Juicio al 'guru' de la secta japonesa que atac¨® el metro de Tokio con gas sarin
Shoko Asahara, l¨ªder de la secta religiosa La Verdad Suprema y presunto autor del atentado con gas sar¨ªn en el metro de Tollo, que caus¨® 11 muertos y unos 5.000 intoxicados, compareci¨® ayer ante un tribunal de la capital japonesa convencido de que con su conducta ha guiado al mundo hacia la verdad, la felicidad y la libertad absoluta". La primera sesi¨®n del llamado en Jap¨®n juicio del siglo se centr¨® en tres de las 17 acusaciones que pesan sobre ¨¦l, y que incluyen 26 muertes, y se celebr¨® en medio de fuertes medidas de seguridad para impedir cualquier acci¨®n violenta contra el acusado.
La mayor parte de la sesi¨®n se la llev¨® la lectura de los cargos: el asesinato de Kotaro Ochida, un joven que ingres¨® en 1994 en la secta para intentar rescatar a la madre de un amigo y que fue acusado por Asahara de traici¨®n; la fabricaci¨®n ilegal de suero de la verdad, una droga utilizada en los ritos inici¨¢ticos de la secta y en los interrogatorios a sus seguidores sospechosos de ser infieles al gur¨², y el ataque con gas venenoso en la red del metro de Tokio. En este ¨²ltimo apartado, los fiscales leyeron uno por uno los nombres de los. muertos y de los miles de intoxicados.Seg¨²n la acusaci¨®n p¨²blica, el procesado ide¨® y organiz¨® personalmente el atentado del metro el 25 de marzo del a?o pasado, perpetrado por un comando de cinco miembros de la secta. El comando dej¨® bolsas de gas venenoso en diversas estaciones del metro en las primeras horas de la ma?ana, cuando este transporte p¨²blico tiene el mayor flujo de pasajeros. Crearon con ello un laberinto de p¨¢nico y muerte.
El atentado, que quebr¨® en unos minutos el mito japon¨¦s de la seguridad ciudadana y marc¨® a la poblaci¨®n con una profunda sensaci¨®n de vulnerabilidad, destap¨® la compleja trama criminal del grupo y sus actividades.
El juicio, cancelado el pasado octubre despu¨¦s de que el procesado recusara a su abogado defensor, ha despertado una enorme expectaci¨®n en la sociedad japonesa, que sigui¨® la sesi¨®n de ayer por televisi¨®n.
Asahara evit¨® declararse culpable o inocente del atentado en el metro y de los dem¨¢s cr¨ªmenes de los que es acusado, aunque mantuvo en defensa de sus actos que pretend¨ªan salvar a quienes no conocen la "¨²nica verdad", la que predica su secta.
Al t¨¦rmino de la lectura de los tres cargos iniciales, el guru manifest¨® que no deseaba declarar ante el tribunal ni responder a las preguntas de los magistrados y de los fiscales.
Los 12 abogados de oficio que ejercen su defensa dijeron que el guru mantendr¨¢ su silencio para no declararse ni inocente ni culpable de todas las acusaciones, aunque no especificaron si continuar¨¢ callado en las sucesivas sesiones.
A requerimiento del presidente del tribunal respecto a su opini¨®n sobre las tres acusaciones le¨ªdas ayer, Asahara se decidi¨® y habl¨® durante tres minutos en lo que se convirti¨® en un alegato de la doctrina de su secta. "Me mantengo ahora como antes de ser detenido", dijo el guru, que exhibiendo su abundante melena y barba negras habl¨® de pie ante el juez.
"Quer¨ªa ayudar"
"Quer¨ªa ayudar y quitar el sufrimiento a quienes no conoc¨ªan la ¨²nica verdad, la ¨²nica libertad y la ¨²nica felicidad", sentenci¨® el fundador de la secta catastrofista, que hab¨ªa profetizado para el pr¨®ximo a?o el cataclismo de la Tierra en una tercera guerra mundial."Mis actos han dado la libertad suprema a quienes no estaban en posesi¨®n de la ¨²nica verdad", continu¨® su discurso con voz pausada, pero firme, y con palabras extra¨ªdas de sus sermones.
Asahara, que durante los once meses que ha permanecido en su celda de la polic¨ªa metropolitana de Tokio ha perdido 20 kilos de peso, dijo tambi¨¦n ante el tribunal que le tra¨ªa sin cuidado que le hagan sufrir alguna pena, en referencia a su posible condena a morir en la horca, que seg¨²n los expertos legales puede recibir por todos los cr¨ªmenes de los que es acusado.
Durante la sesi¨®n de ayer no se produjeron incidentes. Las autoridades movilizaron a 2.000 polic¨ªas para garantizar la seguridad de los juzgados, la c¨¢rcel y las instalaciones del metro.
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