El Zaragoza huye de la promoci¨®n
El M¨¦rida vuelve a la zona de peligro
La afici¨®n de La Romareda est¨¢ llamada a vivir el mes de mayo bajo el signo de la emoci¨®n. El a?o pasado afrontaba las horas previas a la final de la Recopa; ayer, vivi¨® ante el M¨¦rida otra final, esta vez por eludir la promoci¨®n, y tambi¨¦n sali¨® airoso, aunque ambos contendientes ofrecieron un encuentro impropio de Primera Divisi¨®n.El empuje f¨ªsico y el inter¨¦s no parecen argumentos suficientes para moverse en la m¨¢xima categor¨ªa, pero ayer fue lo ¨²nico que ofrecieron Zaragoza y M¨¦rida. Los visitantes montaron su particular muralla ante Leal, dejando patente desde el primer momento que el empate era el objetivo m¨¢ximo al que aspiraban, mientras V¨ªctor Fern¨¢ndez recurri¨® a la vieja guardia, aquella de los ¨¦xitos, para lograr un triunfo que resultaba obligado para evitar el fantasma de la promoci¨®n.
La acumulaci¨®n de hombres no es, sin embargo, s¨ªntoma de orden y el M¨¦rida, pese a situar hasta siete hombres frente a su guardameta, tuvo una disposici¨®n que dejaba demasiados huecos por las bandas. Belsu¨¦ y Garc¨ªa Sanju¨¢n sacaron provecho de la situaci¨®n, col¨¢ndose una vez tras otra hasta la cocina. Para facilitar la tarea al Zaragoza, Leal fall¨® en uno de los despejes, precisamente a centro de Sanju¨¢n, y Pardeza no tuvo m¨¢s que empujar el bal¨®n a la porter¨ªa rival.
Casi todo el tiempo por delante, el M¨¦rida ve¨ªa trastocados todos sus planes y deb¨ªa optar por la b¨²squeda del gol. Pero el Zaragoza no est¨¢ para alegr¨ªas y lejos de aprovechar que los emeritenses parec¨ªan una presa f¨¢cil de ser noqueada, regalaron el empate. Juan mi introdujo el bal¨®n en su porter¨ªa, poniendo al entrenador en evidencia y abriendo el en¨¦simo debate sobre la calidad de los porteros zaragocistas.
Con el 1-1 el p¨¢nico se adue?¨® de La Romareda. Y es que cada minuto que pasaba el juego del equipo se hund¨ªa un poco m¨¢s. Los jugadores aragoneses parecieron adoptar la t¨¢ctica de todos tras el bal¨®n y el caos fue manifiesto. El p¨²blico comenz¨® a encresparse, especialmente con los fallos de Arag¨®n, Nayim y Poyet, cuyo estado de forma y participaci¨®n en el juego son cada vez m¨¢s escasos.
El descanso sirvi¨® para que V¨ªctor Fern¨¢ndez ordenara, siquiera levemente, a su equipo. Con una mejor disposici¨®n, Pardeza fall¨® en un mano a mano ante Leal y en la jugada siguiente -los desprop¨®sitos segu¨ªan a ritmo parejo en ambos conjuntos- fue Sinval qui¨¦n err¨® ante Juanmi.
Como en los mejores tiempos, tuvo que ser la cabeza de Poyet la que sacara del letargo al equipo. Cabece¨® a placer un lanzamiento de c¨®rner que, esta vez s¨ª, descompuso al M¨¦rida. Kresic introdujo a todos sus hombres de ataque y se la jug¨® a una carta, pero el Zaragoza ten¨ªa en la defensa a su mejor l¨ªnea y contaba con las aportaciones de Gustavo L¨®pez, que, reci¨¦n entrado en el c¨¦sped, marcaba su primer gol en la Liga y sentenciaba el encuentro.
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