Clinton veta una ley que prohib¨ªa el aborto despu¨¦s de 20 semanas
La derecha acusa al presidente de extremista
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En una de las decisiones pol¨ªticamente m¨¢s arriesgadas de toda su presidencia, Bill Clinton ha vetado una ley que pretend¨ªa prohibir el aborto despu¨¦s de las 20 semanas de gestaci¨®n. Esa decisi¨®n, defendida por el presidente como un medio para proteger la vida de las madres, pero influida por c¨¢lculos electorales, ha sido duramente criticada por la oposici¨®n republicana y por grupos religiosos y antiabortistas, que retratan a Clinton como un abogado del extremismo.
Con este veto, que Clinton firm¨® en la tarde del mi¨¦rcoles en presencia de mujeres que hab¨ªan tenido que someterse a ese procedimiento para salvar sus vidas, el presidente ha movido sus cartas en lo que ser¨¢ uno de los debates m¨¢s enconados de cara a las elecciones del pr¨®ximo noviembre.Bill Clinton explic¨® en una ceremonia celebrada en la Casa Blanca que el veto a esta ley no est¨¢ relacionado con la pol¨¦mica sobre el aborto. "Con esto no se trata de argumentar en contra o favor del aborto; se trata de salvar vidas", declar¨®. De hecho, Clinton se ha pronunciado en algunas ocasiones en contra de la pr¨¢ctica del aborto despu¨¦s de las 20 semanas, pero quiere que sean excluidos de la prohibici¨®n los casos en los que peligre la vida de la madre.
Durante la discusi¨®n de la ley en el Congreso, la Casa Blanca intent¨® llegar a un compromiso para que esa exclusi¨®n formase parte de la legislaci¨®n, pero la mayor¨ªa republicana se opuso por entender que servir¨ªa como puerta de escape para mujeres que pudieron aducir peligros para su salud mental a fin de practicar un aborto.
Intervenci¨®n cruenta
De acuerdo a cifras de 1993, las ¨²ltimas oficiales de las que se dispone en Estados Unidos, del 1.300.000 abortos practicados, un 1,5% lo fueron despu¨¦s de las 20 semanas. En algunos de esos casos el feto estaba tan crecido que la operaci¨®n tuvo que hacerse mediante el m¨¦todo conocido como evacuaci¨®n, que consiste en la extracci¨®n, primero, de las piernas del feto y la absorci¨®n, despu¨¦s, de su cerebro para sacar la cabeza. No se conoce con exactitud cuantos abortos fueron efectuados con este m¨¦todo, aunque algunos defensores de la decisi¨®n del presidente aseguran que se trata de apenas un centenar.
"Comprendo", manifest¨® Clinton, "que se desee eliminar el uso de un m¨¦todo que parece inhumano. Pero eliminarlo sin tener en consideraci¨®n las raras y tr¨¢gicas circunstancias en que su uso puede ser necesario ser¨ªa a¨²n m¨¢s inhumano".
El senador Bob Dole, el m¨¢s probable rival de Clinton en las elecciones presidenciales, declar¨® ayer que, con su veto, el presidente se enfrenta a "los valores de la gran mayor¨ªa de los norteamericanos". Seg¨²n las encuestas, una mayor¨ªa respalda el mantenimiento de la pr¨¢ctica legal del aborto, pero una buena parte de ella es partidaria de incluir limitaciones, como la prohibici¨®n de la interrupci¨®n del embarazo tras 20 semanas.
Ralph Reed, el presidente de la poderosa Coalici¨®n Cristiana, dijo que la decisi¨®n de Clinton es "un insulto a millones de norteamericanos". "Despu¨¦s de esto va a ser muy dif¨ªcil que el presidente pueda mirar a la cara de los electores cat¨®licos y evangelistas para pedirles su voto en noviembre", declar¨® Reed.
Por contra, Kate Michelman, l¨ªder de la Liga Nacional en Favor del Derecho al Aborto, opin¨® que "el presidente ha escogido la compasi¨®n y la preocupaci¨®n por las familias enfrentadas a tragedias m¨¦dicas por encima del c¨ªnico juego pol¨ªtico en un a?o electoral".
La ¨²nica posibilidad que queda ahora de prohibir el aborto despu¨¦s de las 20 semanas de gestaci¨®n es que Clinton pierda las elecciones. Con la actual distribuci¨®n de esca?os en el Congreso, los enemigos del aborto no cuentan con los votos suficientes para llegar a los dos tercios que anular¨ªan la capacidad de veto de la Casa Blanca.
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