"Si el PP dice s¨ª a todo, nos alejar¨¢ de Europa"
Narc¨ªs Serra mira hacia el futuro con confianza. Convencido de que el PP se estrellar¨¢ pilotando el Gobierno, asegura que los socialistas nunca gritar¨¢n "?v¨¢yase, se?or Aznar!", pero advierte que ser¨¢n implacables "a la hora de demostrar que las recetas de la derecha. no le convienen a Espa?a".Pregunta. CiU ha afirmado que el PP demuestra m¨¢s imaginaci¨®n y voluntad que el PSOE en la negociaci¨®n auton¨®mica...
Respuesta. La negociaci¨®n entre CiU y el PP es muy especial, muy dif¨ªcil de vender a sus bases respectivas, por lo que requiere un esfuerzo de explicaci¨®n que no fue necesario en 1993 cuando los negociadores eran socialistas y nacionalistas. De modo que afirmaciones como esa est¨¢n m¨¢s dirigidas a vender el acuerdo que a describirlo. Igual que cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar dijo que construir¨¢ la Espa?a del siglo XXI sobre la base del pacto con Jordi Pujol. Eso no s¨®lo es imprudente, sino que roza el rid¨ªculo. Una vez m¨¢s, se ve que Aznar no encuentra el equilibrio al hablar sobre Catalu?a.
P. De todos modos, el PP ha ido m¨¢s lejos de lo que nunca fue el PSOE en materias como el traspaso del tr¨¢fico o la supresi¨®n de los gobernadores civiles.
R. A partir de estas cuestiones anecd¨®ticas no se puede emitir un juicio general. La construcci¨®n de un Estado de las autonom¨ªas s¨®lido y estable es patrimonio del Gobierno socialista. Primero, lo extendimos a las comunidades a las que no llegaba. Y luego firmamos el pacto auton¨®mico para que las comunidades regidas por el art¨ªculo 143 [de v¨ªa lenta] alcanzasen un nivel de competencias suficiente y homog¨¦neo, y empezamos a negociar con las del 151 [de v¨ªa r¨¢pida] el desarrollo total de sus respectivos estatutos. Por este camino es por donde se deber¨ªa seguir avanzando.
P. ?Qu¨¦ diferencia sustancial aprecia usted entre las negociaciones CiU-PP de ahora y las, CiU-PSOE de 1993?
R. Hace tres a?os, socialistas y nacionalistas discutimos sobre: nuestros respectivos programas, y llegamos a acuerdos relativos a asuntos esenciales para la gobernabilidad de toda Espa?a. Ahora no es as¨ª.
P. No negar¨¢ usted que, la financiaci¨®n auton¨®mica es un asunto esencial para el conjunto de Espa?a...
R. S? lo es. Pero el PP y CiU no est¨¢n confrontando sus programas. La derecha se ve obligada a acordar cosas radicalmente distintas, cuando no contrarias, a sus postulados. Adem¨¢s, no se puede pretender sacar adelante decisiones que afectan a la gobemabilidad del Estado s¨®lo con una mayor¨ªa en el Congreso. Estos acuerdos requieren el consenso de todos los partidos y las instituciones, porque deben ser estables. Como tampoco parece sensato, que se d¨¦ ahora un nuevo paso en la financiaci¨®n de las administraciones p¨²blicas sin tener en cuenta a los municipios.
P. ?Quiere decir con eso que el eventual pacto PP-CiU nacer¨¢ con los pies de barro?
R. S¨ª, se corre ese riesgo. Y no s¨®lo por la falta de consenso, sino porque asuntos como la financiaci¨®n auton¨®mica deben ser tratados con todo rigor, y para eso se requiere mucho m¨¢s tiempo. Pero CiU desconf¨ªa tanto del PP que no quiere dejar ni un solo cabo sin atar antes de la investidura. En 1993, calcular la repercusi¨®n de la primera participaci¨®n de las autonom¨ªas en el IRPF, que eso s¨ª que fue un paso hist¨®rico, nos llev¨® varios meses, y entonces est¨¢bamos en el Gobierno y ten¨ªamos a todos los expertos y los ordenadores de Hacienda.
P. ?Sugiere usted que el PP negocia a ciegas?
R. Es evidente. Los negociadores del PNV y de CiU explican que uno de los problemas de la negociaci¨®n con el PP es la falta de preparaci¨®n de los conservadores. Adem¨¢s, la negociaci¨®n auton¨®mica es hoy m¨¢s dif¨ªcil que en 1993, ya que ahora Espa?a est¨¢ m¨¢s cerca del examen para el ingreso en la moneda ¨²nica europea y, por tanto, a¨²n es m¨¢s vital que entonces asegurar el control del d¨¦ficit p¨²blico. Por ejemplo, s¨®lo el pacto del PP con Coalici¨®n Canaria costar¨¢ 42.000 millones de pesetas. Aznar debe saber que un s¨ª a todas las demandas de financiaci¨®n nos alejar¨ªa de Europa. Estar entre los pa¨ªses que construyan la uni¨®n monetaria es esencial para Espa?a, entre otras cosas porque a Europa va el 70% de nuestras exportaciones.El d¨¦ficit p¨²blico es la gran contradicci¨®n de Pujol porque el precio que le pone a su apoyo a Aznar', merced al cual pretende cubrir el d¨¦ficit de su gesti¨®n al frente del Gobierno de la Generalitat, puede ser incompatible con el objetivo b¨¢sico de todos, incluida Catalu?a, que es ingresar en la moneda ¨²nica, para lo que es necesario tener bien controlado el d¨¦ficit. Conviene negociar un nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica, pero no al precio de que el d¨¦ficit p¨²blico se descontrole.
P. ?Cree usted que el vertiginoso giro autonomista del PP es fruto de una conversi¨®n sincera y firme o simplemente de la conveniencia coyuntural?
R. No es ning¨²n secreto para nadie que el cambio de los conservadores viene obligado por su af¨¢n de tener el Gobierno, pero entre todos hemos de intentar que la conversi¨®n del PP no tenga marcha atr¨¢s. Es obligaci¨®n de todos aprovechar la oportunidad hist¨®rica de que la derecha acepte por fin la pluralidad de Espa?a. Por eso creo que el ejercicio del poder ser¨¢ saludable para la derecha de este pa¨ªs. Aunque todo depende de la lectura que Aznar haga del resultado electoral. Si entiende que la derecha no puede seguir atizando el enfrentamiento interterritorial en busca de votos, su paso por el Gobierno ser¨¢ positivo.
P. Ese efecto saludable al que usted se refiere puede acabar neutralizando uno de los recursos electorales del PSOE m¨¢s rentables: el miedo a la derecha.
R. La derecha, en el poder, no dejar¨¢ de ser la derecha. Tendr¨¢ que actuar de acuerdo con sus principios, y los ciudadanos se dar¨¢n cuenta de que el PP no es la opci¨®n pol¨ªtica que puede aportar las soluciones que el pa¨ªs requiere para ser competitivo en una econom¨ªa mundial sin que eso quiebre la cohesi¨®n social ni acarree rebajas en el bienestar social. La derecha no ha sabido hacer eso en el Reino Unido ni en Francia ni lo sabr¨¢ hacer en Espa?a. Y eso sin contar con los errores en que caer¨¢ el PP por poco que conserve un m¨ªnimo de los defectos que le han caracterizado hasta ahora.
P. En el PSOE hay bastantes m¨¢s recelos de los que usted expresa respecto a la negociaci¨®n entre CiU y el PP...
R. No nos pronunciaremos hasta conocer el resultado. Pero es l¨®gico que la negociaci¨®n entre dos fuerzas sobre asuntos que afectan a todas las comunidades levante preocupaci¨®n e incluso recelos. Es comprensible que a la vista del d¨¦ficit de la Generalitat, otros presidentes auton¨®micos piensen que Jordi Pujol enfoca la negociaci¨®n no para pactar la gobernabilidad de Espa?a, sino para solucionar su propio d¨¦ficit. En Catalu?a, especialmente, nos preocupa que CiU vuelva a ofrecer la imagen de que los catalanes s¨®lo se relacionan con Espa?a por inter¨¦s mercantilista. Como tambi¨¦n nos inquieta que Pujol base la negociaci¨®n de la investidura sobre temas que no son`, ni de lejos, los que m¨¢s preocupan a los ciudadanos, como ser¨ªa la creaci¨®n de empleo.
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