Resaca de intentona en Paraguay
Declina el poder militar en el pa¨ªs latinoamericano tras la sublevaci¨®n de Oviedo
?Cual es tu refr¨¢n favorito, Giselle?: Ojos que no ven, coraz¨®n que no siente. ?Qu¨¦ deportes te atraen?: Practico el padel y el fisioculturismo. Incluso ten¨ªa proyectado prepararme para la elecci¨®n a Miss Fitness. ?M¨²sica, Giselle?: Rom¨¢ntica. ?Ropa?: Sexy, sexy, sexy. ?Un cantante?: Enrique Iglesias". La veintea?era Giselle Gonz¨¢lez, que cuando quiere, quiere de verdad, admilte otra fuerte pasi¨®n: el general Lino Oviedo, alias El jinete bonsai. "Me gusta su temple, su car¨¢cter, y veo que tiene metas, ?y sigue adelante, no se detiene ante nada! ?Eso me gusta de los hombres!La analista Giselle Desiree Gonz¨¢lez trabaja en la empresa New Line Equipamientos y es la chica de portada de un tabloide de Asunci¨®n, sinceramente admirada de c¨®mo el varonil Lino se pasa las opiniones ajenas por el arco del triunfo. Pero en esto lleg¨® EE UU y mand¨® a parar al hombr¨®n de la I Divisi¨®n de Caballer¨ªa del I Cuerpo de Ej¨¦rcito paraguayo, cuya sublevaci¨®n el pasado d¨ªa 22 demostr¨® el considerable poder detentado a¨²n por los cuarteles en la fr¨¢gil democracia suramericana, nacida del golpe de febrero de 1989 contra el general Alfredo Stroessner. El dictador de padre alem¨¢n y madre criolla imper¨® 35 a?os porque asegur¨® una equilibrada dosis de palo, m¨²sica, mandioca, y mujer¨ªo para los hombres. Adem¨¢s, el Pent¨¢gono mandaba entonces a parar a Fidel Castro.
La cat¨®lica Paraguay, cuatro millones y medio de habitantes, 688.000 receptores de radio y 97.000 aparatos de televisi¨®n, pudo detener al jefe de Ej¨¦rcito insurrecto porque Am¨¦rica Latina agot¨® ya su cuota de iluminados y las presiones pol¨ªticas, diplom¨¢ticas y populares acabaron por imponerse a la indecisi¨®n del presidente Juan Carlos Wasmosy. Superado el cuartelazo, se celebran hoy las elecciones internas del gubernamental Partido Colorado, cuya postergaci¨®n hab¨ªa pedido el destituido general. La composici¨®n de las cuatro facciones en liza, liderando Oviedo una de ellas y encabezadas otras por rescoldos del antiguo r¨¦gimen, confirma la distorsionante penetraci¨®n de las tres armas en un partido al que debieron afiliarse los mandos castrenses para ser aceptados en las academias o medrar durante aquella dominaci¨®n.
Jos¨¦ Nicolas Morinigo y Edwin Britez destacan en su libro Democracia transparente que lo peculiar del conflicto dentro del Partido Colorado es que la tensi¨®n no se resuelve en su seno, sino fuera de ¨¦l, mediante la participaci¨®n directa y efectiva de grupos militares y econ¨®micos, y funcionarios el Estado. Los conflictos partidistas se convierten as¨ª en conflictos de ¨¦lites de poder. "En nuestra sociedad", se?alan los autores, "contin¨²a vigente el esquema por el cual se ganan las elecciones porque se controla el poder pol¨ªtico y ¨²ltimamente emerge como fuerza tambi¨¦n el poder del dinero".
Y al presidente paraguayo le sobra. El 17 de mayo de 1977 se firm¨® el contrato de construcci¨®n de la represa hidroel¨¦ctrica Itaip¨², sobre el r¨ªo Paran¨¢, la mayor del mundo y financiada por Brasil. El presupuesto inicial fue 1.300 millones de d¨®lares, pero subi¨® despu¨¦s a casi 4.000 millones. Los beneficios alcanzaron los 2.000 millones, y sumas de esc¨¢ndalo el fraude fiscal, seg¨²n las denuncias contenidas en los informes cr¨ªticos del proyecto. La fara¨®nica obra fue de adjudicaci¨®n directa al consorcio UNICOM/CONEMPA, presidido por Wasmosy. Sus constructoras se expandieron. Sin embargo, uno de los grandes proyectos en cartera, un nuevo puente con Brasil, no pudo ser concretado al frenarlo el Parlamento.
El patrimonio del general
Lino Oviedo tampoco pasa hambre. En su primer discurso como civil insinu¨® que no tiene d¨®nde caerse muerto, pero la prensa de Asunci¨®n fotografi¨® su pr¨®ximo domicilio: una mansi¨®n con m¨¢rmoles italianos y dos jacuzzis, ajardinada, ocupando una manzana entera. Cercada con tapias de dos metros de alto, cuenta con helipuerto, y albergue para ocho personas de servicio. "El general se jubila con una miseria", aseguraba una de sus seguidoras minutos antes del discurso pronunciado por Oviedo el d¨ªa en que el jefe de Gobierno comunic¨® la marcha atr¨¢s en su compromiso de nombrarle ministro de Defensa a cambio de su rendici¨®n.Descabalgado el singular jinete de la Divisi¨®n de Caballer¨ªa, los jefes militares en activo han perdido poder pol¨ªtico y prometen el acatamiento al poder civil. Su influencia sobre las decisiones de Gobierno se reduce, pero queda pendiente una auditoria de sus negocios y encomiendas. El administrador de las prebendas durante Stroesnner fue el Partido Colorado.
La democracia atemper¨® la rapi?a, pero 35 a?os de impunidad son muchos como para pretender en siete de precaria democracia un cambio radical en comportamientos que desacreditaron Paraguay y empobrecieron a su gente.
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