Fini y Bossi, factores clave
La orientaci¨®n final del incierto voto que 48.909.496 italianos est¨¢n llamado a formular hoy depende en buena medida de lo que ocurra en el ¨²ltimo momento con dos personajes irreconciliables y antit¨¦ticos, salvo porque, todav¨ªa hace un lustro, eran igualmente marginales: Gianfranco Fini, presidente de Alianza Nacional (AN), y Umberto Bossi, l¨ªder de la Liga Norte.El primero, que tiene sus seguidores principalmente en el centro y el sur del pa¨ªs, es el pol¨ªtico que m¨¢s se empe?¨® en forzar la convocatoria de estos comicios y el que, en ¨²ltimo t¨¦rmino, impidi¨® que Silvio Berlusconi y Massimo D'Alema llegaran al acuerdo sobre la reformas institucionales que habr¨ªa evitado las elecciones. Los sondeos dan, efectivamente, a AN en fuerte crecimiento.
Pero al final puede haber sorpresas. La calle indica que el voto por Fini crece m¨¢s de lo previsto, y el dato no merece ser desde?ado en un pa¨ªs donde los sondeos est¨¢n lejos de ser fiables. Parte de ese crecimiento procede obviamente de Forza Italia, a la que las encuestas dan en retroceso de votos. Pero no cabe despreciar la eventualidad de que Fin? arranque tambi¨¦n votos a la izquierda.
Desideologizaci¨®n
Esta hip¨®tesis parad¨®jica se enmarca en la desideologizaci¨®n de la sociedad italiana, a la que Fin? se ha dirigido con una campana orientada a demostrar, no que tras el Olivo se esconde un comunismo latente, como pretende Berlusconi, sino que el centro izquierda representa el viejo sistema. ?nase a ello las promesas de reducci¨®n de impuestos m¨¢s el hecho de que este Fini ascendente y de vuelta del neofascismo es la ¨²nica novedad relativa de estos comicios, y se entender¨¢ que el l¨ªder de AN pueda llegar a ser capaz de robar a la izquierda los votos que su aliado Berlusconi corre riesgo de perder en el centro.En cuanto a Bossi, parece imposible que supere el 8% o 10% de los votos que, a nivel nacional, le atribuyen los sondeos. Una ca¨ªda de la Liga es, en cambio, admisible como hip¨®tesis. La opci¨®n del l¨ªder nordista de presentarse solo a estas elecciones, en las que puede aspirar a un m¨¢ximo de unos 25 esca?os, siegue siendo tan misteriosa como la de que se presente por el sistema uninominal en el centro de Mil¨¢n y frente a Berlusconi, con total seguridad de perder.
En Bossi ha funcionado siempre m¨¢s la intuici¨®n que la l¨®gica, y una intuici¨®n fallida podr¨ªa llevarle al desastre. Si obtuviera menos diputados de los previstos, habr¨ªa que pensar, en principio, que el centro izquierda se ver¨ªa favorecido, ya que la emigraci¨®n de votantes de derechas de la Liga hacia el Polo comenz¨® hace tiempo. Pero el voto potencial de Bossi es hoy tan de protesta que tampoco conecta con la moderaci¨®n del Olivo.
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