Santos declara a Moreireas que el 'caso Macosa' fue "una conspiraci¨®n" para sacarles dinero

Eduardo Santos, ex presidente de Macosa, adem¨¢s de denunciar que fue extorsionado por el juez Pascual Estevill y que le pag¨® 30 millones en "estado de necesidad" para no ingresar en prisi¨®n, explic¨® ante el juez de delitos monetarios, Miguel Moreiras, las maniobras de diversos abogados y de la Asociaci¨®n de Defensa del Accionista (ADA) en el caso Macosa y toda una "conspiraci¨®n", dijo, "para sacarnos dinero".El caso Macosa fue a parar a manos de Estevill porque Un ciudadano alem¨¢n, Wilfred Lumb, present¨® una denuncia ante ¨¦l, cuando actuaba en funciones de guardia, en julio de 1992. Lumb suger¨ªa que acababa de comprar unas acciones y que unos amigos le hab¨ªan hecho ver el error. A los pocos d¨ªas, el abogado Francesc Jufresa, en representaci¨®n de cuatro peque?os accionistas relacionados con la Asociaci¨®n de Defensa del Accionista, presentaron una querella en el juzgado de Pascual Estevill.

Santos ha dicho a EL PA?S: "Nosotros nos enteramos de la querella porque el abogado Juan Piqu¨¦ Vidal llam¨® a Nicol¨¢s Garrido, entonces secretario del consejo, ofreci¨¦ndose para asumir la defensa". Los directivos de Macosa denuncian que recibieron peticiones de dinero de la Asociaci¨®n de Defensa del Accionista, "concretamente de su presidente, Enric Cassany, y su cu?ado y letrado de ADA, el se?or Salazar. Nos ped¨ªan 60 millones por desistir".

"Aunque nuestro enfrentamiento", dice Santos, "ven¨ªa de antiguo, de cuando en 1989-90 piden un consejero en Macosa y no se lo concedemos por falta de representatividad de su paquete accionarial. Nos amenazaron con que impugnar¨ªan juntas y consejos, y as¨ª lo hicieron. En abril de 1990, presentaron demanda civil contra el antiguo consejo, y contra el nuevo impuesto por Cofir, que ya controlaba la mayor¨ªa de Macosa. ADA llev¨® todos los acuerdos de junta a los tribunales y los perdi¨®, uno a uno".

"Macosa s¨®lo ten¨ªa un activo, que eran los terrenos vendidos a Kepro", afirma Eduardo Santos. "Cuando se vendieron se hab¨ªan revalorizado, siguiendo informes de expertos independientes, como American Appraisal. Pasaron de 200 millones de valor en libros hasta 10.000 millones. Posteriormente, fueron vendidos a Kepro en 12.000 millones".

Tambi¨¦n se investig¨® la cesi¨®n que hizo Alfonso Esc¨¢mez, ex presidente del Banco Central, al equipo directivo de Macosa, encabezado por Santos, de los 1.500 millones que la empresa devengaba en concepto de intereses al banco, tras haber cobrado los principales de los cr¨¦ditos que ten¨ªa con la firma de material ferroviario (unos 10.000 millones). Ese dinero se convirti¨® en un "paraca¨ªdas de oro" que Esc¨¢mez pon¨ªa en manos de los gestores de Macosa para que lo cobrasen en caso de que los nuevos propietarios no les relevasen al frente de la empresa.

Santos a?ade otra raz¨®n: "Esc¨¢mez no quer¨ªa abrir una nueva guerra con los Albertos como la, que acababa de pasar en Cartera Central. Cortina y Alcocer tomaban posiciones para hacerse con Macosa y Esc¨¢mez prefiri¨® ceder al antiguo equipo directivo un derecho al cobro de la cantidad que finalmente se anot¨®, como ingreso extraordinario, en los balances. Ese dinero no sali¨® nunca de Macosa", afirma Santos. "Mi gran sorpresa", a?ade, "es que despu¨¦s de que Juan Llopart, ejecutivo de Cofir, confirmase todo esto, Estevill me dijo: 'Usted puede declarar lo que quiera, que yo ya tengo tomada mi decision'. Entonces supe que ¨¦ramos sus rehenes".