Los cambios emocionales causan malestares durante la gestaci¨®n

"Hay muchos m¨¦todos para prepararse al parto, pero ninguno sobre c¨®mo adaptarse al embarazo". As¨ª se expresaba, la semana pasada, una mujer de 35 a?os que est¨¢ en su cuarto mes de embarazo. Es su primera gestaci¨®n y espera gemelos. Est¨¢ contenta con su m¨¦dico, pero no pudo evitar cierta decepci¨®n al comprobar que sus dudas no encontraban respuesta en sus visitas peri¨®dicas. "Mientras los ni?os est¨¦n bien, se tiende a dar poca importancia al resto".Mareos, ardores de est¨®mago, unas ganas irresistibles de comer pepinillos, hormigueos en las piernas, pesadillas, estados de ¨¢nimo tristones o ansiosos: el embarazo no s¨®lo cambia el cuerpo de la mujer, sino que supone una total revoluci¨®n de su organismo y de su mente, un cambio muy complejo no siempre f¨¢cil de asumir y de entender.

"Por m¨¢s conocimientos que se tengan, los sentimientos son los sentimientos y ¨¦stos inciden de forma determinante en el embarazo y en el parto", explica la psic¨®loga Mar¨ªa Jos¨¦ Dom¨ªnguez, presidenta de la Sociedad Espa?ola de Psicoterapia Integral. "Hay miedos e incertidumbres ante el alumbramiento, ante el futuro hijo que, en principio, es un extra?o o ante la capacidad para cuidarlo. A ello se a?aden las expectativas y los miedos de la familia y de la pareja".

Emocionalmente, la futura madre es como su hijo desde el punto de vista psicol¨®gico: necesita absorber toda la estabilidad y el bienestar que pueda, de la misma forma que el feto absorbe todo lo que le proporciona el organismo de la madre. "El embarazo agudiza las caracter¨ªsticas emocionales, las carencias o las expectativas de la mujer. Si tiene tendencia a la depresi¨®n, es muy posible que se sienta m¨¢s deprimida. Es falsa la idea de que el embarazo es una fuente de bienestar por s¨ª sola", agrega Dom¨ªnguez. Exigir imposibles a deshoras o andar como un pato desde el primer d¨ªa est¨¢ relacionado con esa necesidad de atenci¨®n: muchas mujeres no se sienten seguras o no desean, en realidad, ese hijo por s¨ª mismas, sino por cumplir con las expectativas de los otros.

Otros trastornos asumidos tradicionalmente como consustanciales a la gestaci¨®n pueden ser, en realidad, una reacci¨®n psicosom¨¢tica: mareos, v¨®mitos, hemorroides, ardores de est¨®mago, calambres, estre?imiento o caries podr¨ªan desaparecer con una adecuada relajaci¨®n o preparaci¨®n emocional. Otros se explican por los cambios hormonales.

Esta necesidad de apoyo la conocen muy bien las matronas. "Se sigue teniendo una idea muy reduccionista de lo que es la preparaci¨®n al parto", afirma Mar¨ªa Angeles Rozal¨¦n. "No deber¨ªa ser s¨®lo aprender a respirar o a adoptar la postura, m¨¢s c¨®moda. Llevamos anos insistiendo, por ejemplo, en que la gestante deber¨ªa poder conocer a su matrona desde el primer momento, algo que en el sistema p¨²blico no se contempla", se?ala esta especialista.

Numerosos estudios han mostrado la importancia de este apoyo: incide de forma determinante en la duraci¨®n del parto en el dolor, en la dilataci¨®n o en la adaptaci¨®n a la lactancia. "Sabemos, por ejemplo, que las mujeres solas tienen m¨¢s dificultades para segregar oxitocina -la hormona que permite la dilataci¨®n en el momento del parto- que las que estan acompa?adas o tienen una situaci¨®n personal estable", agrega Dom¨ªnguez.