La afectividad vitalista de Zubin Mehta
Con la Cuarta sinfon¨ªa, rebautizada de "rom¨¢ntica" por el director Franz Schalk, clausuraron el pasado lunes Zubin Mehta y la Filarm¨®nica de M¨²nich el curso promovido por Iberm¨²sica, un cielo que mantiene muy alto el tono musical de Madrid. Es obra macho m¨¢s divulgada que la Novena y aqu¨ª se la escuchamos a Unger, Kertesz, Sawallisch, Matacic, Leitner y Celibidache, entre otros.El aliento efusivo, la prodigiosa efectividad gestual de Zubin Mehta arrastr¨® a la centuria muniquesa para darnos una versi¨®n espl¨¦ndida, m¨¢s vitalista que m¨ªstica y en todo caso, dominadora superexpresiva y radicalmente musical.
Bien es verdad que el maestro cont¨® con una formaci¨®n tan capaz y r¨¢pida en la respuesta que s¨®lo ya la belleza sonora, el equilibrio de las voces, el fraseo individual y colectivo, los enlaces y la acentuaci¨®n, constitu¨ªan un hecho art¨ªstico por s¨ª mismo. Mehta, de tan incisiva expresividad, no cae nunca en exceso ni a?ade a la de Bruckner su propia ret¨®rica.
Ciclo Grandes Orquestas (Iberm¨²sica / Caja de Madrid)
Orquesta Filarm¨®nica de M¨²nich.Director: Zubin Mehta. Cuarta sinfon¨ªa de Anton Bruckner. Auditorio Nacional de M¨²sica. Madrid, 20 de mayo de 1996.
En resumen, un gran concierto para clausura. de un ciclo excelente y adem¨¢s, una apretada pero valiosa conmemoraci¨®n de Bruckner en el centenario de su muerte, tanto por la significaci¨®n de las obras seleccionadas como por la categor¨ªa del director y la orquesta. El ¨¦xito fue total.
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