La caja de los truenos
La noche tra¨ªa la promesa de ofrecer m¨²sica culta y bien tocada. As¨ª que, para abrir, boca, el California Guitar Trio ofreci¨® aproximadamente tres cuartos de hora de concierto, en el que tres guitarras ac¨²sticas, amplificadas y preparadas con cuerdas de acero, se atrev¨ªan a combinar con ¨¦xito el primer movimiento de la Quinta sinfon¨ªa de Beethoven o la Tocata y fuga de Bach, con el instrumental surf que aparece en la banda sonora de la pel¨ªcula Pulp Fiction. El efecto era atractivo y dejaba la bola justo al borde del hoyo, para que el Rey Carmes¨ª no tuviera m¨¢s que empujarla, como si de un Felipe II se tratara.Y bien que la empuj¨®. La salida de Robert Fripp y los suyos fue a los sones de Thela hun ginjeet y qued¨® claro desde el principio que la actuaci¨®n iba a transcurrir por senderos tan extra?os como cautivadores. La ¨²ltima formaci¨®n de King Crimson ha sido definida por Fripp como doble tr¨ªo, aunque tan simple denominaci¨®n no alcanza a significar lo que sucede cuando dos guitarristas como Fripp y Adrian BeIew, dos bajistas como Tony Levin y Trey Gunn, y dos bater¨ªas como Bill Bruford y Pat Mastelloto se deciden a abrir juntos la caja de los truenos.
King Crimson + The California Guitar Trio
Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid. 3.800 pesetas. Madrid, 30 de mayo.
Fripp, alzado y sentado entre las dos bater¨ªas, condujo con autoridad este veh¨ªculo, en el que las voces -impresionantes- de Belew y Levin actuaban como dos disciplinados instrumentos m¨¢s. La m¨²sica, de dif¨ªcil clasificaci¨®n, y que no ofrece muchas posibilidades de ser aprehendida a la primera, surg¨ªa en el escenario como una explosi¨®n de sonidos raramente escuchados, una complejidad de ritmos a punto de conducir a la neurastenia y unas armon¨ªas tendentes siempre al lado menos asequible. Con estas armas, el grupo dio un cumplido repaso a su extensa discograf¨ªa oficial, que abarca m¨¢s de dos d¨¦cadas y que ha venido abriendo puertas a dimensiones desconocidas en algo tan presumiblemente familiar como es la m¨²sica. generada con instrumentos Convencionales.
En cuanto a las canciones, la impresionante energ¨ªa de Frame by frame y Three of a perfect pair se altern¨® con la majestuosidad de Sex o Walking on air; la animalidad at¨¢vica de Dinosaur o Elephant talk ten¨ªa su complemento con esa preocupaci¨®n de conectar con la m¨ªstica, en Matte kudesai. Como guinda, la banda ofreci¨® parte del compendio de improvisaciones que ha incluido en su ¨²ltimo disco en directo, THraKaTHaK .
A pesar de lo ortop¨¦dico del recinto para cualquier concierto que no sea de instrumentos ac¨²sticos, el p¨²blico sigui¨® interesad¨ªsimo la actuaci¨®n, reclamando a Fripp y sus huestes una nueva aparici¨®n en el escenario para interpretar dos temas m¨¢s, uno de ellos el relativamente conocido Larks tongue. Al final, fue el delirio. Los truenos de la caja del Rey Carmes¨ª se hab¨ªan ganado a la audiencia. Hasta la pr¨®xima visita.
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