El ¨²ltimo tributo a Michel

Si al Madrid le queda un asomo de grandeza, hoy debe rendir un tributo de respeto y admiraci¨®n a Michel. Aunque los antecedentes son de preocupar -Michel se encontr¨® con un expediente indigno en su ¨²ltimo partido con la camiseta madridista-, cabe esperar que alguien en el club recupere la sensatez. Porqu¨¦ una parte sustancial de este juego es el sentimiento y la memoria. Los clubes que olvidan a sus h¨¦roes ofenden al f¨²tbol. Y aquellos que honran a la historia se agigantan a los ojos de los aficionados y los futbolistas.Hace apenas una semana, lan Rush visti¨® por ¨²ltima vez la casaca del Liverpool. Lo hizo en el ¨²ltimo cuarto de hora de la final de la Copa inglesa, con el partido empatado y sin ninguna otra raz¨®n para su presencia que el homenaje que merec¨ªa. As¨ª se fortalecen los v¨ªnculos en los grandes clubes.

El Madrid, que ha perdido demasiada perspectiva en los ¨²ltimos tiempos, tiene que dar a Michel la oportunidad de despedirse de su gente y recibir la gratitud que se le debe. Michel es parte troncal de la historia del Madrid. T¨ªtulos aparte, a Michel hay que recordarle por su inmenso talento, por las incontables lecciones de f¨²tbol que ha dado y por su compromiso constante con una manera brillante de entender el juego.

El pasado a?o, cuando Butrague?o recopil¨® en un v¨ªdeo sus mejores momentos como jugador, se sorprendi¨® de la generosidad de Michel, de su incansable capacidad para abastecerle de goles, de balones tan limpios que daba gusto enviarlos a la red. Pero a Michel los madridistas deben recordarle por algo m¨¢s que por su extraordinaria destreza. Deben recordarle por su madridismo incondicional. Por lo uno y por lo otro, la hinchada debe saludar con emoci¨®n a uno de sus h¨¦roes en su ¨²ltimo partido en Chamart¨ªn.