El Bayern M¨²nich necesita a Freud
El equipo m¨¢s emblem¨¢tico de Alemania, el Bayern M¨²nich, que hace menos de dos semanas mostr¨® su cara de equipo de ensue?o en el Camp Nou y elimin¨® al Barcelona de la copa de la UEFA, se transform¨® de nuevo en la cotidianidad de la Bundesliga en el equipo de pesadilla. Dos fracasos consecutivos en el Estadio Ol¨ªmpico de M¨²nich, empate a 1-1 contra el Eintracht Francfort y derrota 0-1 contra el Hansa Rostock, le han costado al Bayern el liderazgo en la Bundesliga y el puesto a su entrenador Otto Rehhagel. El presidente del Bayern, el lengendario Franz Beckenbauer, tendr¨¢ una vez m¨¢s que quitarle la naftalina al ch¨¢ndal y dejar la poltrona en el palco presidencial para sentarse por tres semanas en el banquillo de entrenador. Beckenbauer tiene 21 d¨ªas para tratar de conseguir el doblete: la Bundesliga, codo a codo con el Borussia Dortmund, y la copa de la UEFA, en la final frente al Girondins.Rehhagel ha sido v¨ªctima de la ciclotimia que parece haberse adue?ado de todas las esferas en el Bayern. Rehhagel, el entrenador con m¨¢s ¨¦xitos en la historia reciente de la Bundesliga, ha sido despedido en M¨²nich cinco d¨ªas antes de disputar la final de la copa de la UEFA y cuando el equipo todav¨ªa disputa el t¨ªtulo en la Bundesliga. El sucesor de Rehhagel, tras el interregno del Kaiser Beckenbauer, ser¨¢ su antecesor, Trapattoni.
?Vivir para ver! Hace un a?o, con Trapattoni, el Bayern. cay¨® en las semifinales de la copa de Europa despu¨¦s de que el Ajax hiciese subir el jorobo al marcador de Amsterdam al meterle una manita de cinco goles. El Bayern hab¨ªa ca¨ªdo en la primera eliminatoria d¨¦ copa alemana ante un equipo de aficionados de un pueblo que no aparece ni en los mapas. En la Bundesliga, el Bayern qued¨® el sexto y consigui¨® clasificarse de caramabola para la copa de la UEFA, gracias al puesto que dej¨® libre el Borussia Moenchengladbach al ganar la copa alemana. Rehhagel tuvo que hacer el petate ¨¦l s¨¢bado en M¨²nich por no haberse sabido manejar en el mundillo que rodea al equipo de la capital de Baviera.
El cese estaba cantado. Desde hace semanas los futbolistas sobre la pradera hab¨ªan empezado a segar la hierba bajo los pies de Rehhagel y los ex-jugadores que dirigen el club le serraban el suelo que pisaba en los despachos. Todo ello sazonado con ataques en la prensa. Demasiado para Rehhagel, un producto de la cuenca minera del Ruhr, pintor de brocha gorda antes que futbolista, que naufrag¨® en ese mar de intrigas. El Bayern no necesita a Trapattoni, sino al doctor Sigmundo Freud.
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