"Hay perspectivas de acabar la guerra"
La llegada del conservador ?lvaro Arz¨² a la presidencia de Guatemala en enero ha sido el pistoletazo para una carrera contra el tiempo, en la que el Gobierno y la guerrilla se afanan por dejar atr¨¢s una pesadilla que arrastra 100.000 muertos y 40.000 desaparecidos en 35 a?os. En la tarjeta de visita de Rodrigo Asturias s¨®lo figura un escueto comandante Gaspar Ilom, el nombre de guerra que le ha acompa?ado en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Economista, abogado e hijo del premio Nobel de Literatura Miguel Angel Asturias, el jefe guerrillero, de 55 a?os, considera que la llegada del nuevo Gobierno ha sido decisiva sacar las negociaciones del marasmo en que se sumieron el pasado a?o.Arz¨² es "un hombre seguro, que sabe lo que desea y con capacidad de escuchar e intercambiar". Su primer gesto, que fue agarrar al toro por los cuernos y mantener en febrero dos reuniones secretas con la direcci¨®n guerrillera, exiliada en M¨¦xico, fue correspondido con un cese de las acciones ofensivas por parte de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). El clima negociador, antes "cauteloso y desconfiado", se torn¨® "distendido y c¨®modo".
Junto a ello, el presidente ha cumplido, dice Asturias, con las medidas anunciadas de depuraci¨®n en la polic¨ªa y los cambios dentro de un Ej¨¦rcito acostumbrado a regir los destinos del pa¨ªs envuelto en la impunidad. "Los cargos de mayor decisi¨®n, el ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor, corresponden a militares aperturistas y est¨¢n vinculados a la negociaci¨®n, y eso es muy importante". Con todo, el Gobierno debe tomar acciones en¨¦rgicas contra "los grupos desestabilizadores que buscan crear un clima de incertidumbre que entorpezca las negociaciones". Los secuestros, la represi¨®n contra sindicalistas o los ataques a diputados de izquierda, advierte, deben ser castigados para evitar el caos.
Gobierno y guerrilla consideran que para mayo estar¨¢ ultimado el acuerdo que actualmente discuten: aspectos socioecon¨®micos y situaci¨®n agraria, que se hab¨ªan convertido en el principal escollo en los ¨²ltimos meses. Son puntos peliagudos, insiste Asturias, para los sectores privilegiados de la sociedad guatemalteca: la funci¨®n del Estado, la pol¨ªtica econ¨®mica, el problema fiscal y el problema de la tierra. La modernizaci¨®n del pa¨ªs, remacha el dirigente guerrillero, pasa por restituir las tierras mal adjudicadas en los ¨²ltimos 30 a?os.
A pesar de los buenos prop¨®sitos, la URNG ha sido criticada porque sus efectivos armados siguen tomando poblados. "Cuando proclamamos el cese de operaciones ofensivas dijimos que seguir¨ªamos haciendo nuestras acciones pol¨ªticas, que han sido, en los ¨²ltimos 20 a?os, las tomas de poblados. Con ellas llevamos nuestro mensaje a las poblaciones campesinas. Y nunca hemos generado enfrentamientos".
El clima de optimismo impera, pero el dirigente guerrillero considera prematura la afirmaci¨®n hecha recientemente por el general Sergio Camargo, jefe del Estado Mayor, de que el Ej¨¦rcito daba la guerra por terminada., "Hay buenas perspectivas, pero la guerra no ha terminado. Los enfrentamientos s¨®lo acabar¨¢n cuando se firme una paz basada en soluciones a las causas que motivaron el conflicto, que es el contenido sustantivo de la negociaci¨®n".
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