El 'Marianito'

En el cat¨¢logo de la exposici¨®n de Eugenio Lucas Vel¨¢zquez, el mejor y m¨¢s creativo de los sucesores de Goya, que se puede ver actualmente en Madrid, se cita al historiador Jos¨¦ Manuel Arn¨¢iz, que apunta a c¨®mo y d¨®nde pudo originarse una parte importante del l¨ªo de los falsos goyas de la segunda mitad del XIX: "En la almoneda montada por Mariano Goya y sus protectores los Madrazo". Marianito, en cuesti¨®n, el nieto del pintor, no era precisamente ducho en las finanzas, y su vida fue un continuo escapar a los acreedores, que consiguieron, incluso, desterrarlo de Madrid. Lo que se sospecha es, m¨¢s o menos, que los Madrazo le utilizaban para certificar cuadros falsos que ¨¦l garantizaba al recordar perfectamente cu¨¢ndo lo pint¨® el abuelo".Pero el Marianito es, adem¨¢s, un famoso cuadro del pintor aragones, precisamente un retrato de su nietecito a muy tierna edad, con sombrero de copa y una partitura musical en la mano. Esta tabla, que pertenece a la colecci¨®n del duque de Alburquerque y ha podido ser contemplada recientemente en Madrid en una exposici¨®n que recog¨ªa obras de colecciones particulares, estuvo a punto de ser adquirida por el Prado, como para corresponder al personaje en cuesti¨®n, y se ha convertido en paradigm¨¢tica de los posibles falsos goyas.

P¨¦rez S¨¢nchez lo admite sin reparos, y Juliet Wilson va incluso m¨¢s all¨¢. "Sab¨ªa que hab¨ªa rumores, y no me extra?a", explica, "a m¨ª no me gusta nada. La he visto ahora y lo he confirmado. Creo que es una pieza muy mala, que no funciona como pintura. Hay que mirarla bien. En esta exposici¨®n, por ejemplo, estaba muy cerca de otro retrato, el de la duquesa de Abrantes, de 1816, m¨¢s o menos de la misma ¨¦poca y del mismo estilo, muy caracter¨ªstico de este periodo medio tard¨ªo, en el que todo est¨¢ sugerido, pero sabes exactamente d¨®nde est¨¢. Para m¨¢s similitud, la marquesa tiene tambi¨¦n en la mano una partitura musical, y en ella se pueden leer con precisi¨®n las notas, tanto que cualquier music¨®logo ser¨ªa capaz de identificar la pieza. Todo lo contrario a lo que sucede en el Marianito, donde todo lo que hay en el papel est¨¢ borroso, por no hablar de otros detalles, como, por ejemplo, el sombrero, que claramente no encaja en la cabeza".

Todo lo contrario de lo que piensa Milicua, quien tambi¨¦n acudi¨® a contemplarlo y se reafirm¨® en que "es una obra espl¨¦ndida, una invenci¨®n tan delicada, tan viva y tan original... que si no es de Goya, ?de qui¨¦n es?" Y razona: "Las copias de Vermeer yo las encuentro bastante burdas, las distingo, por eso a m¨ª me extra?ar¨ªa mucho que el Marianito fuera falso. Esperemos las pruebas".