"Veo a Kafka, m¨¢s que a Mozart, como imagen del gran artista europeo"
Georges Lavaudant (Grenoble, 1947) sustituye a Llu¨ªs Pasqual en la direcci¨®n del teatro nacional del Ode¨®n-Th¨¦?tre de l'Europe. Con la llegada de Lavaudant, el pasado 1 de marzo, a la direcci¨®n del Od¨¦on se modifica sustancialmente la pol¨ªtica europea del teatro, ideada por Giorgio Strehler -que fue su primer director como tal Th¨¦?tre de l'Europe- y seguida modestamente por Llu¨ªs Pasqual. Frente a la imagen strehleriana de Mozart como el gran artista europeo, Lavaudant sugiere la figura de Kafka y aboga por un teatro n¨®mada, un tanto alejado de las grandes instituciones teatrales europeas.Con una bien ganada fama de director frondeur, la carrera teatral de Lavaudant se inicia en su ciudad natal, Grenoble, donde en 1968 funda el Th¨¦?tre Partisan, uno de los muchos grupos nacidos a la sombra de mayo de 1968. En 1976 es nombrado codirector del Centre Dramatique National des Alpes, donde permanece hasta que 10 a?os m¨¢s tarde, se convierte en codirector, con Roger Planchon, del Th¨¦?tre National Populaire de Villeurbanne (Lyon).
El contrato del nuevo director tiene una duraci¨®n de cinco a?os durante los cuales el Od¨¦on va a disponer de una segunda sala (de 200 1220 localidades), que se edificar¨¢ bajo la plaza de Paul Claudel, frente al teatro, con una conexi¨®n entre ambos, y de un teatro ambulante -una especie de carpa o caba?a de madera- para satisfacer la vocaci¨®n de nomadismo de su flamante director.
Pregunta. Confieso que me sorprende verle sentado aqu¨ª, en el que fuera antiguo despacho de Llu¨ªs Pasqual. No me lo imaginaba a usted de director del teatro nacional m¨¢s emblem¨¢tico y codiciado, con la Com¨¦die, de la capital de Francia, nombrado por un ministro de la derecha.
Respuesta. No olvide usted que mi primer nombramiento al frente de un teatro oficial, en 1976, llevaba la firma de un secretario de Estado de un Gobierno de derecha, la firma de Michel Guy.
P. Pero Michel Guy, antes que nada, fue un gran mecenas y un hombre al que el teatro franc¨¦s, sea del color que sea, le debe much¨ªsimo, y no me parece que sea este el caso del actual ministro de Cultura, un m¨¦dico cardi¨®logo, alcalde de Lourdes, y de su Gobierno. ?Cuenta usted con el pleno respaldo de su ministro? ?Le ha puesto alguna pega o limitaci¨®n?
R. Ninguna, por el momento. Mire usted, este a?o terminaba mi contrato con el TNP y Pasqual, que no pensaba renovar el suyo con el Od¨¦on, me dijo si me interesar¨ªa ocupar su puesto, con su propio equipo. Le dije que s¨ª, que en principio me interesaba. Sab¨ªa que de haber aceptado el cargo Patrice Chereau -al que se lo han propuesto en diversas ocasiones-, yo no estar¨ªa aqu¨ª. Despu¨¦s habl¨¦ con el ministro, le expuse mis planes, y, aqu¨ª me tiene usted. M¨¢s que como un peso, asumo esa direcci¨®n como algo ligero, que me da alas, que coincide con un cambio en mi vida: voy a cumplir 50 a?os y primera vez soy responsable absoluto de un teatro. Me agrada eI Od¨¦on, por su imagen emblem¨¢tica, pol¨ªtica. Y, qu¨¦ duda cabe, soy consciente de que desde este escenario mi trabajo va a tener una proyecci¨®n muy superior a la que pod¨ªa aspirar desde Grenoble o Ly¨®n.
P. Teatro nacional del Od¨¦on-Th¨¦?tre de l'Europe. ?Qu¨¦ queda de la idea original de Strehler sobre la vocaci¨®n europea de ese teatro?
R. Le confieso que, en un principio, se Ileg¨® a plantear la posibilidad de suprimir esa referencia europea, pero la desechamos. Ser¨ªa grave, pol¨ªticamente hablando. Supondr¨ªa una regresi¨®n de la pol¨ªtica europea, y no s¨®lo de la francesa. Como dijo Pasqual a ra¨ªz de su toma de posesi¨®n en el Od¨¦on, seis a?os atr¨¢s, yo tampoco s¨¦ qu¨¦ es exactamente Europa. S¨¦, s¨ª, que es algo distinta de como la so?aba il maestro, Strehler. En lugar de su Mozart yo colocar¨ªa a Kafka, como imagen m¨¢s modesta, fr¨¢gil e incierta del artista europeo. Una Europa teatral que concibo n¨®mada, transversal, menos apoyada en sus grandes instituciones; fruto de la amistad entre artistas, de una relaci¨®n azarosa. Lo cual no excluye, claro est¨¢, que el Od¨¦on siga acogiendo instituciones como el Piccolo, el Centro Dram¨¢tico Nacional espa?ol, la Royal Shakespeare Company o el Dramaten.
P. ?Compa?¨ªa estable?
R. Trabajar¨¦ con un n¨²cleo de artistas algunos de los cuales son mis amigos y compa?eros desde los a?os del Th¨¦¨¢tre Partisan, que me siguieron de Grenoble a Villeurbanne: Philippe Morier-Genoud, Marc Betton, Gilles Arbona, Annie Perret, Marie-Paule Trystram..., y el escen¨®grafo Jean-Pierre Vergier, al que ustedes conocen por sus trabajos con Flotats. Y a ese n¨²cleo a?adir¨¦ algunos de mis alumnos del Conservatorio. Pero ello no quiere decir que el Od¨¦on no est¨¦ abierto a todo tipo de artistas e int¨¦rpretes. En la pr¨®xima temporada tendremos a Isabelle Huppert, a Carmelo Bene (con su homenaje a Artaud, dentro del marco del Festival d'Automne pr¨®ximo), a Bob Wilson y Lou Reed, con Time Machine, a partir de un texto de H. G. Wells (enero de 1997), y, posteriormente, la versi¨®n francesa de Di¨¢logo en re mayor, de Javier Tomeo, interpretado por Michel Aumont y Jean-Pierre Roussillon, con direcci¨®n de mi amigo Ariel Garc¨ªa Vald¨¦s.
Teatro n¨®mada
Pregunta. Teatro n¨®mada. ?La vieja idea del teatro a las f¨¢bricas, a los desheredados de la cultura, al no-p¨²blico, como se dec¨ªa entonces?Respuesta. No seamos ingenuos. M¨¢s que nada, se trata de una vieja aspiraci¨®n de mis amigos, de mi tropa del Th¨¦¨¢tre Partisan. Del mismo modo que recorremos teatros importantes, ?por qu¨¦ no acudimos all¨ª donde no hay teatros, en lugares ins¨®litos, incluso hostiles? Ese contacto es una necesidad para m¨ª y, para mis amigos. Queremos saber lo que la gente piensa y siente, fuera de ese p¨²blico privilegiado del Od¨¦on. De ah¨ª esa necesidad de nomadismo que se har¨¢ realidad con el teatro ambulante de que vamos a disponer a finales de este a?o o principios del pr¨®ximo.
P. Y encima una segunda sala.
R. S¨ª, una sala de 200 / 220 plazas para espect¨¢culos de peque?o formato. Estas dos salas, junto a la carpa, nos van a permitir un cierto juego. Mire usted, en la pr¨®xima temporada quiero programar un espect¨¢culo -Gienvenus, o algo as¨ª- en el que pienso compaginar la carpa, instalada en la plaza, frente al teatro, con el propio teatro. El p¨²blico pasar¨¢ de la carpa -donde habr¨¢ actuaciones musicales y se podr¨¢ comer o tomar unas copas- al teatro y viceversa. Apuesto por la fiesta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.