Crist¨®bal Halffter y Mart¨ªnez-Mehner

El ¨²ltimo concierto extraordinario de Juventudes Musicales madrile?as estuvo confiado a Crist¨®bal Halffter y la Sinf¨®nica de Madrid con la colaboraci¨®n del pianista Claudio Mart¨ªnez-Mehner (Bremen, 1970). Salvo la Fantas¨ªa sobre una sonoridad de Haendel, del propio Halffter, tan bella, bien realizada e interpretada como siempre que la dirige, el programa fue dedicado a Beethoven en dos de sus grandes y contrastadas partituras: el Concierto en mi bemol y la Sinfon¨ªa n¨²mero 8 en fa mayor.Ten¨ªa la sesi¨®n, aparte los indudables atractivos a los que respondi¨® masivamente el p¨²blico, otro matiz: el de homenaje a Halffter, un m¨²sico que estuvo con Juventudes Musicales desde el primer momento y a¨²n en su prehistoria de la Agrupaci¨®n Musical Universitaria. Junto a Juventudes sigue dispuesto al consejo y la colaboraci¨®n, como ahora.

Recuerdo que cuando Claudio Mart¨ªnez estudiaba en el. Instituto Alem¨¢n, Crist¨®bal me hizo formar parte del jurado en los peque?os concursos que el centro organizaba. El pianista era casi un ni?o y toc¨® de manera sorprendente.

Hoy, con sus 25 a?os, muchos galardones a la espalda y largos estudios, principalmente con Dimitri Bashkirov, Mart¨ªnez-Mehner puede volar por s¨ª mismo y clausurar definitivamente su periodo de discipulaje. Bien se advirti¨® en su concienzuda versi¨®n del gran concierto beethoveniano, enteramente dominado y expuesto con alto virtuosismo y gran estilo en uni¨®n de los sinf¨®nicos y Halffter quien, como dec¨ªa Jolivet, dej¨® que el solista asumiera la victoria como los matadores en las corridas de toros.

Luego, la Octava sinfon¨ªa tan unida como separada de la s¨¦ptima Se trata, quiz¨¢ de la ¨²ltima muestra de fidelidad a la herencia de Haydn que nos legara Beethoven, pero fidelidad interna llevada a cabo desde la evoluci¨®n. El excelente m¨²sico que es Halffter entiende muy bien el esp¨ªritu de esta m¨²sica y la puede realizar todav¨ªa mejor y con mayor detallismo y sosiego, as¨ª como con una m¨¢s estrecha relaci¨®n entre los tiempos. Mas su exposici¨®n fue viva, directa y ce?ida al ¨¢nimo scherzante que preside todos los movimientos. El ¨¦xito fue grande para todos, tanto organizadores como int¨¦rpretes.