Garant¨ªas para todos
APLICAR LA ley, no dejar espacios de impunidad a los terroristas y a quienes les apoyan es un presupuesto necesario para toda estrategia antiterrorista digna de tal nombre. Pero aplicar la ley exige no exceder sus l¨ªmites, respetar los derechos de todos los ciudadanos, tambi¨¦n de los que est¨¢n bajo sospecha. Aunque se hile tan fino, desde el punto de vista de las garant¨ªas procesales, como ha hecho la Audiencia Nacional al absolver al abogado de Herri Batasuna (HB) Txemi Gorostiza. Lo importante, m¨¢s all¨¢ de esta controvertida absoluci¨®n, es que el Estado de derecho no ha cejado hasta sentar en el banquillo a este abogado de presos de ETA y dilucidar ante un tribunal de justicia si actu¨® como correo de la banda terrorista emboscado en su oficio de defensor.El asunto Gorostiza ha resultado especialmente revelador, por su car¨¢cter extremo, de las dificultades que encuentra el Estado de derecho para defenderse de quienes le combaten mediante el uso torticero de las garant¨ªas del derecho de defensa o el aprovechamiento ventajista de los resquicios de la ley puestos al servicio de los terroristas.
La Audiencia Nacional ha optado por reconocer la condici¨®n de letrado defensor de Gorostiza y, en consecuencia, la necesidad de contar con autorizaci¨®n judicial para grabar sus conversaciones con activistas de ETA. Ello le ha evitado la condena. Pero su absoluci¨®n no implica que las conversaciones no existieran, que Gorostiza y sus interlocutores no hablaran de atentar contra funcionarios de prisiones como m¨¦todo de combatir la pol¨ªtica de dipersi¨®n de los presos etarras. Pocos d¨ªas despu¨¦s de la conversaci¨®n era asesinado en San Sebasti¨¢n el funcionario Jos¨¦ Ram¨®n Dom¨ªnguez.
La justicia a¨²n no ha dicho su ¨²ltima palabra en este caso. Falta a¨²n el pronunciamiento del Supremo. En cualquier caso, el simple hecho de que un tribunal haya estudiado el asunto y dictado sentencia con un riguroso respeto a las garant¨ªas procesales prestigia y fortalece al Estado de derecho, por mucho que dificulte a veces la actuaci¨®n policial. La historia reciente demuestra con creces que no hay nada peor en la lucha antiterrorista que los atajos extralegales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.