200.000 libaneses huyen alterrorizados de los bombardeos
M¨¢s de 200.000 civiles han huido del sur de L¨ªbano tras los ataques que Israel desencadena desde el pasado jueves contra las bases de Hezbol¨¢. La emisora de la milicia aliada de Israel, el llamado Ej¨¦rcito del Sur de L¨ªbano, reiter¨® a primera hora de la tarde de ayer el ultim¨¢tum que dio el viernes para que los habitantes de 48 poblaciones abandonasen sus casas antes de que se reanudasen los bombardeos. El Gobierno de Beirut ha pedido a las Naciones Unidas que lance un llamamiento internacional de ayuda para los refugiados.
Decenas de miles de habitantes del sur de L¨ªbano huyen con el semblante p¨¢lido por el miedo. Las mujeres lloran, hacinadas con ni?os y ancianos en los renqueantes veh¨ªculos cargados hasta los topes de cacerolas, colchones y mantas que cuelgan de las ventanillas. La radio israel¨ª acaba de darles apenas tres horas para abandonar sus hogares.Los israel¨ªes han dejado que sean sus aliados del sur de L¨ªbano quienes, hagan el trabajo sucio. "El que avisa no es traidor", proclamaba al mediod¨ªa La Voz del Sur, la emisora de radio de esta milicia, "Esto es un comunicado del Ej¨¦rcito israel¨ª. A las 14.15 se reanudar¨¢n los bombardeos. Los automovilistas deben abstenerse de utilizar la carretera de Beirut", agregaba el locutor.
La carretera de la costa ya est¨¢ familiarizada con el ¨¦xodo. Este corresponsal atraves¨® las caravanas de refugiados en 1978, cuando los israel¨ªes invadieron L¨ªbano para "destruir al terrorismo". Tambi¨¦n en 1982, cuando el Ej¨¦rcito de Israel repiti¨® la operaci¨®n para "destruir al terrorismo". Y en 1993, cuando 300.000 libaneses volvieron a huir de los bombardeos en el sur del L¨ªbano que iban a "destruir al terrorismo". Ahora es igual que entonces: conducir en direcci¨®n contraria a los aterrorizados civiles que van hacia el norte mientras Israel lanza una nueva ofensiva para "destruir al terrorismo". ?Es que el mundo se ha vuelto loco?, deben pensar muchos refugiados. Algunos son los mismos, qu¨¦ duda cabe, que huyeron en el pasado. Todos los conductores tienen pegada una radio a la oreja. Saben que Hezbol¨¢ ha vuelto a lanzar sus Katyushas sobre la ciudad israel¨ª de Kiryat Shmona despu¨¦s de que la aviaci¨®n israel¨ª bombardease los suburbios de Beirut. Saben a qu¨¦ atenerse. Se les ve meneando la cabeza con escepticismo.
Mientras tanto, las aldeas del sur, muchas de las cuales son lo bastante antiguas como para figurar en los anales de las Cruzadas, se han quedado vac¨ªas. Al atravesar el r¨ªo Litani la carretera parece estar desierta. Un grupo de rezagados que caminan a trompicones suplica que alguien les lleve hacia el norte. Un pelot¨®n de soldados libaneses patrulla la zona con sus veh¨ªculos blindados. Tienen la mirada fija en el cielo, en los cazabombarderos que revolotean en las alturas. Y en la antigua calzada romana de Tiro, tan desolada como una v¨ªa f¨¦rrea, un helic¨®ptero israel¨ª vigila distante la escena.
Las casas de la ciudad de Tiro est¨¢n cerradas a cal y canto. En una tienda de campa?a de la ONU se oculta uno de los refugiados m¨¢s tristes de todo el sur de L¨ªbano. Mohamed Mera, de 67 a?os, ha huido de su pueblo y acaba de enviar a toda su familia -10 personas- a Beirut. Se arregla la t¨²nica del lana blanca antes de asegurar que quiere volver a casa. Pero nadie le ofrece un medio de transporte. "Me qued¨¦ en mi casa durante los bombardeos de 1993, ya estoy preparado. ?Por qu¨¦ tengo que irme?", se pregunta. "El hogar es un buen lugar para morir".
Hac¨ªa falta demasiado valor para contarle a este hombre lo que acababa de decir la radio: que los israel¨ªes est¨¢n bombardeando los barrios del sur de Beirut. El refugio seguro adonde Mohamed hab¨ªa enviado a su familia.
The Independent / EL PA?S.
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