Christopher sale de Damasco con las manos vac¨ªas tras la negativa del presidente sirio a recibirle
La consigna de Israel y Hezbol¨¢ parec¨ªa ser ayer, curiosamente, la misma: mantener inalterable el ritmo de las hostilidades para acelerar la b¨²squeda de un alto al fuego que permita sacar dividendos del conflicto y darse un respiro tras 14 d¨ªas de encarnizados duelos de artiller¨ªa, que han transformado el sur de L¨ªbano, en un yermo. Mientras, el secretario de Estado de EE UU, Warren Christopher, regesaba a Jerusal¨¦n desde Damasco con las manos vac¨ªas, sin haber podido entrevistarse con el presidente Hafez el Asad. Al abandonar la capital siria, Christopher hab¨ªa intentado viajar hasta Beirut, pero los servicios de informaci¨®n de la OTAN le aconsejaron que la suspendiera por, razones de seguridad.
La gesti¨®n norteamericana -que se ha impuesto a los esfuerzos mediadores paralelos de Francia y Rusia- tropez¨® ayer con la "falta de disponibilidad" de Hafez el Asad, seg¨²n le comunic¨® a Christopher el ministro sirio de Exteriores, Faruk al Shara. La Casa Blanca rest¨® importancia al desplante del presidente sirio y -tras "cambiarse de camisa" en Jerusal¨¦n, seg¨²n alegaron sus asesores- el secretario de Estado norteamericano regresar¨¢ hoy a Damasco: Hafez el Asad le ha concedido audiencia.El aparente fracaso en la consecuci¨®n del alto el fuego coincidi¨® ayer con un nutrido bombardeo de la aviaci¨®n israel¨ª, que lanz¨® al menos 17 misiones en el transcurso de la jornada. Los artilleros israel¨ªes, por, su parte, continuaban machacando decenas de aldeas libanesas tras una nueva andanada de cohetes Katyusha de Hezbol¨¢ contra el norte de Israel.
"Es imposible determinar si se han registrado nuevas v¨ªctimas. La intensidad del bombardeo nos impide llegar a muchas de las aldeas situadas al este de Tiro", dijo un portavoz de la fuerza de paz de las Naciones Unidas. En Sid¨®n, la polic¨ªa dijo que al menos dos personas murieron y tres resultaron heridas cuando el coche en el que viajaban por la carretera costera se estrell¨® contra una ladera en medio de un bombardeo naval de Israel, que mantiene el bloqueo de esa v¨ªa por quinto d¨ªa consecutivo.
Los ¨²ltimos bombardeos a¨¦reos contra supuestos objetivos guerrilleros en el sur destruyeron el principal dep¨®sito de agua de la localidad de Sultaniye, al sudeste de Tiro, cortando el abastecimiento a m¨¢s de 24 poblaciones vecinas, seg¨²n informaciones de la ONU. En la aldea de Qana, escenario de la matanza de m¨¢s de un centenar de refugiados durante un ataque israel¨ª la semana pasada, dos excavadoras preparaban una fosa com¨²n, pero los planes Para el entierro permanecen poco claros. "Todo depende de la situaci¨®n. Si siguen los bombardeos no vamos a poder terminar la fosa", dijo un oficial de los cascos azules de Fiji.
Christopher hab¨ªa tratado de mantener un cauto optimismo en tomo a su misi¨®n antes de viajar a Damasco. En Jerusal¨¦n afirm¨® que sus contactos con los l¨ªderes de Israel, Siria y L¨ªbano hab¨ªan entrado en una fase decisiva. El ministro franc¨¦s de Exteriores, Herv¨¦ de Charette, aseguraba anoche en Damasco que sirios y libaneses estaban dispuestos a aceptar la creaci¨®n de un comit¨¦ de seguridad para la supervisi¨®n de una eventual tregua entre Israel y Hezbol¨¢.
Pero fuentes cercanas a las negociaciones aseguran que Christopher no ha logrado a¨²n conseguir el respaldo sirio al alto el fuego, ni el del primer ministro liban¨¦s, Rafic Hariri, a un supuesto plan de seis puntos para imponer una tregua. Los gobiernos de Damasco y Beirut, si bien est¨¢n de acuerdo en lograr un r¨¢pido cese de las hostilidades, se oponen a estampar sus firmas en un documento que no mencione la creaci¨®n de un mecanismo para resolver el problema de fondo: la ocupaci¨®n israel¨ª de m¨¢s de 800 kil¨®metros de territorio liban¨¦s, en contravenci¨®n de la resoluci¨®n 425 del Consejo de Seguridad de la ONU.
En L¨ªbano, entretanto, han comenzado a surgir cr¨ªticas a la actividad de Hezbol¨¢. El l¨ªder shi¨ª y presidente del Parlamento, Nabih Berri, proyecta responsabilizar al, Hezbol¨¢ de las devastadoras consecuencias de la Operaci¨®n Uvas de la Ira en las poblaciones del sur del pa¨ªs.
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