El Sevilla se castiga con el empate en Santiago

El Sevilla no supo ganarse el derecho a la tranquilidad en la ¨²ltima jornada y tendr¨¢ que jugarse la carta definitiva el pr¨®ximo domingo ante el Salamanca en el S¨¢nchez Pizju¨¢n. El empate fue el justo castigo para un equipo que deb¨ªa luchar por la victoria y sali¨® al campo con intenciones muy conservadoras. El Compostela estuvo a punto de estropear todav¨ªa m¨¢s el panorama a los sevillistas, pero fue indulgente con su rival y desperdici¨® una. ocasi¨®n d¨¦ gol pintiparada en el ¨²ltimo minuto del partido.Lo peor que puede pasarle al un espectador de f¨²tbol sucedi¨® ayer en San L¨¢zaro. Coincidieron sobre el campo un equipo que s¨®lo se jugaba la honrilla y otro que luchaba por evitar la promoci¨®n. La falta de tensi¨®n de los jugadores del Compostela no permit¨ªa un choque vibrante y el temor que atenazaba a los sevillistas imped¨ªa un partido abierto. El resultado l¨®gico fue el aburrimiento. S¨®lo el movimiento del marcador electr¨®nico anim¨® la tarde invernal en San L¨¢zaro. El p¨²blico celebraba los goles del Celta en Barcelona y el banquillo del Sevilla miraba de reojo lo que hac¨ªan sus rivales en otros campos.

El Sevilla, sin Suker, volvi¨® a mostrar su cara m¨¢s antip¨¢tica. Esp¨¢rrago decidi¨® no arriesgar y dispuso una nutrida defensa para evitar sorpresas. Hasta seis hombres se amontonaban en la retaguardia sevillista para intentar frenar a los dos delanteros rivales. Como suele suceder en estas ocasiones, el problema fue que el centro del campo qued¨® despoblado y en manos del Compostela. Los dos puntas del Sevilla, Monchu y Moya, se pasaron el primer tiempo sin tocar bola. Aun as¨ª, al cuarto de hora de partido Moya tuvo la ocasi¨®n de adelantar a su equipo, pero su escapada en solitario la culmin¨® con un flojo disparo que desvi¨® Falag¨¢n.

Enfrente, el Compostela luchaba por celebrar una fiesta en su ¨²ltimo partido en San L¨¢zaro de una temporada que puede considerarse hist¨®rica. Pero la mala trayectoria del equipo en los ¨²ltimos meses ha quitado las ganas de una celebraci¨®n demasiado ruidosa.

El t¨¦cnico local, Fernando V¨¢zquez, decidi¨® aprovechar la tranquilidad clasificatoria para rendir homenaje a dos jugadores que terminaban su estancia en Santiago. Abad¨ªa y Tocornal pudieron as¨ª despedirse de la afici¨®n y contribuyeron a animar algo el alica¨ªdo ambiente.

En la segunda mitad, el Sevilla se despert¨®, sin duda espoleado por los resultados de otros campos. Pero el partido ya no lleg¨® a nada m¨¢s.