleros, ni se divirti¨® la afici¨®n. Probablemente porque no fueron lidiados de. verdad en este festejo inaugural. Lo que llaman lidia consisti¨® en zurrarles la badana a los novillos, pegarles pases y se acab¨® la presente historia. Es la moda.Las figuras contempor¨¢neas han tra¨ªdo la nueva lidia, donde el trap¨ªo de los toros, su casta, su bravura, no son un valor cotizable, no sirven para nada. El toro ha quedado reducido a simple comparsa; una excusa para danzar a su alrededor haciendo cucamonas, cortarle las orejas y luego que vayan diciendo de uno que es un fen¨®meno. Es el toro artista, que llaman. O sea, el toro artista de circo; un alma c¨¢ndida; una ruina viviente que se tiene ganado el cielo. Por eso cuando salta a la arena el toro que no es artista, no saben qu¨¦ hacer con ¨¦l y le aplican la receta com¨²n: los picadores le echan el percher¨®n encima, lo acorralan contra las tablas, le tunden los lomos. Al cuarto el picador lo hizo picadillo. Llega a durar medio minuto m¨¢s la faena de muleta y se muere sin necesidad de volapi¨¦.

Algunos creen de los aficionados veteranos que les prendi¨® la afici¨®n al ver la ver¨®nica de Ord¨®?ez, el natural de Antonio Bienvenida, la estocada de Rafael Ortega y otros ep¨ªgonos. Eso contribu¨ªa a consolidar la afici¨®n, evidentemente, pero se cimentaba en la lidia cabal de los toros; y si sal¨ªan bravos -y hab¨ªa en los diestros torer¨ªa-, ya era el espect¨¢culo total.

Toros al estilo de ¨¦stos de Jos¨¦ Luis Marca, d¨¦cadas atr¨¢s los habr¨ªan picado por derecho, presto el capote para sacarlo, arrancadas recrecidas y codiciosas, competencia en quites, banderillas asom¨¢ndose al balc¨®n, faenas reunidas y macizadas -que dec¨ªa el maestro Pepe Luis- En cambio, la funci¨®n inaugural fallera ofreci¨® una simple variante de las capeas; puyazos alevosos; quites escasos; pases mil; desplantes y contoneos. Dentro de ello, Ram¨®n Bustamante cuaj¨® redondos y naturales fin¨ªsimos al primer novillo, mientras en el cuarto estuvo premioso; Soler L¨¢zaro, que instrument¨® largas cambiadas de rodillas, entr¨® en quites, prendi¨® banderillas y mulete¨® con la tesonera ilusi¨®n propia de los novilleros valientes; Jos¨¦ Calvo mont¨® faenas largu¨ªsimas, en una de las cuales le perdi¨® la cara al toro y sufri¨® un volteret¨®n.

Dos horas y media dur¨® aquello. Dos horas y media de fr¨ªo, aburrimiento y frustraci¨®n. Para semejantes resultados, mejor el cine, donde se est¨¢ calentito y se casan al final.