Factores clave en India
Casta, religi¨®n y nacionalismo son los tres factores que han desempe?ado un papel m¨¢s importante en las elecciones generales reci¨¦n celebradas en la India.Ya se sabe que -a pesar de su abolici¨®n formal por la Constituci¨®n post-independencia de 1950- las castas contin¨²an siendo la base del tejido social, pol¨ªtico y religioso del pa¨ªs. Un novelista hind¨² de ¨¦xito en Espa?a, Vikram Seth, nos lo recuerda en su prolijo, tolstoiano y fascinante Un buen partido. Otro autor menos conocido aqu¨ª, Amitav Ghosh, confiesa su ingenuidad y sorpresa en este tema. Convencido, como casi todos en su etapa universitaria de los a?os setenta, de que las castas eran un reliquia del pasado, reconoce su error ante el voto, sustancial, emitido en funci¨®n de la casta.
Religi¨®n y pol¨ªtica, o papel militante de la religi¨®n en la pol¨ªtica, es otra clave de estos comicios. Religi¨®n unida, a veces fundida, con la casta. En los Estados septentrionales de Bihar y Uttar Pradesh las castas inferiores y la comunidad musulmana han constituido una alianza pol¨ªtica que ha funcionado.
Hay que recordar que un sector del Partido del Congreso -que ha estado en el gobierno pr¨¢cticamente durante los 50 a?os de independencia- acusa al derrotado primer ministro Rao de dos crasos errores pol¨ªticos asociados a la religi¨®n y a la casta. Uno, haber abandonado la pol¨ªtica de Indira y de Rajiv Gandhi, tendente a favorecer a las castas inferiores. Dos, no haber actuado con energ¨ªa en 1991 para impedir la destrucci¨®n de la mezquita de Ayodhya por extremistas hind¨²es y la muerte de numerosos musulmanes en los disturbios subsiguientes. Causa m¨¢s que probable de que la comunidad isl¨¢mica de la India (unos 110 millones de personas) haya vuelto la espalda al hist¨®rico y mayoritario partido.
Nacionalismo. Nacionalismo religioso, encarnado principalmente en el derechista partido Bharatiya Janata (BJP), ganador de estas elecciones por delante del Partido del Congreso y con el que se han aliado otras formaciones ultranacionalistas y ultraderechistas menores. Son todas estas agrupaciones aglutinadas en torno al BJP quienes claman por la hinduizaci¨®n de la pol¨ªtica, de la cultura y de la sociedad indias, al tiempo que se oponen al hasta ahora generalmente aceptado car¨¢cter laico del sistema. Entre otras lindezas, los extremistas del BJP afirman que el secularismo impulsado durante el ¨²ltimo medio siglo y que los brit¨¢nicos alentaron durante la etapa colonial (de 200 a?os), ha favorecido a las minor¨ªas no hind¨²es, en especial a la musulmana (mayoritaria), pero tambi¨¦n a la cristiana y a la sij. Siquiera tangencialmente, no est¨¢ de m¨¢s traer a colaci¨®n que estas minor¨ªas, sobre todo la isl¨¢mica (al igual que el budismo) se opusieron al tinglado socio-econ¨®mico de las castas. De ah¨ª que, por un lado, el budismo tenga escasa implantaci¨®n en el pa¨ªs, comparado con el brahamanismo, y que, por otro, al islam se le acuse de ser el responsable de la secesi¨®n que, tras la independencia, dio nacimiento a Pakist¨¢n.
Reflexi¨®nese sobre el hecho de que estamos hablando del segundo pa¨ªs m¨¢s poblado del planeta (930 millones de habitantes). A?¨¢dase que se trata de unas elecciones donde han concurrido, con relativa escasa violencia y larga complicaci¨®n administrativa, unos 400 millones de ciudadanos que han debido optar entre 500 partidos pol¨ªticos. Hablamos de la tercera econom¨ªa de Asia -en discutida competencia estad¨ªstica con la china- que se aproxima paulatinamente a los denominados tigres asi¨¢ticos.
V. S. Naipaul -el autor caribe?o de origen hind¨² eterno candidato por razones geo-culturales al Nobel- acaba de suscitar en la prensa anglosajona un inquietante enigma. Hasta ahora, dice, "hab¨ªa incluso ausencia de la idea de un pueblo, de una naci¨®n, que se defendiera a s¨ª mismo". Seg¨²n Naipaul -y de ello las elecciones ser¨ªan una muestra- en India est¨¢ teniendo lugar "un poderoso proceso creativo, una nueva actitud hind¨², un nuevo sentido de la historia, un movimiento que viene de abajo". Esperemos que, como el propio Naipaul augura, no acabe en manos de fan¨¢ticos.
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