"Lo importante del Grial es buscarlo", dice Peter Berling

Peter Berling (Meseritz-Obrawalde, 1934) ha elegido en Barcelona una habitaci¨®n de hotel con una terraza gigantesca. Cuando sale y se instala all¨ª, eclipsando con su corpach¨®n parte de la espl¨¦ndida vista, la terraza ya no parece tan grande. Y cuando empieza a hablar y la terraza se va llenando de templarios, c¨¢taros, asesinos ismaelitas, cabalistas, chamanes, mamelucos y mongoles, entre otras especies, aquello ya parece el camarote de los hermanos Marx en versi¨®n hist¨®rico -esot¨¦rica. Una gaviota se cieme sobre el autor de la serie de Los hijos del Grial como una imagen ampliada de la paloma que, seg¨²n Wolfram von Eschenbach, descendi¨® sobre Monts¨¦gur con una hostia en el pico. "El Grial... el Grial es una cosa mucho m¨¢s antigua que el c¨¢liz de la tradici¨®n", medita el escritor con un ojo puesto en la gaviota y un Gitanes en la comisura de los labios. "Y estoy convencido de que no tiene nada que ver con el secreto de una l¨ªnea din¨¢stica de descendientes de Cristo, la teor¨ªa de la sangre real que he usado en mis novelas. Creo que el Grial es el conocimiento del origen del mundo, el secreto de c¨®mo y por qu¨¦ estamos aqu¨ª. Es, por tanto, algo esencialmente inasible, un enigma sin respuesta. Si hay algo de valor en la idea del Grial es su b¨²squedaSe ha levantado un aire fuerte, se pone el sol y el traje burdeos de Berling refulge como sangre en el crep¨²sculo. Tiene la tarde asc¨¦tica: apenas ha consumido un vaso de agua, dos caf¨¦s y un zumo de pomelo -aunque le traicionan una caja de galletas de pralin¨¦ sobre el minibar y el inter¨¦s por la hora de la cena-. Su conversaci¨®n es de gran intensidad: los templarios, las SS, Claudia Schiffer... Dice que algunos templarios recalaron en Escocia y efectuaron una carga decisiva contra los ingleses en la batalla de Bannockbum (1314) bajo la bandera de Robert I the Bruce, el vengador de William Wallace-Mel Gibson (Braveheart). Qui¨¦n sabe. Conoce a Claudia Schiffer. ?se s¨ª ha de ser un conocimiento esot¨¦rico tipo hay-otros-mundos-pero-est¨¢n-en-¨¦ste.

Berling se encuentra en Espa?a para promocionar la tercera novela de la serie iniciada con Los hijos del Grial. Se titula La corona del mundo y en ella los j¨®venes protagonistas Yeza y Ro?, -aparte de tener mutuo conocimiento carnal, "era inevitable, pues ya han crecido", apunta Berling- viajan de Alamut a Karakorum, la corte del gran khan mongol Mangu, con los planes de la Prieur¨¦, la misteriosa sociedad esot¨¦rica, como tel¨®n de fondo. El libro aparece en Plaza & Jan¨¦s, editorial a la que se ha mudado Berling tras publicar los dos primeros t¨ªtulos de la serie en el sello Anaya & Mario Muchnik. La corona... est¨¢ dedicado a Mario, pero las relaciones entre autor y ex editor se ve que no van muy bien: Berling dice que Muchnik, "desairado", no le publicar¨¢ un libro sobre astrolog¨ªa que ten¨ªa previsto. Berling ya est¨¢ escribiendo la ¨²ltima entrega de la serie del Grial, se titular¨¢ El c¨¢liz negro y aparecer¨¢ en verano -de 1997. El c¨¢liz... dar¨¢ fin a una tetralog¨ªa de 4.000 p¨¢ginas. Menuda responsabilidad, ?no? "S¨ª, cerrar la historia es un tour de force. Ya s¨¦ c¨®mo acabar¨¢, pero me falta la digamos preparaci¨®n espiritual para llegar a ese momento". Berling revela que los protagonistas mueren, pero como esa muerte se produce en un contexto c¨¢taro, puede ser en realidad una liberaci¨®n... Ser¨¢ una liberaci¨®n con toda seguridad para Berling, quien asegura que no volver¨¢ a embarcarse jam¨¢s en un asunto de la magnitud de esta serie: "A partir de ahora, novelas de 300 p¨¢ginas". Ah, Berling tiene ya compositor para su libreto de ¨®pera sobre Federico II Hohenstaufen: Donovan.