Borrell afirma que devolver dinero a Airtel obligaria a adjudicar de nuevo la telefon¨ªa m¨®vil

La guerra abierta entre el ministro en funciones de telecomunicaciones, Jos¨¦ Borrell,y el comisario de la competencia, Karel van Miert, no cesa. Ayer se responsabilizaron mutuamente de que a¨²n no se haya resuelto el conflicto entre Telef¨®nica y Airtel. El ministro asegur¨® que si el Gobierno se ve obligado a devolver a Airtel el dinero que pag¨® por obtener la segunda licencia de telefon¨ªa m¨®vil (GSM) el concurso de adjudicaci¨®n deber¨ªa repetirse. El ministro invit¨® a la Comisi¨®n a encontrar argumentos jur¨ªdicos para obligar a Telef¨®nica a pagar lo mismo que pag¨® Airtel.El conflicto tiene las, trazas de convertirse en una. batalla jur¨ªdica de grandes proporciones. El Gobierno adjudic¨® a Telef¨®nica la primera licencia de GSM dentro del contrato de concesi¨®n entre el Estado y la compa?¨ªa semip¨²blica de telecomunicaciones. Convoc¨® un concurso p¨²blico para adjudicar la segunda licencia por una cantidad de al menos 50.000 millones de pesetas. Airtel se adjudic¨® el concurso por 85.000 millones de pesetas. La Comisi¨®n entr¨® entonces en juego al considerar que tambi¨¦n Telef¨®nica deb¨ªa abonar al Estado 85.000 millones de pesetas para que ambas empresas operaran en igualdad de condiciones. O eso o el Estado deb¨ªa devolver a Airtel los 85.000 millones de pesetas.Borrell resalta que Airtel ya sab¨ªa las condiciones en que se hab¨ªa otorgado la primera licencia cuando sali¨® a subasta la segunda y eso no le impidi¨® presentar una oferta superior en un 70% al m¨ªnimo que ped¨ªa el Gobierno, "lo que parece demostrar que a¨²n con esa aportaci¨®n econ¨®mica la iniciativa empresarial proyectada ofrec¨ªa perspectivas de rentabilidad razonable". A su juicio, las dos soluciones son inviables. La segunda porque deber¨ªa repetirse la subasta y la primera porque lo impide tanto el marco jur¨ªdico espa?ol como el contrato de concesi¨®n vigente entre Telef¨®nica y el Estado. Borrell ret¨® ayer a Van Miert: "Si la Comisi¨®n encuentra base jur¨ªdica para que el derecho comunitario prevalezca sobre el derecho interno y obliga a Telef¨®nica a pagar, el Gobierno no se opondr¨ªa. Siempre y cuando haya una base jur¨ªdica suficiente".

Entre estas dos dr¨¢sticas soluciones empez¨® a dibujarse una alternativa intermedia: que Telef¨®nica redujera las tarifas de interconexi¨®n como f¨®rmula para compensar a Airtel. En esa soluci¨®n hubo, aparentemente, un gran malentendido. Mientras Borrell hablaba de reducir la tarifa, Van Miert entend¨ªa que esa reducci¨®n se aplicar¨ªa s¨®lo a Airtel, pero no al primer operador, la filial de telefon¨ªa m¨®vil de Telef¨®nica. Ese malentendido empez¨® a aclararse en, enero pasado." Borrell se basa en eso para echar las culpas del retraso a Bruselas y ahora se niega a tomar ninguna decisi¨®n: "No me parece correcto, siendo ministro en funciones, tomar una decisi¨®n tan delicada y de tanta importancia", dijo ayer tras entrevistarse con Van Miert. A su juicio, la soluci¨®n est¨¢ en manos del pr¨®ximo Gobierno.

Van Miert tiene parte de raz¨®n al exigir que la reducci¨®n de tarifas beneficie s¨®lo a Airtel, ya que si no la desventaja frente a Telef¨®nica s¨®lo existir¨ªa para la matriz, pero no para la filial de telefon¨ªa m¨®vil. Pero tambi¨¦n a Borrell le asiste parte de raz¨®n porque los ingresos de Telef¨®nica s¨ª disminuir¨ªan de forma real, por lo que la igualdad de condiciones depender¨ªa de la duraci¨®n de esa reducci¨®n de tarifas. Borrell insinu¨® que lo que en realidad busca la Comisi¨®n al rechazar la f¨®rmula de compromiso planteada por Espa?a es forzar una soluci¨®n como la alcanzada en Italia para resolver un problema casi gemelo: la p¨²blica Unitel otorga a la privada Omnitel (segundo operador) una reducci¨®n del 25% en las interconexiones durante 1996 y 1997 y adem¨¢s ¨¦sta obtiene el derecho a participar en la tecnolog¨ªa futura aplicada a la red GSM, como la red de comunicaci¨®n personal.