50 abonos 50
Una cornada y un toro al corral inauguraron el serial madrile?o, que va a cumplir medio siglo
Corr¨ªa el a?o 1947 y la actividad taurina de la capital era un tanto rutinaria. Se daban en Las Ventas festejos desde marzo a octubre todos los domingos y rara vez hab¨ªa algo extraordinario, salvo las corridas de Beneficencia, la de la Prensa, la del Montep¨ªo de Toreros y la de la Polic¨ªa.El gerente de la empresa Nueva Plaza de Toros de Madrid, SA, Livinio Stuyck, de rancia estirpe flamenca (de Flandes), que se confesaba "no entendido en toros", ide¨® la programaci¨®n de una feria que, andando el tiempo, se convertir¨ªa en la m¨¢s importante del mundo.
El ventoso jueves d¨ªa 15 de mayo de 1947, fiesta de San Isidro, patr¨®n de Madrid, torean en Las Ventas Gallito, El Andaluz y Antonio Bienvenida una corrida de Rogelio Miguel del Corral. La reci¨¦n inventada feria no pudo tener peor principio. A Gallito le echaron al corral su primer toro, El Andaluz no se luci¨® y a Antonio Bienvenida le dio una cornada grave y le fractur¨® la r¨®tula su segundo toro, junto al burladero del 7. El p¨²blico estaba muy encrespado por la marcha de la corrida. Alguien le pidi¨® a Bienvenida que se echase la muleta a la izquierda, y al hacerlo, le descubri¨® el viento.
Cuarenta mil pesetas cobr¨® Bienvenida por esa corrida en la que un tendido de sol costaba 15 pesetas. A la puerta de la plaza no se vend¨ªan ni puros, ni pistachos, ni agua mineral. S¨®lo hab¨ªa aguadoras con botijos ("?A perra gorda el trago!") llenos de agua de la fuente del Berro. Tambi¨¦n se vend¨ªan unos artilugios de papel desplegables en redondo ("?Sombra! ?Abanicos!, ?Sombra!") a 50 c¨¦ntimos.
En d¨ªas sucesivos se lidiaron las corridas de Alipio P¨¦rez Tabernero, S¨¢nchez Fabr¨¦s, Miura y Pablo Romero. Alternaron por este orden Pep¨ªn Mart¨ªn V¨¢zuez, El Choni, Rovira; Manolo Navarro, Paquito Mu?oz, Viente Faur¨®; Pepe Bienvenida, Pepe Luis V¨¢zquez, nuevamente Pep¨ªn; El Estudiante, El Andaluz El Choni. No se cort¨® ni una reja. Dieron vuelta al ruedo los os V¨¢zquez, Rovira y El Andaluz. El Choni no pudo matar ninguno de sus dos toros por cogida, y de la pen¨²ltima corrida de feria a la ¨²ltima (en jueves) pasaron cuatro d¨ªas. Los jueves por la tarde sol¨ªan ser libres en los colegios y alguna que otra oficina. Dar toros en Madrid en d¨ªa de diario no era f¨¢cil aventura.
A pesar del pobre resultado, la feria del a?o 1948 ya llevar¨ªa ocho corridas, de domingo a domingo. La muerte de Manolete conmocion¨® al mundo y se hab¨ªa producido un cierto revival. De a primera Feria de San Isidro ali¨® lanzado Pep¨ªn Mart¨ªn V¨¢zquez, que dej¨® excelente impresi¨®n con los miuras. Lo que se intu¨ªa aquel d¨ªa sobre su grandeza se confirm¨® poco m¨¢s tarde en la corrida de Beneficencia, en la que altern¨® con Manolete, cort¨® tres orejas y sali¨® a hombros.
En mayo de 1947 una ca?a de erveza costaba 1,75 pesetas, en el Circo de Price triunfaba Estrellita Castro, los ni?os llev¨¢bamos al cuello una bolsita con alcanfor para librarnos del piojo verde, empez¨® a publicarse Triunfo, se cas¨® Celia G¨¢mez con Mill¨¢n Astray de padrino) en medio de un gran tumulto, en los aleda?os de la plaza de Las Ventas se estacionaban casi 70 autom¨®viles y a la salida de los toros hab¨ªa camionetas para ir a Atocha o al Puente de Vallecas.
En este Madrid chiquito, provinciano, de escaseces y sacricios acababa de echar a andar una feria que -cumplido el medio siglo- se convertir¨ªa en multimillonaria, crucial, pol¨¦mica e interminablemente larga.
Babelia
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